BAILÉN

El día 11 de julio de 1808 se constituyó en Porcuna el Ejército del Sur
y ese mismo día presidió el General Castaños la Junta de Generales, en la
casa señalada con el número cuatro de dicha calle, de la que son
propietarios los herederos de don José Santiago Quero y en la que se
acordaron los planes a seguir en la célebre Batalla de Bailen, en la que
tomaron parte, con el grueso del Ejército, las Milicias de Porcuna, las de
Montoro, Bujalance, Antequera, Carmona y Cádiz, engrosadas todas en las
Divisiones mandadas por Castaños, Reeding, Peña, Coupigny, Jones, Cruz,
Venegas y Valdecañas.
El 24 de mayo de 1897, siendo alcalde don Ricardo Dacosta Ortega, se
acordó dar a esta calle el nombre de Bailen, como recuerdo a tan glorioso
hecho de armas por nuestra independencia.
Nunca cambio el nombre.
(Nota: Esta calle, como la actual Eugenio Molina
también recibió el nombre de Cementerio, iba a finalizar en la calle Real,
pues la actual plaza de Damián Quero no se realizó hasta finales del siglo
XIX al construirse la nueva parroquia, según puede observarse en el plano
de la localidad realizado en 1887)

|
BEATO GARRIDO

Capitán de la Armada Real y Mártir de Cristo en Argel, nació en Porcuna
el día 22 de mayo de 1611 y fue quemado vivo en la mencionada ciudad
africana, el día 19 de junio de 1667, por penetrar en una mezquita,
defendiendo el cristianismo.
Marchó de Porcuna muy joven, se alistó en la Marina, casó en Cádiz con
noble dama, tuvo tres hijos: dos hembras y un varón. Les dio estado
y, al morir su esposa, se hizo ermitaño. Estuvo en la ermita de San
Antón, en Málaga y en la Sierra de Jimena de la Frontera. Fue Terciario
Franciscano, discípulo del convento de esta Orden en Porcuna, se asesoró
de los Trinitarios, recaudó fondos en España y América, con los que fundo
muchos hospitales, redimió cautivos, haciendo, incluso, un cambio personal
por uno de ellos. Lucho por el cristianismo, hasta morir quemado por su
causa. Amigo del rey Felipe IV, del santo padre Alejandro VII, del nuncio
en España, monseñor Camilo Máximo y de otros ilustres prelados y
personalidades de la política y de las letras, sólo utilizaba esta amistad
en beneficio de los humildes y cautivos de Tánger, Oran, Argel y Bicerta,
en cuyas ciudades africanas funda hospitales y muere en loor de
santidad, quemado vivo, como se dice anteriormente. Se ha iniciado varios
procesos de Beatificación, que no han llegado a una resolución feliz, por
imponderables de última hora, que quedan sobradamente explicados en la más
documentada Semblanza realizada hasta la fecha sobre el Siervo de Dios,
Pedro Garrido Ramírez, en el siglo y Pedro de la Concepción, en religión,
por la documentación "Semblanzas Misioneras", editada en "Ediciones Jura"‑
San Lorenzo, 11‑ Madrid‑ Año 1949, cuya obra esta en nuestro poder. Aún
cuando cariñosamente, nosotros lo llamamos BEATO, en contra de los
dispuesto para estos casos por Urbano VIII, en decreto de 13 de marzo de
1625, sólo se trata de un siervo de Dios. En 28 de julio de 1930, el
presbítero local y maestro nacional, don Francisco Santiago Millán, autor
de una biografía sobre nuestro Pedro de la Concepción, solicitó permiso
del Ayuntamiento que presidía don Benito de Torres Quero, para que se le
dedicara a aquel la calle paralela a la llamada Alta, consiguiendo del
Concejo Municipal la cantidad de setenta y cinco pesetas, que vinieron a
engrosar los fondos aportados por gran número de piadosos vecinos, con los
que costearon los gastos de colocación de un precioso mosaico en colores,
representando al mártir, atado a un palo y rodeado de llamas, en señal de
cremación, mosaico que fue destruido, al iniciarse la Guerra Civil, en el
año 1936.
Al instaurarse la República, en el año 1931, le fue cambiado el nombre a
esta calle, por el de Tomás Meabe, pero el día 3 de junio de 1933, un
grupo de vecinos de dicha calle solicitó del Ayuntamiento que volviera a
imponerse a la misma el anterior nombre de Beato Garrido. Defendida esta
petición por el concejal don Javier Morente Garrido, fue conseguida
tal demanda y se procedió a la nueva instalación. El reducido espacio de
este callejero no puede dar cabida a la abundantísima documentación
existente sobre este ilustre paisano, que lamentamos no poder exponer.

|
BENITO DE TORRES QUERO

Sagaz político conservador, varias
veces alcalde de Porcuna, entre los años 1908 a 1930, y benefactor de su
pueblo, por el que tanto se interesó y al que tantas mejoras se le deben.
QUINTEROS
Por referencias inconcretas, parece ser que el titular de
esta calle fue un Alcalde que hubo en la ciudad, de este apellido, con
anterioridad al 1860 y ello no es de extrañar, toda vez que Quintero es un
apellido indígena. A los comienzos de la Segunda República, esta calle se
intituló: González Bravo.
(Nota: Efectivamente existieron muchos porcunenses
con este apellido y algunos de ellos ocuparon importantes cargos)

|