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Callejero de Porcuna
CALLEJERO COMENTADO
DE LA
CIUDAD DE PORCUNA (Jaén)

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TENIENTE CORONEL REDONDO
Plano de la calle en el Catastro

Corrían los últimos días del mes de diciembre de 1936 y las fuerzas del General Franco, mandadas por los tenientes coroneles Gómez Cobián y don Luis Redondo García (éste del Tercio de Requetés), venían apretando el cerco de Porcuna, desde sus posiciones de Valenzuela y Lopera, respectivamente, ayudadas por el comandante don Manuel Sagrado desde Cañete de las Torres, que dio como resultado la conquista de la Ciudad, el tantas veces repetido día 1 de enero de 1937.
Por tales hechos de armas, así como por el comportamiento y cariño demostrados con la población civil por este ilustre militar en momentos de necesidad y peligro, el Ayuntamiento presidido por don Benito Garrido Palacios le dedicó una de las nuevas construida en el Haza de Napoleón, en el año 1943.

TENIENTE ESCOBEDO
Plano de la calle en el Catastro

Don José Escobedo Ruiz, el más señalado héroe de la División Azul Española, durante la Segunda Guerra Mundial, en la que consiguió la Cruz de Hierro de primera clase (Alemana); la Medalla Militar Individual (española) y propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando, si bien nació en la Carolina (Jaén), fue traído a Porcuna cuando era muy pequeño y en ella se crió, hasta su incorporación a las filas del Ejército de Franco, en calidad de voluntario, como veremos seguidamente.
Su padre fue propietario de un establecimiento de tejidos que hubo en la calle Marqués de Acapulco, y su madre: una santa mujer, de honorable familia porcunense, encaminaron los primeros pasos de nuestro héroe por el camino del sacerdocio, enviándolo al Seminario conciliar de San Felipe Neri de Baeza.
Abandonó más tarde los estudios y, al liberarse la ciudad en 1937, se enroló en las milicias locales de Falange. Aprovecha la incomunicación con La Carolina, falsea la edad, en un exceso de patriotismo, y se hace Alférez Provisional.
Terminada felizmente la campaña, es destinado al Batallón Ciclista de Jaén.
Al formarse en Jaén el Batallón de Voluntarios de la División Azul por el heroico comandante, Don Miguel Román Garrido, se alista en el mismo y marcha a Rusia.
Dos veces resulta herido de gravedad: La primera, el día 27 de octubre de 1941, siéndole concedidas varias cruces alemanas.
Evacuado a un hospital y sin estar aún convaleciente de las heridas, escapa del mismo y se incorpora al frente de batalla, con la consiguiente amonestación paternal del general don Agustín Muñoz Grande, que entendió perfectamente la intención de "aquel teniente imberbe de veintiún años", como lo señaló un célebre cronista de guerra alemán.
La segunda vez, al establecer una cabeza de puente en el Río Volchof, un día 27 de diciembre del mismo año de 1941, cruzando el río a nado y poniendo en fuga al enemigo ruso.
Cayó prisionero y logró evadirse, tras una sangrienta lucha con sus guardianes, a los que fue eliminando, uno por uno, a punta de bayoneta, auxiliado por su asistente andaluz y manteniendo dicha cabeza de puente, a pesar de estar muy mal herido.
Trasladado nuevamente al hospital de campaña y, enterado de su heroica acción nuestro embajador en Alemania, Excmo. Señor Conde de Mayalde, acudió rápidamente a visitarlo y, a presencia de los jefes de la División Azul, le impuso la Medalla Individual, utilizando la que dicho diplomático ganara en la Guerra Civil Española en Chapinería, que arrancó de su pecho para imponérsela a Escobedo.
El mando alemán le impuso en ese mismo momento la Cruz de Hierro de primera clase.
Otro célebre cronista de guerra alemán difundió por toda la prensa del país la siguiente crónica, comentando dicho combate: "Un teniente español el teniente Escobedo acapara sobre todos la admiración, con sus veintiún años apenas estrenados. Convaleciente aun, de las heridas sufridas no hace mucho, fue el primero en lanzarse al combate, en persecución del enemigo, arrastrando en pos de si a sus camaradas este joven español es casi un héroe legendario".
Con las referencias que escuchamos de sus labios, habría para escribir durante mucho tiempo, pero se impone la brevedad en este caso.
Repatriado a España con su unidad, volvió a prestar servicio en el Batallón Ciclista de Jaén, a cuya capital llegó el día 27 de febrero de 1942, donde le fue rendido un homenaje popular y uno muy singular de su Batallón.
En la tarde de ese mismo día marchó a Porcuna, acompañado de todas las autoridades provinciales y numeroso séquito, donde le fue hecho un inenarrable recibimiento, pudiendo Escobedo apreciar el cariño y el orgullo de sus paisanos, que elogiaban sus buenas cualidades humanas y sus hechos de armas, que él relataba con sencillez de un niño, sin darle importancia alguna y atribuyendo todo el mérito a sus subordinados.
Víctima de las heridas recibidas en el frente ruso, murió en el Hospital de Jaén, el día 27 de abril de 1944, rodeado de familiares y amigos y del jefe de su batallón, comandante Román, constituyendo su entierro una verdadera manifestación de duelo.
El acuerdo de dedicarle una calle fue tomado en sesión presidida por don Benito Garrido Palacios, el día 22 de noviembre de 1941.
La Medalla Militar propia la costeó la Corporación Municipal y fue confeccionada en los talleres de joyería cordobeses de don José María del Campo, importando la cantidad de tres mil pesetas, siéndole devuelta la suya al Sr. Conde de Mayalde.
Su prematura muerte le privó del Juicio Contradictorio para la concesión de La Cruz Laureada de San Fernando, para la que estaba propuesto.

CORONADA

Con esta denominación común se conocían la plaza y calle que hoy lleva el nombre de Teniente Escobedo.
La denominación de Coronad se debe a que los edificios existentes entre la Calle Villamil y el llamado vulgarmente Llanete de Carlicos, que primeramente fueron la ermita y el hospital del Niño Jesús, más tarde hospital y convento de Santa María de la Coronada, de hermanos hospitalarios, después albergue para peregrinos, sacerdotes y transeúntes, bajo la denominación de San Félix de Cantalicio y, últimamente, sede administrativa del priorato calatravo que, bajo esta advocación, se fundó en el año 1238 y fue cedido a los hijos de San Juan de Dios, aunque después se fundara un segundo, en el año 1397, siendo maestre don Gonzalo Núñez de Guzmán, con el título de San Benito, se debe tal nombre, decimos, a la coincidencia del nombre del hospital que fundaran los hermanos hospitalarios en estas casas de Porcuna, hoy señaladas con el nº 8, por ser éste el nombre que ostentaba en Fortuna (Murcia), que era de donde venia la fundación y que tuvo que cerrar sus puertas en dicha ciudad murciana, por falta de medios económicos con que poderlo atender.
En el capítulo de Beneficencia y Sanidad de nuestra Historia de Porcuna, explicamos con todo detalle todos estos pormenores.

(Nota: Recibe esta plaza el nombre de la Coronada porque en ella estuvo enclavada la iglesia del priorato de este nombre, que se hundió a principios del siglo XVI y aunque existen los planos para su reedificación, nunca se llevo a efecto. En la casa colindante a la plaza, calle Pozo Tejero nº 1 y 3, estuvo situada la residencia de los priores hasta la Desamortización, nunca estuvo en ellas el hospital de la Coronada, este hospital como ya se ha dicho estaba en la calle Real frente a la iglesia)

TENIENTE JOSÉ OLLERO MORENTE
Plano de la calle en el Catastro

Marchó joven a la Academia Militar y a la salida de la misma, fue destinado a África e ingresó en la Legión Extranjera, con el grado de teniente. Participó en muchos combates, hasta encontrar gloriosa muerte, el día 14 de septiembre de 1924, en el Macizo de Kalaa, cerca de Xauen, al frente de su sección de legionarios.
De su bravura y heroicidad nos habla con bastante elocuencia Una comunicación del jefe del Tercio a que pertenecía, así como el telegrama que el Alto Comisario de España en Marruecos dirigiera al Ayuntamiento de Porcuna, con fecha 3 de octubre de dicho año, cuyo contenido sintetizamos de esta forma:
" Participo a V.S. la triste noticia de la heroica muerte del teniente de este Tercio, don José Ollero Morente, hijo de Porcuna, para satisfacción y orgullo de la misma, ocurrida en el combate de 14 de septiembre de este año, en el macizo montañoso de Kalaa, siendo digno del mayor elogio su proceder, al frente de sus legionarios, dando ejemplo de Temerario valor, lanzándose al combate a cuchillo, contra numeroso enemigo que asediaba el bloqueo, en cuyo socorro acudía la Bandera de que formaba parte, siendo calificado de " Brillante y heroico " su comportamiento y "honra de su apellido, del Ejército y de España".
El Ayuntamiento a petición de don Emilio Sebastián González, le dedicó la calle de la Palma, en cuya casa número cuatro había nacido, perpetuando con una lápida esta gesta gloriosa y expresó su pésame corporativo a la familia del finado.
 

PALMA

Desconocemos el origen de este nombre

TOLOSA
Plano de la calle en el Catastro

Abreviatura del histórico municipio de la provincia de Jaén, próximo a La Carolina, donde Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, en estrecha unión contra el invasor, un día 16 de julio de 1212, libraron una decisiva batalla que dio al traste con las intenciones del Miramamolín, de apoderarse de toda España, al frente de sus bereberes, Almohades, moros andaluces y etíopes, dejando sobre el campo de batalla unos doscientos mil moros, salvándose de milagro de ser apresado, pese a que su tienda estaba defendida por diez mil negros sudaneses, con picas en la mano y atados con fuertes cadenas, como muralla respetable para guardar a tan "respetable" persona, que leía el corán tranquilamente, mientras se desarrollaba la batalla que ganaron los españoles cristianos.
Debió de ser dedicada esta calle antes de 1860, toda vez que no lo acusan los libros de actas municipales.

TOMÁS JURADO TORRES
Plano de la calle en el Catastro

Don Tomás Jurado de Torres fue un inteligente hombre de negocios, activo y trabajador, que ocupó la alcaldía de la Ciudad en el año 1921 al 22, desarrollando una patriótica labor, pese al poco tiempo que permaneció en el mando. Era un viril elemento de derechas, perfectamente definido, ejemplar padre y esposo y un católico práctico.
Incrementó y mejoró la bodega de vinos que en la llamada "Viña de Bartolo" instalara su padre, don Bartolomé Jurado Parrón, acreditando los caldos y especializando el embotellado con el vino denominado " Flor de Andalucía ".
En la fábrica de aceites de su padre político, don Ricardo Dacosta Ortega, instaló una pequeña refinería de aceites de oliva, registrando los productos obtenidos con el nombre de "La Corona ", que llegaron a obtener un justo renombre.
Detenido al principio de la Guerra Civil, murió a consecuencia de los sucesos por ella desencadenados el día 14 de diciembre de 1936, en la carretera de Torredonjimeno.
En fecha 27 de mayo de 1955 le fue dedicada por el Ayuntamiento la calle de Villamil.

VILLAMIL

General ecuatoriano que lucho contra España por la independencia de su país.
Había nacido en Luisiana (Estados Unidos) el año 1789. Vino a Europa en busca de adictos que apoyaran su causa de independizar de España a toda Hispano América y si no consiguió grandes ejércitos que combatieran contra nosotros, logró que los mal llamados liberales españoles, apoyaran dicha causa contra su propia patria y que, a su muerte, le dedicara el Ayuntamiento de Porcuna una calle, muerte que tuvo lugar el día 12 de mayo de 1866, en una época en que resultaba elegante ser masón, anticlerical y liberal.
Por no herir sentimientos y en evitación de posibles suspicacias, silenciamos el nombre de los promotores de tan peregrino homenaje, perpetuado por las siguientes generaciones de gobernantes, ignorantes, de la personalidad del homenajeado.

TORIBIO HERRERO LÓPEZ. DON
Plano de la calle en el Catastro

Nació el 27 de abril de 1854 en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y murió en Córdoba, en la casa nº 22 de la calle de las Cabezas, el 22 de noviembre de 1915.
Era abogado y catedrático de latín, psicología y lógica del Instituto de Enseñanza Media de Córdoba, donde dejó una magnifica secuela de agradecimiento, bondad y simpatía.
Casado con una dama de la buena sociedad porcunense, en esta ciudad solía pasar sus vacaciones y días libres y llegó a tomarle tal cariño, que fue considerado como un hijo adoptivo de la misma.
Recogió en un pequeño diccionario el vocabulario popular de Porcuna y es el autor de un folleto titulado " Noticias de la Villa de Porcuna " que fue utilizado para sus propios fines por un conocido historiador de la época. En dicho códice se hablaba de hallazgos históricos hechos por don Toribio, pero utilizados por el aprovechado historiador.
El 1 de noviembre de 1883 fue nombrado secretario del Ayuntamiento, de manera interina, hasta el nombramiento en propiedad de don Fernando Aguilera y Coca.
En el mes de marzo de 1886 fundó un Colegio de Segunda Enseñanza, en unión de don Luis Vallejos, que tuvo una vida efímera, pese a los buenos deseos de ambos.
Por la simpatía que el vecindario y autoridades le profesaban y por el interés que siempre se tomó por las cosas de la Ciudad y por su historia, el Ayuntamiento le dedicó la antigua calle de Pozo Tejero.

(Nota de su biznieto José María de Torres Medina: "Fue Licenciado en Derecho Civil y Canónigo y en Filosofía y Letras. Estuvo casado con Dña. Isabel López Olivan , natural de vecino pueblo de Valenzuela (Córdoba). El 17-03-1887, Don Alfonso XIII y su madre la Reina Regente Dña. María Cristina le concede el título de Caballero de la Distinguida Orden Española de Carlos III, y posteriormente el 06-12-1894 le concede el título de Comendador Ordinario de la misma Orden. El colegio de segunda enseñanza bajo la advocación de Nuestro Padre Jesús Nazareno".)

POZO TEJERO

Por un caudaloso pozo, denominado Tejero, que hubo y hay junto a la casa en que vivió don Toribio, que fue adquirido por el labrador y fabricante de aceites, Benito Palomo, cuyas aguas utilizó y siguen los herederos utilizando, para las atenciones de la fábrica que poseen en la calle Ruy López.

TRAFALGAR
Plano de la calle en el Catastro

Corría el año 1805 y Napoleón Bonaparte comenzaba a hacer sentir el peso de sus triunfos por casi toda Europa. Tras el triunfo de Austerliz, la Escuadra Española, unida a la francesa, era destrozada por otra inglesa, al mando del almirante Nelson, en aguas de Trafalgar.
En esta batalla se cubrieron de gloria Gravina, Cisneros y Churruca, frente a la vergonzosa huida del almirante aliado, Dumanoir.
La Armada que el Marqués de Ensenada creara con tanto esmero, quedó completamente deshecha.
Siendo alcalde son Emilio Sebastián, en el año 1912, fue inaugurada esta calle, imponiéndosele el nombre de Trafalgar, en memoria de dicha batalla.

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