PADILLAS
Por "Llanete de los Padillas" es conocido, no sólo el
ensanche existente en dicha calle, sino la travesía de la misma, que
desemboca en dicho Llanete.
Corría el año 1355, reinaba don Pedro I y, tras del asesinato del Maestre
de Calatrava, don Juan Núñez de Prado, en la ciudad de Maqueda, se
intituló Maestre de la Orden, Don Pedro Estébanez Carpinteyro, que era
sobrino del asesinado y lo hizo en la sevillana ciudad de Osuna.
Formó una conjuración con otros caballeros descontentos con la tiranía
real y se apoderó de la mayor parte del Maestrazgo, siendo ocupados
Porcuna y su castillo por la facción disidente.
Al morir el citado Estébanez en la ciudad de Toro, atravesado por la
espada del propio Monarca, ante la presencia de la propia madre reina, dio
don Pedro el Maestrazgo Calatravo de Martos a don Diego de Padilla,
hermano de doña María, la amante del Rey, cuyo Maestre quedó por dueño y
señor de estas tierras. Aun cuando Martos era la sede oficial de dicho
Maestrazgo, la Mesa Maestral o contaduría de la Orden dependía de la
encomienda de Porcuna y era esta última ciudad donde solían residir, casi
todo el tiempo, los Maestres de la Orden, como está probado
históricamente.
Bien porque el citado don Diego residiera en dicha calle, tan próxima al
priorato de San Benito, como si su poderío o deseo de sus testaferros lo
impusiera, es lo cierto que tal denominación corresponde al apellido de la
familia mencionada.
(Nota: No podemos aceptar como válida esta
exposición, pues el apellido Padilla fue ostentado por muchas personas
notables de la localidad, también llevó este apellido el fundador del pósito municipal en 1494, el clavero de la Orden de Calatrava y luego
Comendador mayor don Gutierre de Padilla)
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PADRE LARA
El nombre de este virtuoso sacerdote, capellán de la ermita de Nuestro
Padre Jesús Nazareno, durante tantos años, era el de don Francisco Lara y
Francés, que había nacido en el año 1832 y murió en 1914, a la edad de 82
años.
Por disposición testamentaria del mismo, pedía ser enterrado en la ermita
antedicha, por la que tantas limosnas pidió, de puerta en puerta,
sufriendo afrentas y bromas, pero recibiendo, al mismo tiempo,
satisfacciones y óbolos, con los que atendía al brillante culto del
templo.
Conocida por nuestro párroco, don Rafael Vallejos Barranco, la mencionada
cláusula y, coincidiendo con la reanudación del culto en la misma, tras su
reparación por la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones,
un día 31 de diciembre de 1943, fueron trasladados los restos de este
santo varón, desde el cementerio local, a un nicho practicado en el muro
izquierdo de la nave central de la ermita, cubriendo sus restos con una
lápida de mármol, en la que se perpetua la efemérides. Al propio tiempo le
fue dedicada la antigua calle del Depósito, siendo alcalde don Benito
Garrido Palacios, para perpetuar su grata memoria.
Cuando Rafael Montilla García ocupara la alcaldía y, por acuerdo municipal
de fecha 3 de junio de 1933, se impuso a esta calle el nombre de Mateotti.
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PAULINO MOLINA
Estaba en pleno desarrollo la Guerra de África en el año 1922 y dos
hijos de Porcuna dieron el sagrado tributo de su vida a la patria, en la
llamada Guerra de Melilla.
El primero, del que ya hemos hablado, fue el heroico Alférez José Gallo
Martínez y, el segundo, el no menos heroico soldado Paulino Molina.
Como toda buena madre, Porcuna no se preocupó de la graduación de los dos
caídos y a los dos honró por igual. Ambas peticiones fueron hechas a la
alcaldía el día 15 de abril del año 1922. La del alférez, por el concejal
don Benito de Torres Casado y, la del soldado, por el también concejal,
Rafael Juárez Quero.
También se llamó, sin saber la causa, calle de Lorca.
(Nota: Lorca fue apellido de personas que vivieron en
Porcuna)
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PAVA
Callejuela. Nada hemos podido averiguar en los libros de Actas de
nuestro Ayuntamiento, sobre las causas que motivaron esta denominación
que, de siempre, ha ostentado, a excepción de los año 1932 al 34, en que
el Ayuntamiento socialista le impusiera el de Rosario de Acuña.
Dada su situación, tan cercana a los centros vitales de la antigua ciudad
ibérica y romana de Obulco, no seria aventurado señalar que en este paraje
pudiera haber estado instalada una gran pava o fuelle grande, de los que
utilizaban para avivar el fuego, en la fundición de metales y que una de
estas pavas pudo ser utilizada para fundir el cobre o la plata de que
están hechas las monedas de su célebre ceca monetaria y que el vulgo haya
venido arrastrando el vocablo, por tradición oral. Nada aseguramos.
(Nota: Los Pava fueron miembros de una familia que
residió en Porcuna en la Edad Moderna, hay al menos entre ellos un alcalde
y un sacerdote, esta familia dio nombre a esta calle, a una huerta “La
Huera de la Pava” y al pilar que estaba encima de ella y de cuya agua se
abastecía la huerta “El Pilar del Tío Pavo”).
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PEDRO CASTRO QUERO. DON
Virtuoso y activo misionero de la Compañía de Jesús, que ejerció su
apostolado, durante muchos años, en las Islas Carolinas, no sólo mientras
tuvo completas sus facultades físicas, sino cuando éstas le mermaron, a
causa de las enfermedades propias de los inhóspitos terrenos en que
ejercía su misión, que inutilizaron sus piernas, por lo que tenia que ser
trasladado por los nativos de un lado para otro, utilizando unas
parihuelas, para que no faltase la palabra de Dios a sus catecúmenos,
consiguiendo un gran proselitismo entre los indígenas.
Trasladado a la Península, en contra de su voluntad, ha dedicado su vida a
las misiones en ella, pese a la llaga purulenta que padecía en una pierna,
que no le impidió la fundación de la orden de mujeres "Obreras del Corazón
de Jesús", con casa madre en Villanueva de Córdoba, de donde era natural
la cofundadora, doña María Jesús Herruzo Martos.
Tras una larga estancia en la enfermería de la Cartuja de Granada, a donde
le llevó la obediencia, por ciertas diferencias con el señor obispo de
Córdoba, fray Albino, volvió al Noviciado de La Aduana de Córdoba, desde
donde continuó sus misiones por los cortijos de la provincia, su ocupación
predilecta y atendiendo espiritualmente a sus amadas hijas de
congregación.
Había nacido en Porcuna el día 11 de abril de 1873 y, tras predecir su
muerte, falleció en Granada el 19 de diciembre de 1963, perdonando a sus
perseguidores y haciendo alarde de un santo buen humor.
Como ya publicamos una pequeña biografía de este apóstol contemporáneo en
el Programa de Feria de Porcuna del año 1964, no queremos ser mas extensos
en el caso presente, pero no nos sustraemos a poner a vuestra
consideración unos versos salidos de su pluma, que son toda una semblanza
de su personalidad:
¿... Yo... para qué nací ...? Para extenderme,
A ser posible, por el mundo entero.
Otra cosa, decirme, es no quererme.
Es el golpe de muerte mas certero.
Ayudarme a que salga: Eso es moverme
A cumplir con mi fin, que es lo que quiero.
¿ Que debo, pues, hacer si no marchar
Donde mas Gloria a dios podamos dar ?
El día 30 de julio de 1954, el Ayuntamiento presidido por don Benito
Garrido Palacios, le dedicó la llamada calle de la Puerta del Mesón, a la
vista de sus méritos personales y de la relevante personalidad que
adquiriera en el seno de la Compañía de Jesús, que le consideró como uno
de sus mejores hijos de todos los tiempos.
Nació y se crió en la calle del Altozano y su padre era conocido por Juan
el de la Harina. Cuantas veces acudía a Porcuna para predicar en novenas
tradicionales o en misiones, gozaba con cambiar impresiones con sus
coetáneos, haciéndolo en un tono jocoso, pero impregnado de apostolado.
Bien merecido este pequeño homenaje de su pueblo natal.
PUERTA DEL MESÓN
Ésta era una de las llamadas Puertas de Córdoba y, para diferenciarla
de las otras, se le conocía por Puerta del Mesón o de Los Mesones, puesto
que eran dos las hospederías que había instaladas en esta calle: Una, en
la casa nº 11, que hoy habita el vecino Manuel Quero Torres y la otra, en
la nº 16, por Manuel López Navas, las cuales no han perdido todavía la
fisonomía de antiguas casas de postas.
Ambas estaban a la entrada del Camino Real, que en época romana se llamara
Vía Aurelia o Vía Augusta, según se desprende de los escritos de Strabón y
del Itinerarium de Antonino Pio, continuando por Cañete de las Torres,
Bujalance, Los Cansinos y Córdoba, de donde partía por dos caminos
distintos, hasta llegar a Sevilla, donde volvía a ocurrir lo propio, hasta
finalizar en Cádiz.
La calzada existente entre la Puerta del Mesón, con paso por la
Fuencaliente, desembocaba en el puente romano existente, todavía, sobre el
Salado de Porcuna, cuyo puente tuvo adosada una lápida con la fecha y
nombre del constructor romano, según el testimonio de algunos ancianos de
la localidad, pero el mal trato dado a este monumento de la antigüedad,
hizo desaparecer dicha lápida, quedando sólo el esqueleto de tres arcos de
dovelas, por los que se puede deducir la poca anchura del paso, situado
unos cien metros, corriente abajo, del actual puente de la carretera de
Torredonjimeno al Carpio.
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PEDRO FUNES PINEDA. DON
Honrado político liberal, abogado y propietario, muy amante de su
pueblo natal y padre amantísimo, muerto al iniciarse la Guerra Civil, el
día 14 de diciembre de 1936.
Había sido alcalde de Porcuna en el año 1907. Fomentó la vida industrial
de la Ciudad con la fundación de centros fabriles de tracción animal y
mecánica, en las ramas oleícola y harinera. Fue un labrador ejemplar y un
escrupuloso ganadero en la cría aballar, saliendo de sus cuadras
valiosísimos ejemplares, que eran adquiridos por los Depósitos de
Sementales de España.
Por la proximidad a la casa donde siempre vivió, le fue dedicada la
antigua calle de la Silera.
SILERA
La viciada denominación latina de "putcal", derivado de poteus potei:
pozo, empleada por los romanos para designar los silos o graneros, tuvo
una versión en Porcuna, no sólo dentro del perímetro del astillo, en cuyo
subsuelo los hay con profusión, (según pudo apreciarse al realizar las
obras de la aljibe existente en el patio central del actual mercado de
abastos y del propio mercado), sino fuera del mismo, como ocurre en la
calle de las Minas, de los que surtía el Molino Viejo y también en el
declive sobre el que está trazada la Silera, motivo este por el que, uno
de los concejales municipales de la antigüedad, la intituló de esta guisa.
Basta ver el desnivel con la superior calle del Barruelo, para darse
cuenta de lo fácil que resultaba construir cuevas o graneros, donde
guardar las municiones de boca.
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PEÑUELA
El motivo de esta denominación y la fecha en que la recibiera son dos
cosas que ignoramos.
Según referencias verbales de algunos ancianos, en la confluencia de esta
calle con la de la Monja, hubo una peña de regular dimensión, que era el
lugar de cita de los vecinos, en horas de asueto y no es extraña esta
circunstancia en Porcuna, toda vez que toda la ciudad esta asentada sobre
una meseta rocosa, en cuyas laderas aún se aprecian peñones desgajados de
la cantera común, como el llamado "Peñón Rebailador" y otros parecidos.
Durante la Segunda República recibió el nombre de General Riego y, a
partir del 1 de enero de 1937, volvió a llamarse Peñuela.
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PLAZA DE LA CRUZ
Se debe su denominación a una Cruz Dorada, sobre pedestal de piedra del
país, rodeada de verja de hierro forjado, que fue destrozada a raíz de los
sucesos del 18 de Julio de 1936 y que don Benito Garrido Palacios suplió
por la actual, al ser reconstruida la ciudad, una vez terminada la
contienda civil.
Durante el mes de mayo de cada año, era adornada por los vecinos con
plantas y flores y el Ayuntamiento organizaba verbenas en aquel lugar,
amenizadas por la banda de música del municipio.
También había velada el día de la Candelaria y, como en el día de San
Marcos, se quemaban en dicha plaza: espuertas, serones viejos y cuantas
materias combustibles sobraban en los domicilios, organizándose grandes
piras sobre las que saltaban constantemente la chavalería y alguna que
otra persona madura, con pretensiones de juventud y buen humor.
Entre los años 1932 al 34 se llamó Plaza de Sanchís Banús.
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PLAZA DEL GENERALÍSIMO
Con la entrada de los Ejércitos vencedores del General Franco, el
tantas veces mentado día 1 de enero de 1937, vino el natural cambio de
nomenclatura de la mayoría de las calles de la ciudad.
La principal plaza de la misma, que primeramente se llamara Plaza Mayor y
luego de La Constitución y en época socialista, de Pablo Iglesias, pasó a
llamarse Plaza del Generalísimo Franco, por disposición de la Primer
Gestora nombrada por el General Queipo de Llano, que presidía don Alberto
Barrionuevo Casado.
Durante la Dictadura de Primo de Rivera, ya le fue dedicada al Comandante
Franco la calle del Horcón, con motivo de su destacadísimo actuación en
África y la concesión al mismo de la Laureada de San Fernando, siendo
alcalde don Alfonso Barrachina Mancheño.
Durante la Segunda República hubo instalado en el centro de la misma y
sobre un pedestal, la efigie del líder socialista Pablo Iglesias, en
sustitución de una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que hubo
entronizada en dicho lugar, efigie que se debió al cincel del escultor
local Manuel Pérez Casado, que era pensionado del municipio.
Actualmente preside dicha Plaza un monumento al Sagrado Corazón de Jesús,
que fue costeado por suscripción popular.
(Nota: En la antigüedad su nombre fue La Plaza (a secas,
en ello se diferenciaba de la Calle de la Plaza), en el siglo XIX recibió
el nombre de Plaza de la Constitución y durante la Segunda República Plaza
de la República)
(Esta plaza lleva actualmente el nombre de
Plaza de
Andalucía)
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PLAZA DE JOSÉ ANTONIO PRIMO DE
RIVERA y Saenz de Heredia
Culto abogado jerezano, hijo del dictador don Miguel Primo de Rivera y
Orbaneja, que fundó Falange Española y que murió fusilado en Alicante. Por
conocida su ejecutoria, renunciamos a más detalles.
Esta plaza estuvo dedicada a don Emilio Sebastián González y fue el solar
que dejó libre el edificio del antiguo Ayuntamiento, cuando fuera
derribado, junto al Arco del Remedio, en el año 1881.
(Nota: Esta Plaza lleva actualmente el nombre de Porcuna
por la Paz)
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PLAZA DE LOS MÁRTIRES
El día 15 de marzo de 1895, siendo alcalde de la ciudad uno de sus mas
preclaros hijos, como ya hemos expresado anteriormente, se acordó la
expropiación de un caserón que en la calle Villa poseía la Excma. Señora
doña Ana Josefa Mendoza, Marquesa de Blanco Hermoso, al objeto de
derribarla y, en el solar vacante, construir la tan necesaria Plaza de
Abastos. Se indemnizó a la propiedad con la cantidad de mil pesetas y se
procedió a su demolición.
La inconstancia de la política de la época, entre liberales y
conservadores, impidió la realización de esta mejora. Don Luis Aguilera y
Coca, su promotor, no vio cuajado su deseo, ya que le sorprendió la muerte
sin poderlo realizar, pero el solar de la misma ha venido siendo utilizado
como tal mercado, hasta la construcción del actual.
En el año 1895, el regidor don Eulogio Ruibérriz de Torres, fue quien
solicitó y consiguió que se impusiera a dicho solar el nombre de Plaza del
Progreso, que fue el primitivo.
(Nota: Actualmente recibe el nombre de Plaza de la
Constitución)
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PLAZA DE SAN JUAN
Conocida vulgarmente por el Llanete de San Juan, debe su nombre esta
plaza a la existencia en la misma de la iglesia de San Juan Evangelista.
Tras las elecciones del 16 de febrero del 36, se le impuso el nombre de
Carlos Marx.
Al reconquistarla el Ejército del General Franco, volvió a su antigua
denominación.
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PLAZA DEL GENERAL SANJURJO
Jefe del Levantamiento del 10 de agosto de 1934, complicado también en
el del 18 de julio de 1936, contra los gobernantes de la Segunda
República, que encontró la muerte en Portugal, junto al piloto Sr. Ansaldo,
cuando se dirigía a España para colaborar con el General.
CERRAJEROS
Vulgarmente era y es conocida esta plaza por el nombre de
Llanete de los Cerrajeros, por residir en sus contornos muchos artesanos
de esta rama.
Posteriormente, el 30 de diciembre de 1925, y a instancias del doctor don
César Sebastián González y de un numeroso grupo de vecinos, la alcaldía
dedicó esta plaza al competente y caritativo médico local, don Florencio
Quero Cámara, que había sido médico titular del Ayuntamiento durante
cincuenta años y al que tanto debían los pobres.
Entre los años 1932 a 1934, recibió el nombre de Plaza de Alcalá Zamora.
La gestora presidida por don Benito Garrido Palacios fue la que le impuso
el nombre que actualmente ostenta.
(Esta plaza lleva actualmente el nombre de
Presidente Adolfo Suárez) |
PRESBÍTERO MANUEL PÉREZ CASADO
Este sacerdote, nacido en Porcuna, era conocido vulgarmente por el
sobrenombre de " El Cura del Guardilla ", por la pequeña estatura de su
padre, que fue guarda de campo.
Por razones de índole particular, marcha a residir en Madrid y, gracias a
sus buenas dotes de simpatía y talento, logró introducirse en la Corte
Real, de cuya casa palacio fue confesor y capellán.
Su carácter impulsivo y patriótico pudo llevarle, en una ocasión, a un
serio disgusto:
Presidía don Alfonso XIII un acto oficial, al que asistía nuestro paisano
y, al tiempo de pasar junto a él el Monarca, trató de abrazarle en un
momento de irrefrenable cariño hacia su persona.
No lo entendió así la Guardia Real y a punto estuvo de ser herido, sino
muerto, por las defensas de la misma, sino es por la rápida intervención
de don Juan de la Cierva Peñalver, conocido y amigo de este sacerdote, al
que identificó momentáneamente como al capellán de palacio.
Quería mucho a Porcuna y sus paisanos, a los que ayudaba
desinteresadamente desde su alto cargo.
Los últimos años de su vida los pasó en su ciudad natal y, aunque
achacoso, ejercía su ministerio sacerdotal en la ermita de San Cristóbal,
a la que atendía con esmero, ayudado por sus familiares.
Falleció en su domicilio de la calle de La Rivera nº 13.
En sesión de 20 de enero de 1944, presidida por don Benito Garrido
Palacios, se acordó dedicarle esta calle. Por privilegio especial, usaba
borla verde en su bonete.
RIVERA
Por estar construida sobre ambas riveras de una arroyo que, partiendo
de San Cristóbal, vertía las aguas pluviales en el Albercón y conducía las
sobrantes al lugar conocido por "Las Aguas", que es el lugar comprendido
entre el Muro y Las Puertas de Córdoba, esta calle recibió la denominación
popular de Rivera.
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PRIMERO DE ENERO
En realidad, esta calle es la prolongación de la de Canalejas, primera
de las construidas en el Haza de Napoleón, que fue continuada por la
dirección General de Regiones Devastadas, al ser incluida Porcuna en el
Plan Nacional y ser adoptada por el Generalísimo Franco y debe su nombre a
un acuerdo de la Corporación Municipal de fecha 29 de mayo de 1942, en
memoria del día en que la Ciudad fue conquistada por las fuerzas de
Franco, en el 1937, tras un cruento bombardeo por la parte de unos veinte
aviones de varias clases, que colaboraron con las fuerzas de tierra de los
tenientes coroneles Redondo García y Gómez Cobián, artillería del primer
Regimiento Pesado de Córdoba, Policía Montada de Sevilla, Segundo Batallón
de Cádiz nº 33 y Segundo Tabor de Regulares de Melilla y una Bandera de
Falange que hubo estacionada en el frente de Cañete de las Torres, como ya
dijimos al hablar del general Queipo de Llano.
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PULIDO BURGOS. D. ANTONIO
Fue un destacado elemento de derechas y un labrador
ejemplar.
Pese al buen trato que siempre dio a la clase trabajadora, murió a
consecuencia de los sucesos ocurridos al inicio de la contienda civil de
1936.
Por acuerdo municipal de fecha 27 de mayo de 1955, le fue dedicada la
anteriormente llamada calle Polavieja.
POLAVIEJA
Corría el año 1895. Los separatistas cubanos, capitaneados por Maceo y
Gómez, se sublevaron nuevamente, ayudados por Estados Unidos. Fomenta esta
nación otro levantamiento en Filipinas y tiene España que mandar a sus
posesiones de Ultramar a lo más selecto de su Ejército y Marina. Allá
fueron Martínez Campos, Weiler, Polavieja y los almirantes Cervera y
Montojo.
A la vista del heroísmo a prueba de Polavieja, el Ayuntamiento le dedicó
esta calle, que, durante el periodo republicano ostento el nombre de
Doctor Carracido.
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