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DIÁLOGOS DEL TÍO BENITO:
ALHARILLA 2005
 

-         ¡Buenos días, señoras y señores!

-         ¡Buenos días, Tío Benito! Parece que hoy no me ha saludado con el mismo entusiasmo de otras veces. ¿Le sucede algo?

-         ¡Qué va! Lo que pasa es “qu’este” año ha “sío” “to” lo contrario del anterior. ¿”T’acuerdas” que la gente no se pudo poner en los “alredeores” de la casería del Sordo por lo “qu’había” llovío”? Pues bien, esta romería “pacía” “qu’estábamos” en “El Sájara”. ¡Qué polvarines se levantaban por menos de “na”! Como no ha “llovío” “dende” hace un montón de meses, “to” está más seco que la pólvora. Otra cosa no, pero agua “l’hemos” “pedío” “to” el mundo a la Virgen. ¡Qué ruina tenemos encima como siga sin llover!

-         Tío Benito, desde que lo conozco, y ya son muchos años, es la primera vez que lo veo así después de una romería. Con lo que me está diciendo, lo habrá pasado mal y tendrá poco que contarme.

-         Tú sabes “qu’hay” un refrán que dice: ”Al mal tiempo, buena cara”. Aunque “me s’habían” “secao” las cuarenta y cinco estacas que tengo, y estaba “entristecío”, conforme “s’acercaba” la romería, me dije: “Benito, no es correcto lo qu’estás haciendo. En cuanto viene un año malo, no tienes ganas de romería ni de na. ¿Qué va a pensar la Virgen de l’Arilla de ti?”.   Así que corrí un ”tupío” velo, como dicen ahora, y me dispuse a celebrar un año más las fiestas en honor de Nuestra Patrona.

-         ¡Qué peso me quita de encima! Pensé que este año me quedaba sin enterarme de sus peripecias en Alharilla. Tiene razón en lo referente a la sequía y a las bajas temperaturas, que han hecho que se sequen muchos olivos en Porcuna con la consiguiente repercusión en la economía local. ¿Se habrá notado en la romería?

-         ¡Ni un chispo! Porcuna, por si no lo sabes, es “mu” rico y, entre lo que la gente tiene y lo que mandan “p’al” paro, hay “muncho” dinero. ¡Ea, porque sabemos los mesecitos “qu’hemos” “pasao”, porque en “l’Arilla” no “s’ha” “notao” “na”! ¡Qué “peazo” romería hemos “tenío”! ¡Qué orgullosos pueden estar Ani y José María, los mayordomos, con la respuesta que les ha “dao” el pueblo!

-         Por cierto, antes de que empiece a contarme, ¿qué ha pasado con El Humilladero?

-         ¡”Menúo” revuelo se lió en las vísperas! Como sabes, están arreglando la carretera que va “dende” Porcuna a Arjona y, como pasa por “l’Arilla”, dijeron que, “pa” ensancharla, iban a quitar “El Humillaero”. ¡Qué bonito!¡Eso no se lo creen ni ellos! En cuanto se comentó el tema en el pueblo, la gente empezó a mosquearse y había versiones “pa” “tos” los gustos. Lo que sí estaba claro, es que no íbamos a consentir que desapareciera una de las cosas más importantes de nuestra tradición romera.

-         Entonces, ¿en qué quedó el tema?

-         Una tarde, “m’encontré” en La Carrera al Presidente de la Cofradía y le pregunté. Me contestó que “to” estaba “controlao” y  no había que preocuparse. Así que, aunque arreglen la carretera, nuestro “Humillaero” seguirá en su sitio.

-          Cambiando de tema, ¿es cierto que los caballos tuvieron problemas con un mosquito?

-         Eso fue lo del mosquito azul. Ese insecto le pica a las cabras y a las ovejas y se les pone la lengua “d’ese” color; pero a los caballos, no. ¡Lo “qu’hace” falta es que se pongan de moda los mosquitos de colores y “ca” año salga uno!

-         Y con La Farola, ¿qué pasó?

-         “Na”, que van a tener que ponerla de goma o como esos muñecos de los nenes que, aunque los trepes, se ponen otra vez en pie. ¡Qué puntería más mala tiene mi amigo “El Chato”, el que lleva la pala del Ayuntamiento! ¡Tres veces tuvo que pasar “pa” darle! Esto es broma, porque, el hombre, pasó un mal rato. Estaba echando “l’arena” “pa” los caballos y, sin querer, al hacer una maniobra le dio. ¡Te “pues” imaginar la que “s’armó” con el montón “d’espectaores” “qu’hay” siempre en La Baranda y en la puerta de La Píldora! Yo no lo vi, pero me lo contaron. Cuando al mediodía “m’encontré” al palista, “me s’ocurrió” decirle: “Además de chato, eres cegarruto. ¡ Mira que nesecitar tres veces pa tirar La Farola! ¿Es verdad que te la van a descontar de tu sueldo?”. “¡Un pa  güevos, me van adescontar!” – me replicó con la voz fina y “aterciopelá” que tiene. Sea por una cosa o por otra, el caso es que, como sigamos así, el Ayuntamiento nos va poner un “gabarro” especial “pa” arreglar farolas, porque llevamos dos en “na” de tiempo.

-         Tío Benito, una tarde salí de paseo y me pareció ver un Land Rover con un carrito detrás. Como no estamos en época de aceituna, me extrañó mucho, pero no pude averiguar de qué se trataba.

-         ¡Cómo se nota que sales poco! “Pa” que “t’enteres”, este año “s’han” puesto de moda esos carritos “enganchaos” a un vehículo. Se juntan los amigos, apañan “comía” y “bebía”, lo cargan “to” en el carrico y aquí los tienes dando vueltas por el pueblo comiendo y bebiendo. ¡”Menúos” “semos” en Porcuna! ¡Cómo nos dé por una cosa, no hay quién nos pare! Han “salío” tantos que, según “m’han” dicho, van a poner una ITV “pa” pasar la revisión antes de “ca” romería. La gente tiene “muncha” imaginación y los han hecho de “munchas” clases: rociero, tipo diligencia, “acitunero”, con volantes, con aire “acondicionao”, con música... Y una cosa “mu” importante que “me s’olvidaba”, con sus respectivos nombres: “El Porcunero Romero”, “Alegría de Romería”, “El Alharillero Tardón”, “¡Qué fresquitas las llevo!”, “El Pata Negra”, “El que faltaba”, “El Correcaminos”, etc. etc.

-         Creo que va siendo hora de que me cuente algo sobre la Ofrenda de Flores.

-         Poco voy a poder contarte porque tuvimos un “poblemilla” y, cuando acordamos, “s’había” “pasao” la hora. De “toas” maneras, pusimos el “arradio” y estuvimos escuchando “Radio Élite” de Arjona que, aunque no dio “munchos” detalles, dijo lo suficiente “pa” imaginarnos el ambientazo “qu’había” en La Plazoleta “pa” llevar flores a Nuestra Patrona y empezar así la romería. Hasta esa tarde no me di cuenta de la cantidad de negocios “qu’hay” en Porcuna. Por ejemplo, decían: ”Ani y José María, los mayordomos, tienen los brazos dormíos de recoger ramos de flores y dárselos a Mode y Toni ‘Candil’ pa formar el tapiz alredeor del cuadro de la Virgen de l’Arilla”. Entonces, se paraba el locutor y ponían un montón de anuncios. Uno que me llamó “l’atención”, fue el de Miguel “El Calero”, porque yo no sabía “qu’esas” cosas “s’anunciaban” por el “arradio”.

-         ¿Qué anuncio le llamó tanto la atención?
 

-         Al final, “to” fue un “malentendío”, porque me pilló distraído y sólo entendí: “Miguel vende pollitas”. Yo sé que Miguel está hecho un buen negociante y vende de “to” y, como en estos tiempos no te “pues” extrañar de “na”, pensé: ”Mira, otras cosas más raras s’han vendío”. Mi mujer, “qu’estaba” al “lao”, “m’adivinó” el pensamiento: “Benito, que son pollitas ponedoras, y no lo qu’estás pensando. ¡Qué no te mueves del mismo roalico!”.
El caso es que, aunque no estuve, “m’enteré” de lo “felomenal” que resultó el acto “amenizao” por nuestros coros romeros y otros de pueblos vecinos.

-         Supongo que iría a escuchar el pregón.

-         Bien “trempano” estábamos mi mujer y yo viendo a la Virgen, rezándole y pidiéndole por “toas” esas cosas que le pedimos, aparte de darle las gracias por permitirnos pasar otra romería. ¡Qué guapa estaba! Al mirarle la cara, se “l’adivinaba” lo contenta “qu’estaba” viendo como sus hijos de Porcuna, un año más, acudíamos a rendirle tributo como la Reina de nuestros corazones.

-         ¿Hubo mucho público en el salón de la cofradía para escuchar a Francisco Millán Salas?

-         ¡”Abarrotao”! ¡Se quedó chico “pa” tanto personal! Lo que “t’he” dicho otras veces: la gente ha “incorporao” este acto como un ingrediente más de nuestra romería y no se lo quiere perder. Además podemos presumir de los pregoneros y pregoneras “qu’hemos” “tenío”.

-         ¿Cómo estuvo el de este año?

-         Como uno ya no va conociendo a la gente joven, por los “apellíos” no lo sacaba, pero, en cuanto lo vi, lo conocí. ¡Vaya hombre “preparao”! En Porcuna, “munchas” veces no valoramos lo importantes que son “munchos” de sus hijos, “qu’están” destacando por ahí en montones de cosas. Yo no sabía que Francisco está de Profesor en una Universidad de Madrid y es “to” un personaje dentro de lo suyo. ¡Chochicos estaban sus padres y demás familiares escuchándolo; lo mismo que “tos” nosotros, que nos quedamos con la boca abierta oyendo “to” lo que decía a la Virgen y cómo se lo decía! Una cosa que no “m’explico” es “pa” qué llevó los papeles, porque dijo el pregón casi sin mirarlos. ¡Qué “peazo” aplauso se llevó cuando terminó!

-         ¿Qué hizo después?

-          Como siempre, fui a felicitar al pregonero. Cállate que me crucé con Casto, el “enteraillo” ese que presentaba lo de las flores, y llevaba una cara “mu” mala. Aunque no me cae “mu” bien, le pregunté qué le pasaba, y me contestó: “Na, que después d’escuchar a Francisco, como yo soy el próximo pregonero, voy a devolver a ‘Villica’, el mayordomo del 2.006, los cuarenta mil duros antiguos que m’había adelantao por mi trabajo; porque, después de lo “d’esta” noche, no estoy preparao pa pregonar la romería del año que viene”.

-         Entonces, es cierto que Casto será el pregonero del 2.006.

-         ¡”Apañaos” estamos! Cuando me lo dijeron, pensé: “¡Qué poca vista ha tenío ‘Villica’! ¡Con la gente qu’hay en Porcuna y, mire usted, en quién ha ido a enfijarse!”. ¡A ver si llega pronto el mes de mayo “pa” ver qué nos dice el “sabeor” ese!

-         Tío Benito, veo que no puede disimular lo poco simpático que le cae este hombre. Ande, deje el tema y siga contándome.

-         Después de felicitar al pregonero, estuve ayudando a recoger las bancas del salón. Terminé “jatillao”, porque tuve de compañero al hijo de Frasco “Lagarto” y, como es joven, ¡no veas cómo achuchaba! ¡Qué tiempos aquellos cuando formaba pareja con Francisco “Candil”! Tardábamos más en recogerlos, pero los recogíamos. ¡Qué “panzás” de reír nos pegábamos! Llevábamos una banca, nos sentábamos en otra, nos contábamos un chascarrillo y no nos levantábamos hasta que Luisito “Esparraguito” nos daba un bocinazo.

-         ¿Qué le ha sucedido a Francisco para que no le acompañe?

-         Él dice “qu’está” “mu” mal de la cintura, pero yo “ca” vez lo veo más flamenco “subío” en su carruaje o en su caballo. “To” es que “s’ha” “dao” cuenta que tiene “munchos” dineros y, como además, es presidente de la Peña “Los Romeros”, no se “quié” dar un mal rato.

-         Como es habitual, me lo imagino en el salón de los mayordomos tomándose una copita.

-         ¡Cómo lo sabes! Pero no fue una, que fueran unas cuantas.

-         Si usted no va, no pasa nada; pero si va, carga.

-         ¡Qué fama más mala tengo! Lo que pasa es que, cuando uno está “agustico”, no eres capaz de decir que no. ¡Qué ratico más bueno eché con los mayordomos, con sus hermanos y con un montón de amigos, “qu’estaban” allí! También estuve con Florencio Moreno, el padre de José María. No me gusta “muncho” juntarme con él porque “semos” casi de la misma quinta, pero sabe cincuenta millones de veces más que yo. ¡Mira que “s’acuerda” de cosas! ¡Ea, sabe más “qu’un” “letrao”! Si tú quieres saber algo de Porcuna o de lo que sea, no tienes más que preguntárselo o ir a su casa: echa mano de su memoría  o de sus papeles y te da “relojina” de “to”. ¡Qué contento estaba “rodeao” de familiares y amigos!

-         ¿Qué ambiente encontró en el salón?

-         ¡Te lo “pues” imaginar! Con la buena gente que son los mayordomos y sus familias, allí estaba “to” Porcuna. Lo primero que hice fue saludarlos y darles la enhorabuena. Aquí los tienes que, “na” más abrazarlos, empezaron a hacer puchericos. A Ani sólo se le saltaron las lágrimas, pero a José María se le cayeron un par de lagrimones que, porque el piso del salón es resistente, sino pone chorreando a mi amigo Rafael Zumaquero, “qu’staba” vendiendo “melladas” y estadales en el piso “d’abajo”. Con las lágrimas, “qu’ha” “echao” José María “dende” que dijo ser mayordomo hasta después de Las Flores, podía haber “regao” un par de fanegas tierra. Con lágrimas y “to”, estaban orgullosísimos; porque habrá gente que tenga devoción a la Virgen de “l’Arilla”, pero más “qu’ellos”, no. ¡Qué guapa estaba Ani y qué bien le sentaba la banda de mayordoma! Eso le dije a su “marío”: “Ten cudíao que tú eres Bueno y tu mujer está mu...”. No pude terminar la frase, porque se presentaron “pa” saludarme Luis y Antonio, sus hermanos, que también traían los ojos “coloraos” como tomates. Eso decía Cloti, la mujer de Antonio, al verlo un poquillo descompuesto: “¡Y pensar que yo m’enamoré d’esos ojazos!”.

-         Con tanto saludo y tanto cumplido no tendría tiempo de tomar nada.

-         ¡Hubo tiempo “pa” “to”! Por cierto, “m’habían” dicho “qu’estos” mayordomos eran un poquillo sosos y no sabían bailar sevillanas. ¡”Qu’equivocá” está la gente! ¡Corraleras las pedía José María! Cuando mi amigo José Cobo Alba, “qu’era” el de la música, puso una copla, el mayordomo agarró a la mayordoma “d’un” “puñao” y ¡vaya pareja graciosa bailando! No sé si sabrás que José María ha “sío” uno de los mejores porteros “qu’ha” “dao” el “fúrbol” de Porcuna. Como ha “pasao” el tiempo, pensé “qu’estaría” un poquito fondón, pero “m’equivoqué”; porque tú sabes que, “pa” bailar ese tipo de sevillanas, hay “qu’estar” “mu” ágil y “mu” bien de pies. ¡Vaya piripi “qu’está” hecho!¡Qué cruces!¡Qué revueltas!¡Qué forma de mover los brazos!¡“Pacía” “qu’estaba” despejando balones dentro del área! “Na”, que, cuando terminaron, se llevaron un aplauso casi como el del pregonero.

-         Tío Benito, Luis, el hermano de José María, ¿es el que tocaba la guitarra con “Los Dinamitas”?

-         ¡Si señor! Con Pepe “Bichomalo”, Eduardo “El Zopico”, “El Rubio” y Ángel Ruiz Cabezas. Al poco tiempo “s’incorporó” José Luis, el hijo de Josillo, el que tocaba la trompeta en las bodas. No es por “na”, pero podemos presumir de haber “tenío” uno de los mejores conjuntos de la “Década Prodigiosa”, como dicen ahora.

-         ¡Me está dejando asombrado! No sólo sabe de romerías, también domina el mundo de la música ligera.

-         ¡Hasta en la tele actuaron! Porque salieron unos “melenúos” en Inglaterra y les hicieron  la competencia, que si no, ¡a saber “onde” podían haber “llegao”!

-         Entonces, estuvo todo el tiempo con ellos.

-         ¡Qué va! Después me fui a la mesa que tenían Antonio “Panblanco”, Juan Antonio “El Mecánico”, Isidro “Zancanegrilla” y Nicolás “Gallico” con sus respectivas mujeres. ¡Qué pandilla camastrones están hechos! Nicolás, como ha “sío” mayordomo y tiene “experencia” en estas cosas, empezó. “Vamos a hacer un chinchín por los mayordomos; otro, por la Virgen de ‘l’Arilla”; otro, por nosotros...”. Le tuve que decir: “¡Cucha tú, qu’estamos a viernes y todavía nos queda el sábado y el domingo!”. No había “terminao” y saltó Antonio “Panblanco”, que me tiene coraje porque soy más alto “qu’él”: “Déjese de rollos, Tío Benito. Lo que le pasa es que ya no puede con el tajo que se l’ha presentao”. ¡Qué no se diga que a un ’Pimiento’ l’han echao el toro al corral!¡ Ahora vamos a echar otro chinchín por los costaleros chiquitillos y los anderos de la Virgen de l’Arilla!”. Mira, con tanto “chinchineo”, la cabeza “me se” puso regular y la lengua un poquillo trapajosa: “¡No tuvites  suerte ni na de dar con una ‘Pimienta’! Ya lo dice el refrán: Ponga un ‘Pimiento’ en su vida”. A mi mujer, “qu’estaba” al “lao”, le faltó tiempo: “¡Pues yo me casé con uno y estoy de hortaliza hasta el gorro! Tos me dicen lo mismo: Tu marío qué gracioso es. Y yo les contesto: El que lo quiera pa él”.

-         Veo que, con unas cosas y otras, hizo una buena carga.

-         Pues eso no fue “na”; porque después si fui “cargao” de verdad.

-         ¿Qué le sucedió?

-         “Toa” la culpa la tuvo “El Picaor”, que fue el que sirvió la “comía”. Resulta “qu’había” “adornao” el salón con bandejas llenas de “munchas” frutas y, entre ellas, había unas sandías “exagerás”. Yo pensaba: “Con lo poquillo qu’ha llovío, que hermosas s’han  criao”. Estaba mirándolas y se presentó Luis con una que pesaba por lo menos diez kilos: “Tío Benito, como nunca l’he regalao na, quiero hacerle este pequeño obsequio”. Le contesté que no la quería porque me daba apuro; pero insistió tanto que no me quedó más remedio que llevármela.

-         No tiene bastante con lo que come y bebe, sino que también recibe regalos.

-         ¡Ojalá no “m’hubieran” “regalao” “na”! ¡Qué noche pasé con la dichosa sandía! Cuando bajaba por las escaleras, iba pensando: “Más vale que no me vea el santero”. Eso era lo que yo quería; pero, al pasar por la puerta de lo de los estadales, oí: “¡Qué bonito! ¿No le da vergüenza llevarse la fruta del salón? ¡Si quiere sandía, cómase una tajá, pero no se la lleve entera!¡Seguro que es la más grande qu’había!”. A mi mujer “l’avisé”: “No digas na, aligera y tira p’alante”. Estaba claro que no era mi noche, porque no hago “na” más que decirle eso y se presenta Antonio Anera, “qu’iba” a los servicios:”¡Hombre, qué buena sandía! No quiero pensar mal, pero lo mismo la ha...”. No me pude aguantar: ¡”Si que la he robao! ¡‘El Roldán’ se llevó un montón de millones y ya está en la calle! ¡Así que a mí, por una sandía, no me van a meter en la cárcel!”. ¡Cómo me vería, que ni me contestó!

-         ¡Qué cosas le ocurren! ¿Qué hizo con su regalo?

-         ¡Pues llevármelo! ¡Con lo hermosa “qu’era”, me la iba a dejar atrás! ¡Te “pués” imaginar los comentarios cuando me veían “cargao”! Al pasar por la puerta del “Gran Hermano” me llamaron “El Maleno” y “El Niño Pera”, que,  al verme, me dijeron: “Ande, descanse un poco y tómese una copica con nosotros, que le vamos a hacer una proposición”.

-         ¿Qué proposición le hicieron, si puede saberse?

-         Como son tan guasones, me propusieron que me fuera al Rocío con ellos, pero con la condición de que tenía que llevar la sandía como promesa.

-         Veo que, con unas cosas y otras, no pasa desapercibido en Alharilla.

-         Pero eso no fue “to” porque, cuando fuimos a coger el coche de “Almendrica”, al verme “cargao” me comunicó mi tocayo: “Tío Benito, tendrá que pagar otro billete, porque la fruta ocupa un asiento”. Le repliqué: “No te preocupes, que yo la llevo tomá”. Como los brazos los tenía casi “dormíos” del peso, cuando íbamos por “La Cabra Mocha”, “me s’escapó” y fue “roando” hasta “onde” estaba el chófer: “¡Llevo más de cuarenta años yendo y viendo de Barcelona y, gracias a la Virgen, nunca m’ha pasao na; y, mire usted por donde, casi me matan en l’Arilla d’un sandiazo!¡Ande, cójala y otra vez, si piensa volver cargao, tráigase el borrico! – me chilló un poquillo “enfadao”. Cuando llegué a mi casa, tenía los brazos con unas “temblaeras” que mi mujer hasta me tuvo que ayudar “pa” quitarme la ropa. Como también es un poquito guasona, al verme en calzoncillos y temblando, me dijo “mu” zalamera: “Benito, leoncito mío, si quieres algo esta noche, no tienes más qu’avisar”. ¡”Pa” dar avisos estaba yo!

-         Bueno, Tío Benito, después de la noche tan movidita que tuvo con la sandía, ¿cómo le fue el sábado de romería?

-         Bien “trempano” estaba dándome un paseo por La Carrera “pa” verla sin farola. En La Baranda eché un ratico de casquera con Emilio “Malaspatas”, que es el alharillero más auténtico “qu’hay” en Porcuna. Allí lo tenías con su sombrero “d’ala” ancha, que, por lo menos, tiene cincuenta romerías. Estuvimos comentando “qu’el” Ayuntamiento, que “tié” dinero “pa” “to”, debería apañar otra farola de repuesto por si hay algún percance como ha “pasao” ahora. Por cierto, estando allí, pasó “El Chato” con la pala y la gente, al verlo, empezó a gritar: “¡Torero, torero, torero!”. Como es tan camastrón, empezó a hacer tantas cosas con la máquina que si llega a haber otra farola, también la tira.

-         Por lo que está contando, deduzco que no fue por la mañana a Alharilla para dar su paseo habitual.

-         ¡Qué te crees tú eso! ¡En vez de “l’Arilla” aquello “pacía” el “Sájara”! “S’había” “levantao” aire y, cuando llegué, hacía un polvazo que no se veía “na”. Bueno, eso de que no se veía “na” es un decir, porque ¡qué bien se veían “tos” los “conteneores” llenicos de basura hasta los topes!

-         ¡No me diga que había basura en Alharilla!

-         ¡Cómo te lo estoy diciendo! No me gustan los politiqueos, pero me “paece” que las autoridades deberían preocuparse “d’estos” temas, porque ¡vaya imagen que damos! Por un “lao” queremos que nuestra romería sea la mejor; y, por otro, “s’escapan” estos detalles. Yo no sé a quién corresponderá hacer esto, pero quien sea debe procurar “qu’esos” días El llano esté lo más limpio posible.

-         ¿Qué hizo en Alharilla?

-         Estuve viendo la casa “qu’ha” hecho Mari Cruz Barrionuevo, que la “quedao” preciosa y no le falta un detalle. El amigo Cervera prometió que se la terminaba “pa” “l’Arilla”, y allí estaba la promesa “cumplía”.

-         ¿Es verdad que Mari Cruz ha dedicado la casa a la memoria de su hermana María del Pilar?

-         Efectivamente y “pa” recordarla ha “colocao” una placa  de cerámica en la “fachá”, que dice: “A mi hermana que siempre está conmigo”.

-         ¿Adónde encaminó sus pasos después?

-         “M’encontré” a Celedonio “Almendrica” y lo felicité por haber “ganao” el primer premio de Las Cruces de Mayo. Él “m’aclaró”: “Tío Benito, to el mérito es del maestro Ramírez”.

-         ¿Este Ramírez es el anterior maestro de obras del Ayuntamiento?

-         ¡El mismo! Como lo conozco bien, no “m’extraña” lo del premio, porque Manuel es “mu” capaz “pa” “to” lo que se pone. Además tiene “muncha” “pacencia” “p’hacer” los trabajos; así que, cuando los termina, están “pa” primeros premios. ¡Ojalá siga “munchos” años haciendo cosas!

-         Compruebo que tiene un buen concepto de este hombre.

-         Aparte de lo que “t’he” dicho, es que me dio matas de pencas “pa” plantarlas en mi corral y, como echan unos alcarciles “mu” ricos, cuando me los estoy comiendo, “m’acuerdo” de él.

-         A ver si un día me trae alguno para probarlos. Supongo que seguiría dando su vueltecita.

-         Terminé con Pepe Cruz, el de la droguería, y su gente. Allí estaban: Espiri y Paqui Avellaneda; Manuela, su madre; Jose, el “marío” de Paqui; y Antonio Mª Pérez y Susi, su mujer. Estaban montando la caseta y ¡cómo “m’acordé” de mi amigo Emilio Avellaneda cuando, otros años, él estaba haciendo lo mismo! Estando con ellos pasó una cosa “mu” graciosa, pero que podía haber “tenío” consecuencias políticas.

-         ¿Qué sucedió para que tuviera tanta gravedad?

-         No, si al final no pasó “na”. “To” fue porque se presentó un moro vendiendo gafas, “arradios”, relojes... El hombre llegó: “Barato, barato. ‘toro’ barato”. No se dio cuenta “qu’había” un “yerro” “atravesao” y se pegó un porrazo en la frente, que por poco se mata. Aquí lo tienes ”sentao” con un”lobino” como un “güevo”: “¡Ay, qué porraso!¡Ay, qué porraso!”. Yo creía que, como habla en moro, no lo íbamos a entender, pero se “l’entendía” perfectamente. Al verlo así, y como tenía una cara “mu” mala, le dijo Pepe: “Amigo, ¿quiere una cerveza?”. Con la cabeza contestó que sí. Cogió la lata, pero ¿a que no sabes lo que hizo?

-         Me imagino que se la bebería.

-         Eso era lo que pensábamos “tos”, pero “l’agarró” y, en vez de bebérsela, como estaba tan fresquita, se la puso en el “lobino”. ¡Qué alivio “l’entró”!¡Hasta se le puso mejor color de cara! Cuando se recuperó y se fue, comenté a Pepe: “Los tiempos están como pa que le hubiera pasao algo: s’entera el Mojamé de Marruecos y es capaz d’echarnos la romería por alto”.

-         Me parece correcto el trato que dieron al hombre después del porrazo que se había dado.

-         Pues ahora te voy a contar una cosa que, si no lo veo, no me lo creo. Resulta que, cuando volví al pueblo, al llegar a la Cruz Blanca, vi que, en el “lavaero” ese, “qu’han” puesto “pa” los coches, había un montón de caballos.

-         ¿Qué hacían esos caballos en el lavadero de Susín?

-         ¡Lavarlos! Allí tenías a los animales “metíos” “onde” los coches: “l’echaban” un “l’euro” a la maquinica y con la manguera los dejaban con más brillo que un zapato de charol.

-         ¡No me diga que hacían eso! ¿No se espantaban los caballos?

-         ¡Al contrario! ¡No ves “qu’el” agua estaba calentica y les gustaba! Algunos se colaron, “l’echaron” tanta cera que luego no podían sujetarle la montura porque “s’esfaraba”. ¡No pasaron fatigas ni “na” algunos “pa” ir “subíos” y derechos! ¡Qué nos quedará que ver todavía!

-         Va siendo hora de que me cuente algo del paseo de caballos.

-         Empezó un poquillo frío, porque me senté en la puerta de “La Píldora” y allí  “to” el mundo hablaba de lo mismo: las estacas que “s’habían” “secao” y que si la trama abriría o no. Entre el tema de conversación y La Carrera sin farola pensé: “¡Vaya tardecita que te s’ha presentao, Benito!”.

-         ¡No me diga que se aburrió!

-         ¡Qué va! “To” cambió en “na”. Al ratillo acudieron “Jóse” y “Mánuel”, los hijos de los mayordomos. ¡Poco flamencos que iban con sus caballos! Yo pensaba “qu’estos” no sabían “na” más que jugar al “furbito”, pero me llevé una sorpresa al verlos hechos unos caballistas “consumaos”. ¡Qué guapa iba María José Güeto con otro caballo acompañándolos!

-         Y los mayordomos, ¿iban a caballo o en carruaje?

-         ¡”Menúo” coche de caballos llevaban Ani y José María! Era “mu” amplio, pero se les quedaba estrecho porque iban más anchos que largos luciendo las bandas de Hermanos Mayores.

-         ¿Qué le pareció el ambiente?

-         ¡”Felomenal”! ¡”Na”, que La Carrera “s’ha” “quedao” chica! Como esto siga aumentando, van a tener que desdoblarla o poner una sola dirección y desviar el tráfico por la calle Salas o por Las Torres. ¡Qué cantidad de caballos y carruajes de “to” tipo acudieron!

-         ¿Estuvo todo el tiempo en “La Píldora”?

-         Me fui a dar un paseo y, cuando pasé por la puerta de Juan “El de los “helaos”, estaban: Antonio Anera, Antoñete, Luis “El Percha” y “Jóse” y Mánuel”, los de “El tío y los sobrinos”. Yo no sabía lo “qu’estaban” averiguando, pero oí que a “Mánuel” le decían algo “d’una” rosca. Al verme “parao” me comentó “El Jilico”: Éstos, que, como tengo una cabeza un poquillo regular, m’están diciendo qu’han sacao sombreros d’ala ancha con rosca, que se ponen como los tornillos. Según dicen, es la única manera d’encontrar uno pa mí. Yo no digo na, pero hay quien tiene la cabeza engañosa. ¡Que se lo pregunten a David Milla cuando hizo el aro pa medirlas! Lo que pasa es que unos tenemos la fama y otros escardan la lana”. Yo no le quise contestar, pero pensé: “Aquí poca lana hay qu’escardar”.

-         ¿A qué hora se fue para Alharilla?

-         Al poco rato y llegué hasta “regañao”.

-         ¿Quién le regañó y por qué?

-         ¡Miguelito “Botines”! “To” fue porque mi “cuñao” “m’encargó” que me llevara ese cacharro que sirve “pa” asar chorizos, morcillas, chuletas..

-         Seguro que era una barbacoa.

-         Eso es. No me di cuenta que la caja estaba rota por un “lao”. Yo no sé lo que pasó, pero, cuando iba por el pasillo del coche, “s’abrió” y ¡”qu’esturreo” se lió! Miguelito ni preguntó: “¡Sabía yo que El Tío Benito la tenía qu’hacer!¡Con los coches qu’hay y siempre me toca a mí!”. ¡”Menúa” guasa se trajeron conmigo hasta llegar a “l’Arilla”!: “¡Tío Benito, aquí hay una pata!¡Tío Benito, tenga otro tornillo!”. No es por “na”, pero ¡qué largo “me s’hizo” el camino!

      Cuando llegamos y nos bajamos en “El Humillaero”, estaba de servicio Onésimo, el Guardia Civil, que “m’extrañó” “muncho” verlo allí con lo amigo “qu’es” de los mayordomos. Al verme con la caja bajo el brazo me comentó: “No sabía que Miguelito rifaba cosas como en los viajes del Inserso. Veo que ha tenío suerte y le ha tocado una barbacoa. ¡A ver cuándo la estrenamos!”. Ni le contesté.

-         ¿Cómo encontró El Llano?

-         ¡Con “muncho” ambiente”! Hacía buena noche y “s’estaba” “agustico”. ¡Qué ratico más bueno echamos bailando en el patio de la cofradía!

-         ¿Han cambiado el baile de lugar este año?

-         ¡Qué va! Es “qu’estaba” tocando una banda de música de la cofradía “d’Arjonilla”: empezó tocando “Paquito El Chocolatero” y terminamos bailando el pasodoble “Mi jaca”. A mí no es que “me se” dé “mu” bien el baile, pero, con el bullicio que se formó, “m’animé” y, como no estoy “acostumbrao”, hasta “me se” durmió la pierna.

-         ¿Es verdad que ha desaparecido el árbol que había en el patio?

-         ¡Vaya que sí! Como era “mu” viejo y estaba un poquillo “cascao”, una noche vino una racha de aire y lo tiró. ¡Anda que no “s’ha” “echao” de menos con la sombra tan buena que daba!

-         Entonces el patio se habrá quedado huérfano.

-         No es lo mismo, pero ya “l’han” puesto el relevo mis amigos José Luis Salas, Luis López, Antonio Juárez y Luis Miguel Ruiz, que son de la Directiva y “s’han” “encargao” de plantar otro. Eso sí, tendremos “qu’esperar” unos años “pa” protegernos del sol bajo sus ramas.

-         Quiero recordar que le han dedicado un poema en el programa.

-         ¡Si señor! Francisco Manuel Moreno, que no se “l’escapa” una, “l’ha” hecho una poesía “mu” bonita que se llama “Al álamo de Alharilla”. El “malditalma”, como tiene esa cabeza, ¡qué piropos le dedica al árbol caido!

-         ¿Qué hizo después de hartarse de bailar pasodobles?

-         Terminamos con el tiempo justo de ir a escuchar la Salve que todos los años, a las doce de la noche, “El Coro de la Hermandad” le canta a la Virgen. Por cierto, este año también cantó “La Alegría del Llano”. La iglesia, como te “pues” imaginar, estaba “pa” reventar. Yo intenté meterme, pero de la “entrá” no pasé. Como no soy “mu” alto, y uno ya va “p’abajo”, to era “empiname”; pero no veía “na”. Entonces llegó Cayetano Ruiz, “Caye” “pa” los amigos, que no se pierde una romería por “mu” lejos “qu’esté”, al verme pasar fatigas me recomendó: “Tío Benito, súbase al coro que dende allí se ve mu bien”. ¡Ojalá no “l’hubiera” hecho caso!

-         ¿También tuvo algún percance en el coro?

-         En el coro, no; pero cuando me bajé, sí.

-         ¿Qué le sucedió?

-         No te le creerás, pero, en los años que tengo, nunca “m’había” “subío” allí. Como sabes, tiene una escalera de “yerro” “d’ésas” de caracol. Cuando subí, como iba  mirando “p’arriba”, no me pasó “na”; pero bajar, ya fue harina “d’otro” costal.

-         ¡No irá a decirme que se cayó!

-         Mira que “m’avisó” José María “Papaito”: “Usted que no mire al suelo: s’agarra a la baranda y verá como no pasa na”. Cuando terminaron los coros, que lo hicieron “felomenal”, “to” el mundo dijo a bajar. Yo, como no “m’iba” a quedar alli, hice lo mismo. ¡Ay, qué malico me puse!¡”Dende” que fui una vez al Cerro en el camión de José Milla, “qu’en” paz descanse, no “m’había” puesto tan malo!

-         Termine de contar, porque me tiene impaciente.

-         ¡”Na”, que no hice caso a José María y, “dende” que puse el pie en el primer escalón, no dejé de mirar “p’abajo”! Como esas escaleras tienen tantas revueltas y la gente venía “achuchando” “d’arriba”, bajé tan rápido que, cuando llegué al suelo, me tuvieron que parar porque seguía dando vueltas. ¡Vamos que si no me coge “Caye”, “qu’estaba” allí todavía, me caigo! Pero lo peor no fue eso, sino los “malentendíos” que luego hubo.

-         ¿Es que hubo comentarios después?

-         ¡Ya lo creo! Como “muncha” gente vio que “m’estaban” sujetando “pa” no caerme,  fueron a decir a mi mujer, “qu’estaba” “sentá” en la lonja, “qu’había” “pillao” una borrachera y no me podía tener en pie. Mi mujer, a la que no hace falta contarle “muncho”, se presentó hecha una fiera: “¡Ay, este hombre que ya no respeta ni la casa de la Virgen!¡Ay, Virgen mía de l’Arilla, cuándo va a cambiar, porque va a peor cuanto más viejo!¡Cudiao con el color de cara tan malo que se l’ha puesto!¡ Anda y vamos a sentarnos un poco, a ver si se pone mejor el señorito!” – terminó diciendo con “rintintín”.

-         Bueno, ¿y no aclaró nadie a su señora el motivo de su mareo?

-         “Caye” se lo explicó, pero como ya “l’he” hecho tantas, está “mu” “quemá” y con cualquier cosilla salta. De “toas” maneras, se le pasó pronto, porque, cuando me recuperé, me “golió” la boca y se percató de que no había “probao” “na”.

-         Supongo que, debido a su enfermedad, volverían pronto al pueblo.

-         Mi mujer, como vio “qu’había” “metío” la pata, me dijo “mu” melosa: ”Anda Benito, vamos a tomarnos algo a ver si te recuperas de to; porque pa mí eres lo más bonito qu’hay en l’Arilla, y no quiero verte más con ese color de asombrapozos que tienes”. ¡Ni yo mismo me creía lo “qu’estaba” oyendo! Le pillé la palabra y nos fuimos derechicos a pasar un rato en la Peña “Los Cascabeles”.

-         Aparte de la Peña “El Caballo”, ¿han puesto otra con ese nombre en Alharilla?

-         ¡Qué va! Es la que montaron, en el solar que tienen Benito “El Artista” y su hermano Francisco.

-         ¿Porqué le pusieron ese nombre?

-         Porque a “to” el que pasaba por allí, aparte de tratarlo “felomenal”, le daban de recuerdo un cascabel.

-         Conociéndolo, me imagino que se recuperaría enseguida del percance de la iglesia.

-         ¡Cómo lo sabes!¡Hasta me pusieron el aire “acondicionao” “pa” “qu’estuviera” más “agustico”!

-         ¿No irá a decirme que sólo fue a tomar el aire?

-         “Na” más llegar, me pillaron entre Benito y Francisco “Los Artistas”, “José” y Diego “Los Habichuelos”, Paco Barranco, Navarro II del CCCA y Manolín “El Niño las Talegas” y “to” se “l’antojaba” poco “pa” convidarnos. Como todavía no “m’había” vuelto mi color natural, “Jóse”“El Habichuelo”me preguntó si me pasaba algo. Cuando le conté lo de las escaleras, muertecico de risa me propuso: “No se preocupe, qu’ahora mismo Arguiñano le prepara una tapa especial y verá como se pone como una amoto”. Como tenían la caseta que no les faltaba un detalle, pensé: “Éstos son capaces d’haber traído a ése que sale en la tele”. Sí, sí, Arguiñano: ¡Manolín “El Niño las Talegas” era el cocinero! Allí lo tenías hecho un “brazomar” en la plancha apañando carne con una “raera”. Al ratillo se presentó: ”Tío Benito, pruebe este entrecol de ternera a las finas yerbas”. Mira, me comí un peacico y ¡qué rico estaba! No “m’había” “comío ése, cuando se presentó con otro “entrecol” y una tacica con una salsa verde. Como no sabía lo “qu’era”, “m’aclaró”: “Esto es salsa picante. Échele una poca a la carne y verá qué buena está. Pero no se pase”. Así lo hice, pero como tengo “mu” mal pulso, “me se” fue la mano y “m’eché” más de la cuenta. Me metí el “entrecol” en la boca y ¡madre mía cómo picaba! Maribel, la mujer de Benito, se percató: “¿Le ha pasao algo? Paece que lo veo emocionao”. Le repliqué: “Nos estáis tratando tan bien que casi me se saltan las lágrimas”. “Pues ahora cuando lo condecoremos sí va a llorar de verdad” –añadió.

-         La condecoración se la darían  porque es usted un campeón comiendo y bebiendo.

-         ¡Qué boca más mala tienes! Lo que me dieron fue el emblema de la caseta. Me rodearon “tos” estos camastrones, con sus respectivas mujeres, y mi tocayo saltó: “Tío Benito: a partir d’esta noche es un ‘cascabel’ más”. Dicho esto, me lo colocó en el pecho y me dio un abrazo que “pacía” que nos íbamos a la mili. ¡Poco orgulloso “qu’iba” yo con mi cascabel por “l’Arilla”!

-         Me figuro que ya se vendrían para el pueblo.

-         ¡Pues “t’has” “equivocao”! Cuando salimos “d’ese” “Los Artistas” “pa” ir a coger el coche, pasamos por delante de la casa de Manolín Casado, “qu’estaba” en su balcón, y nos llamó: “¡Tío Benito, suban y se toman algo con nosotros!”. Mi mujer no quería, pero la convencí: “Como todavía no hemos cobrao l’acituna que le llevamos, vamos a decirle algo a ver si nos la paga más cara”. Nos abrió la puerta Paqui, su mujer, que “ca” día está más joven y más guapa. Eso pensé: “Con lo feo qu’es su marío, qué mujer más apañá se llevó”.

-         Total, que también aprovechó para hacer negocios.

-         ¡Qué va! Si no me dio tiempo ni a sacarle la conversación. Estaban también Isa Casado y José Bernardo “Pilidón” con sus hijos “Jóse” y Alejandro. Nos sentamos en el balcón  y se presentó Manolín con una botella “mu” rara, que tenía un corcho “reondo”, y unas copas “mu” bonitas, pero “mu” estrechillas.

-         Seguro que era una botella de champán con sus copas correspondientes.

-         El vino no era normal, ni sabía bien: ¡ “pacía” “qu’estaba” lleno “d’abujericos”! Mientras Manolín abría la botella, cavilé: “Ahora propongo un chinchín por la subía del precio de l’acituna, y no le queda más remedio que pagármela más cara”. Así lo hice, pero no había “terminao” “d’hablar”, cuando me contestó: “No sabe que trae mala suerte hablar de negocios durante la romería”. No sé si fue eso o qué, el caso es que, al beberme el champán ese, me tragué algo y “me s’agarró” en el”gaznate”. Empecé a toser, pero no salía “na”. Al verme un poco “sofocao” se levantó “El Pilidón” y ¡me pegó un manotón en la espalda que hasta el cascabel “me se” cayó al suelo! Pero fue mano de santo, porque salió lo que “m’estaba” fastidiando.

-         ¿Qué fue lo que le hizo pasar ese mal rato?

-         ¡Una etiqueta, que tenía la copa, que decía: “Oro de 18 quilates”!. Paqui, que “s’había” “asustao” un poquillo, “m’aclaró”: “Toa la culpa es de Juan Luis, el del ‘Deymo”, que nos regaló este juego de copas y, como tiene peazos de oro, no quiere que le quitemos las pegatinas. Después de lo qu’ha pasao, se las vamos a quitar, aunque no le guste”. Mi cabeza no paraba de maquinar: “Ahora, seguro que a Manolín l’ha dao apuro y me paga más por l’acituna”. Como es tan guasón y se las sabe “toas”, agarró el corcho de la botella, “l’hizo” una raja, le metió una “monea” de un “l’euro” y me dijo: “Aquí tiene, Tío Benito, ya ha conseguido sacarle más dinero a su cosecha”.
Cuando volvíamos en el coche pensaba: “¡Poco más y m’ahogo por un l’euro!”.

-         ¿Qué le parece si me cuenta algo del domingo?

-         ¡A las siete de la mañana empezaron los cohetes!¡Qué día más hermosos de sol amaneció! Yo “m’apañé” y a las ocho iba “pa” La Carrera. Pensaba que sería el primero, pero cuando llegué La Baranda y la puerta de “La Píldora” estaban “abarrotás”. Eché de menos a Pepe “El Chavalico” porque, como sabes, ha “sío” la primera romería “qu’hemos” “pasao” sin La Peña. “M’encontré” a mi amigo José “Palomillo” que, “na” más verme, me multó:”¡Está invitao a la boda de mi hija!¡Menúo compadre va a llevar!”. Le pregunté quién sería, y me contestó: ”¡Yo!¡Con este cuerpo Danone, que Dios m’ha dao, voy a ser el más garrampón de tos los compadres!¡Vamos, que voy a ir hasta vestío de cigarrón!”. Como siempre estamos de bromas, le comenté: “No es por na, José, pero me paece que será de medio cigarrón, porque a ver de dónde sacas cuerpo p’al cigarrón entero. Hombre, si fuera yo, sería otro cantar”. Le faltó tiempo: “¡Mire, Tío Benito, porque estamos de romería, si no íbamos a aclarar lo de insecto!”.

-         ¿Estuvo en la casa de los mayordomos?

-         ¡Ya lo creo! Allí estaban “tos” los amigos de José María: Manuel “El Aguaor”, Antonio “Garrancho”, Onésimo “Botijo”, Juanito “El Veloz”, Manolín Bueno, Manolo Nava, Antonio Montilla “El Chófer”, Pedro el del Caminero, Antoñín “El Magnífico” y Florencio el de Barcelona. Como son tan camastrones, me dijeron: “Baje a la cochera, que hay de to pa comer y beber”. Yo, por curiosidad, bajé y allí había mesas con roscos, tortas, borrachos, café, leche, aguardiente, etc. etc. Como no me puedo ir a la mano, me tomé una copica “d’aguardiente” con sus correspondientes aperitivos. Bajar a la cochera, bajé bien; pero la “entrá”, como está tan “empiná”, cuando dije a salir, no podía. Manolín “Veleta” me tuvo “qu’empujar” “pa” llegar a la calle. ¡Te “pues” imaginar a los salvajones, que “t’he” “nombrao” antes, diciéndome cosas! :”¡El Tío Benito ha comío tanto que no puede subir sólo!¡Antes le hago un traje que convidarlo!¡Hasta que llegue la noche, lo que meterá!” .

-         Veo que más de uno lo va conociendo y todos coinciden en lo mismo.

-         ¡Que bonito hubiera “estao” que, siendo Ani y José María los mayordomos, no “m’hubiera” “tomao” “na”! “Munchas” veces hay “qu’hacer” cosas aunque no “t’apetezcan”.

-         No, si va a resultar que hace un sacrificio cada vez que lo invitan durante la romería.

-         Vamos a dejar el tema porque no quiero discutir.

-         ¿Hubo algo que le llamara la atención?

-         ¡Claro que sí! Por ejemplo, yo no sabía que  a Benito “Esquipi” se le daba tan bien hacer cosas de la romería. Estaba yo saludando a Florencio Moreno cuando salió de la casa de los mayordomos con un mantón de Manila “mu” bonito y, en un periquete, lo colocó en un coche de caballos. ¡Vaya desparpajo! Al verlo con tanta soltura, “me s’ocurrió” decirle: “¡Tocayo, si yo pensaba que sólo sabías poner y quitar los fardos de l’acituna!”. Me replicó sin mirar: “Tío Benito, no m’entretenga, que todavía tengo qu’arreglar otros cuatro coches!”. ¡Quién me lo iba a decir con lo basto que paece! “Me s’ofreció”: “Cuando usted sea mayordomo, cuente conmigo pa lo qu’haga falta. Además le va a salir mu barato”.

-         ¿Cómo resultaron los Hermanos Mayores?

-         ¡Qué guapa iba Ani con un “vestío” de “Victoriano y Chumino”, esos modistos “qu’están” de moda.

-         ¡Vitorio y Luquino, Tío Benito! Ya en otra ocasión le ocurrió lo mismo. Me parece que va siendo hora de que aprenda estos nombres, porque, cada día que pasa, son más las personas que llevan ropa de estos afamados modistos andaluces.

-         Pues, a lo mejor, el traje que llevaba José María también era “d’ellos”, porque, como tiene “mu” buena percha, le sentaba “mu” bien. ¡Qué garrampón iba!
¡Cállate, que a los que vi “mu” contentos fue a los componentes de la Banda de Música y a los de “La Virgen de las Angustias”

-         ¿A qué se debía la alegría de estos magníficos músicos?

-         A “qu’este” año, como el “recorrío” era “mu” llanico, no tenían que subir tocando por la calle Real. De “toas” maneras, estuvieron a punto de secar la fuentecica del Llanete Cerrajeros bebiendo agua. Pensé:“Éstos tienen qu’almacenar muncho líquido p’al día que les espera”. ¡Qué “desahogaos” iban sin tener que subir cuestas!

-         ¿Cómo resultó la cofradía?

-         A lo mejor te resulto “exagerao”, pero, “pa” mí, ha “sío” la mejor que “s’ha” visto en Porcuna “dende” hace un montón “d’años”. Te lo dije antes: como los mayordomos son “mu” buena gente, acompañó “to” el mundo: caballos, carruajes, carrozas, caminantes... ¡Ea, por acompañar, hasta iba con sus padres una caminanta de seis meses: Amalia Espejo Rueda! Iba “vestía” de gitana y ¡qué cosa más guapa de criatura! ¡Qué risica llevaba disfrutando de su primera romería! De otro que te quiero hablar es de Benito “Cachumbo”. Este hombre, “pa” mí”, tiene “muncho” mérito porque “toas” las romerías saca carrozas diferentes con motivos porcuneros. La “d’este” año era del “Humillaero”. Cuando me vio, me dijo: “Tío Benito, lo he hecho, porque, si nos quitan el de verdad, aquí está el sustituto”.

-         Tiene razón en este aspecto, porque hay personas que, de una manera callada, están engrandeciendo nuestra romería y Benito es una de ellas. Cambiando de tema, ¿fueron muchos caminantes a Alharilla?

-         No tantos como yo quisiera, pero llegamos más que otros años. ¡”Menúo” compañero de viaje llevé!

-         ¿Quién era ese personaje?

-         Uno que vive “toas” las romerías a tope: ¡Joselín Beltrán! Primero, ha “sío” a caballo llevando “munchos” años el estandarte de la cofradía y ahora, “qu’el” relevo lo ha “cogío” Rafa Anera, hace el “recorrío” andando! ¡Qué “panzá” de reír nos pegamos con un gitano que “s’arrimó” a nosotros!

-         ¿Es que también hay gitanos caminantes?

-         “Dende” que vamos andando es la primera vez que veo uno. Al pasar por la Cruz Blanca, cuando habíamos ”dejao” atrás a la Guardia Civil, se presentó “Manué”, “qu’iba” “mu” contentico con una buena bota de vino a la que, de vez en cuando, le daba buenos tientos. Empezó bien la cosa porque, cuando íbamos por “La Cabra Mocha”, nos preguntó si por allí “s’iba” a Castro. A Joselín se “l’ocurrió” decirle: “Si, hombre. Usted tire recto, llegue a Arjona, tuerza hasta El Pilar de Moya y, dende allí ya se ve Castro”. El hombre, como iba tan feliz, nos ofreció un trago. Al principio, pensamos: “¡Verás qué camino nos va a dar Manué!”. Pero mira, confundió a Joselín con el Hermano Mayor y “to” era echarle vivas, y “ca” vez que decía:”¡Viva el Hermano Mayor!”, echaba un trinque y pasaba la bota. Le tomamos el gustico y, cuando llegamos a “l’Arilla”, porque Palmi Gallego y mi mujer nos cogieron “d’un” “puñao”, si no nos vamos los tres a Castro.

-         ¿Hizo algo en El Humilladero que llamara la atención?

-         Que yo sepa, no. Allí “m’encontré” con Juanjo, el hijo de Gonzalo “El Lolo” que, en cuanto me vio, “m’invitó” a su boda y a una cerveza. Estando con él me dio gana de mear y me fui debajo de una estaca. Al verme me dijo: “Espere, Tío Benito, que me va a convidar”. Se puso a mi “lao” y ¡madre mía que chorro soltó!¡Vamos que llegó hasta la clara y yo apenas llegué a la pata de la estaca! Eso le comenté: “Juanjo, me paece que, cuando te cases,  a ti no t’echan el toro al corral”.

-         Me han dicho que la cofradía entró en Alharilla como hacía tiempo que no se veía.

-         Efectivamente. Es lo que llevamos diciendo “munchos” años: ¡Qué “peazo”cofradía en Porcuna y qué pena en “l’Arilla”! Ya era hora de que entrara en El Llano una como nos corresponde. Ojalá siga así y, el año que viene, sea mejor todavía.

-         ¿Estuvo en misa?

-         ¡Qué bonito ir a “l’Arilla” “na” más que “pa” comer y beber! No es que yo sea mejor que “nadie”, pero me “paece” que Nuestra Patrona se merece que le dediquemos un ratico. ¡Qué bonita y qué contenta estaba “rodeá” de sus anderos! Cuando llegamos, la iglesia “s’encontraba” “abarrotá” de arjoneros “qu’estaban” diciendo su misa, y de porcuneros “qu’íbamos” a pillar sitio “pa” la nuestra. Van a tener que poner semáforos en la puerta porque ¡qué fatiguitas “pa” entrar! Y otra cosa, también deberían poner aparatos “d’ésos” que echan aire fresquito. ¡Qué calorín hacía!¡Qué chorros de sudor se le cayeron al cura mientras decía la misa!

-         ¿Qué hizo después?

-         Pasar un mal rato.

-         No sé si creerlo, porque siempre dice que lo pasa mal y, luego, acaba divirtiéndose.

-         Pues esta vez fue verdad. Un consejo te voy a dar: otra vez que nazcas, no te cases; y si te casas, no tengas hijos.

-         ¿Tan mal le ha ido a usted?

-         No me puedo quejar; pero, con los hijos, cuando más “agustico” estás, te complican las cosas.

-         ¿Qué pasó para que hable de esa manera?

-         “Na”, que al salir de misa, en la lonja nos estaba esperando mi hija con su hijo, ése del que “t’he” “hablao” en otras ocasiones, “qu’es” “mu” malo.

-         ¡No me diga que no quiere a su nieto!

-         ¡Pero si yo lo quiero un montón, porque es lo mismo que yo cuando me criaba! Lo que pasa es que un día de “l’Arilla” no es “pa” ir con nietos a ningún “lao”. ¡Qué sofocación pasamos con el malditalma! “To” fue porque había un hombre vendiendo unos globos “mu” grandes con las caras de un nene “mu” feo y un gato que salen en la televisión. Al verlos, te “pues” imaginar al nieto diciendo unos nombres “mu” raros: ”¡Agüelo, cómprame un ‘Postemo’!¡Agüelo, yo quiero a ‘Daimo’!”.

-         A ver si eran Pokemon y Doraimon, los famosos personajes de dibujos animados japoneses.

-         Tú lo has dicho mejor que yo. El caso es que le compré los dos globitos. ¡Ocho “l’euros” que me costó la broma! Como me resultaron un poquillo caros, “m’aclaró” el hombre: “Amigo, piense que son de gas”. Yo le repliqué: “Pues con un poquillo más voy ase Peláez y apaño una bombona pa to el mes”.

-         ¿Qué le sucedió con su nieto?

-         Íbamos dando un paseo por detrás de la iglesia y, cuando pasamos por la casa que tienen Luisma Pérez y Aurorita Morente, la hija de Jaime, “qu’en” paz descanse, como son tan atentos, nos llamaron “pa” que nos tomáramos una copica. Al principio no queríamos porque la casa estaba llena de amigos y familiares; pero insistieron tanto, que aceptamos. ¡Entonces fue cuando empezó el “problema”! Como sabes, delante de la casa hay una morera “mu” grande; pues bien, al pasar se “l’enrearon” los globos a mi nieto en una rama. Aquí lo tienes llorando: “¡Agüelo, mi ‘Postemo’!¡Agüelo, mi ‘Daimo!”. Con los “berríos” que daba, pensando que pasaba algo, salió “toa” la gente “qu’había” en la casa. Perico Morente, “qu’estaba” allí, me decía: “Tío Benito, no se preocupe, déjelos y cómprele otros”. Yo pensaba: “Si hombre, con ocho l’euros que m’han costao. ¡Vamos, soy capaz de cortar la morera!”. Como el niño seguía llorando, se presentó un moro con una escalera y los “desenreó”.

-         ¿Quién era ese hombre?

-         Ahmed Nasrí, uno que trabaja con Luisma. Con lo ágil “qu’está”, ¡qué pronto resolvió la situación! Ya, más tranquilos, nos tomamos una copica con Juan Pérez y Maruja, los padres de Luisma. Como les tengo “muncho” aprecio, siempre les digo D. Juan y Dª Maruja. ¡Qué bien se portaron con nosotros!

-         ¿Adónde fueron después?

-         Seguimos dando un paseico y llegamos a ver a la Virgen que, como te “pues” imaginar estaba bailando a hombros de sus anderos mientras tocaban los de la “Virgen de las Angustias”. Una cosa que no me gustó fue presenciar como había gente bebiendo dentro de la iglesia. Como no me puedo ir a la mano, les llamé  “l’atención” y, sin rechistar, se salieron. Me dio “muncho” coraje, porque, aunque soy una persona que no “s’asusta” de “na”, pienso “qu’hay” que respetar el lugar “sagrao” “qu’es” la casa de Nuestra Madre la Virgen de “l’Arilla”.

-         Hizo muy bien. Lo mismo deberíamos hacer todos cuando viéramos algo que no fuera correcto. Como es romería, es lógico que la gente se divierta; pero hay que saber en qué lugar nos encontramos en cada momento. Pienso que es una irreverencia que la gente entre bebiendo a la iglesia. Después de ver a la Virgen, ¿qué hizo?

-         ¡Echar un buen rato de risa con José “Borriqué” en la caseta de mis primos “Los Canasteros”!

-         ¡Pero si yo creía que José, como está muy mal de los pies, no iba a Alharilla!

-         Eso mismo pensaba yo. Al verlo, le pregunté por su gota y me contestó: “Tío Benito, se la he dao a un loperano, que pasaba por aquí, y l’he dicho que no me la devuelva hasta el martes por lo menos”.

-         Hay que reconocer el ingenio y el buen humor de este hombre.

-         ¡A mí me lo vas a decir! Todavía “m’acuerdo” de los años que nos íbamos a San Pantaleón, a lo de David Milla, a comernos un pavo. Él lo llamaba “El rito satánico”. “Dende” “qu’echaban” la primera “tajá” a la sartén, hasta que la sacaban, no paraba “d’echar” barquitos de pan “pa” comprobar si tenía buen sabor. El tiempo ha “pasao”, pero sigue con los mismo apetitos. El malditalma “m’enreó” una retahíla de las suyas “alredeor” de las chuletas: empezó diciendo que quería una y terminó comiéndose doce. Se presentó mi primo Eulogio con un  plato de “cocletas”, que “pacían” bollicos de “Cagana”. Al verlas, comenzó a decir una poesía de las suyas: “No hay na mejor que una cocletita, pa acompañar a una suculenta chuletita”. Yo pensaba: “Como tenga hoy la vena poética, a ‘Los Compadres’ los deja sin comía”.

-         Con tanto jaleo no sé si le daría tiempo para ver la salida de la Virgen.

-         ¡A las cinco en punto, como es tradicional, a hombros de sus anderos, salió la Virgen de “l’Arilla”! Mientras sonaban los cohetes y repicaba la campana, pensando en el milagro que se repite cada segundo domingo de mayo, grité muy fuerte

¡Viva la Virgen de Alharilla!

¡Viva la Patrona de Porcuna!

 

Casto

 

Nota: Nuestro agradecimiento a Pili, la hija de Antonio “El de los Mulos Tordos”, por su colaboración aportando datos para estos “Diálogos del Tío Benito.

 

Publicado en el programa de festejos oficial de la Romería de Alharilla 2006, editado por la Cofradía de la Santísima Virgen de Alharilla.

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Actualizada el miércoles, 03 de mayo de 2006