Logo_animado



DIÁLOGOS DEL TÍO BENITO: ALHARILLA 2016

VÍSPERAS

 

-          ¡Buenos días, señoras y señores!

-          ¡Buenos días, Tío Benito! Con esa cara risueña que trae, no hay que preguntarle cómo ha pasado esta romería.

-          ¡Cómo me conoces! ¡”Pa” que luego digan que no son milagrosos la Virgen de “l’Arilla”, San Benito, Cayetano y Conchi!

-          Lo de la intercesión divina, lo entiendo; pero ¿qué tienen que ver los Hermanos Mayores?

-          ¡“Na”, “qu’encuantico” cogen las bandas y los báculos, empieza a llover! ¿No “t’acuerdas” de lo que cayó cuando fueron mayordomos de la Virgen de la Cabeza?

-          Si es tal como lo cuenta, podíamos tenerlos de comodines y, los años que vengan cortos de agua, ofrecerles la mayordomía.

-          Sea lo que sea, el caso es que ¡”menúo” cambio dieron los olivos en pocos días! En vísperas de “l’Arilla” estaban que daba pena mirarlos con la sequía que teníamos; pero, con lo que llovió, están que da gusto verlos. Por eso, como era su romería, se lo agradecimos a la Virgen y, de camino, a San Benito, que también hace por nosotros “to” lo que puede.

-          En resumidas cuentas, durante esta romería todo ha sido alegrías.

-          Eso es harina “d’otro” costal.

-          No irá a decirme, siendo vecino de los mayordomos, que se lo ha pasado mal.

-          Yo lo que te digo es que “toas” las rosas tienen sus espinas. ¡Ay, que “m’han” “salío” por un ojo de la cara!

-          Nadie se queja, y ya tenemos al Tío Benito dando la nota.

-          ¡No “t’equivoques”, porque “tos” los de las calles Gallos, Yerro, Garrotes y Paulino Molina hicimos lo que pudimos “pa” que la romería de Conchi y Cayetano fuera la mejor sin desmerecer a las otras! Eso sí, ahora tendremos “qu’estar” comiendo “choper” y mortadela con “acitunas”, hasta que cobremos la extraordinaria, “pa” reponernos del “gastaero”.

-          ¡Ya está con sus exageraciones! Conociéndolo, y sabiendo lo económico que es, aparte de un poquito “agarrao”, no llegaría la sangre al río.

-          La sangre al río, no; pero “l’arena”, “qu’echaron” en La Carrera,  sí llegó hasta la puerta del “Aperaor” en “El Pozo Piojo”.

-          No me desvíe el tema y acláreme dónde gastó tanto.

-          “Pa” empezar, tuvimos “qu’encalar” la “fachá”. “Benito, aunque no le toca hasta el año que viene, es menester darle un chasqueo. En cuantico vea a Juan Manuel ‘El Nene’ le digo que venga, pero que no lo deje pa las vísperas, que luego se junta to” – me comentó mi mujer en Semana Santa. No le sirvió “pa” “na” avisarle con tanto tiempo porque se presentó el miércoles, el día de la Romería Escolar.

-          Es lo menos que podía hacer para engalanar el barrio. Además, no creo que “El Nene” le cobrara tanto.

-          Porque no “m’he” traído la factura. ¡”Menúa” cuenta “m’apañó” el hijo de mis amigos Juanillo “Lauva” y Mari “La Machacá”! Antes con diez kilos de cal había “pa” la “fachá”, la cuadra y la “hijaera”; ahora, que si plástico “antihumedá”,  que si la pintura “pa” los yerros de balcones y ventanas, que si el barniz “pa” las puertas… Hace años, con aceite de freír, se quedaban con un brillo que duraba “to” el año. “Me s’olvidaba”, a “to” eso súmale las cervecicas con sus correspondientes aperitivos “pa” los “encalaores”, que mi mujer es “mu” “espilfarrá”.

-          O sea, que Juan Manuel no fue solo.

-          ¡Qué va! “P’acabar” antes, se presentó con Julián “Palomillo” y su hijo Javi. Yo no digo que pinten mal; pero ¡qu’aseo le dan a la cerveza! Se lo dije a mi mujer: “¡Como los emborraches, no te quejes luego de las gotas que t’echen!”.

-          Aparte del encalo, ¿en qué gastó más dinero?

-          ¡En los “vestíos” de mi mujer! “Benito, voy a ir ase ‘La Loli’, la consuegra de Gabino, pa que m’haga un par de hatos pa acompañar a los vecinos que hay munchas cosas” – me dejó caer con esa voz que pone cuando quiere algo. Le contesté: “Pero si tienes el armario llenico de ropa: te podías apañar con el que ‘llevates’ cuando se casó la mayor; eso sí, sacándole un poquillo en la cintura”. ¡En qué momento “me s’escapó”! “¿Me quieres decir qu’estoy gorda? ¡Encima que no para una en to el día: que si el barrío, que si el fregao, que si la comida, que si el planchao…! ¡Vamos, que no veo ni ‘Sálvame’ pa que lo tenga to el rey de la casa, y casi me llama foca! ¡Ay, Virgen mía de “l’Arilla, si cuanto más t’acachas, más te se ve el culo!”. Como te puedes imaginar, a ver quién era el guapo que le decía que no fuera “ase” “La Loli”.

-          Para compensar, iría al amigo Luis el Sastre para que le confeccionara un traje de corto con su correspondiente sombrero de ala ancha.

-          ¡”Qu’equivocao” estás! Después “d’apañarse” ella, como vio por dónde íbamos, al cabo de los días, me preguntó “mu” suavica: “Corazón mío, ¿qué te paece si te saco el traje de cuando fuites padrino, le cambiamos el azahar por un clavel en la solapa y ya está el Tío Benito hecho un pincel pa to lo que se presente?”. “Lo que tú digas, mi amor; pero sácalo ya del armario pa que se le vaya el olor a bolas” – le repliqué con “rintintín”.

-          Tío Benito, usted sabe que las mujeres son más presumidas y necesitan más que nosotros. ¡Bien que la piropearía cuando la viera luciendo por La Carrera y El Llano de Alharilla!

-          Lo que te digo es que,”pa” que una presuma, otros tenemos que sufrir.

-          Con los vestidos de su señora estarían averiguados todos los gastos.

-          Sí, hombre, y de las banderas “qu’hubo” “qu’apañar” “p’al” balcón y los antepechos, ¿qué me dices? ¡Seis “l’euros” que me gasté en una “d’España” y otra “d’Andalucía”; y porque teníamos la “colgaura” de la Virgen de “l’Arilla” de cuando San Benito pasó por la calle! Eso sí: las banderas dieron “resultao”; porque, con lo que les llovió, no se despintaron.

-          Además de todo lo que me ha contado, supongo que tendría algún detalle con los mayordomos.

-          Ves tú, en eso ahorramos porque le llevamos un regalo “mu” original, que, a “naide” de Porcuna, se “l’había” “ocurrío” antes.

-          ¿Qué fue ese obsequio diferente?

-          ¡Un par de gallinas vivas de las que criamos en el corral! “Benito, qué contentos se van a poner Conchi y Cayetano cuando te vean llegar con las aves” – me comentó mi mujer. Con fatiguillas, porque uno ya no está “pa” “munchos” trotes, las pillé, les até bien las patas, les crucé las alas y las llevé a la casa de los mayordomos que, como no estaban, se las dejé a su hijo Carlos, que, al ver el regalo, dijo “sorprendío”: “Tío Benito, hasta ahora habían traído jamones, quesos, cerveza, vino…; pero gallinas, naide. ¿Qué hago con los animales hasta que vengan mis padres?”. Como sé que ellos no tienen corral, le dí la solución: “Ya mismo bajo por un poquillo trigo y una lata ‘p’al’ agua, y las soltamos en la cochera”. En un  periquete fui a mi casa y volví con el grano y el recipiente. Cuando las solté, ¡qué “volás” pegaron las gallinas en la cochera, “qu’estaba” “mu” limpica y “mu” “despejá”! Nunca pensé las consecuencias que traería el regalito. ¡”Na”, “qu’hay” “qu’hacer” lo que “to” el mundo: jamones y quesos! ¡Con la buena fe que lo hicimos, qué malos ratos pasamos!

-          ¿Qué les sucedió para quedar tan apesadumbrados?

-          “Na”, que, cuando estábamos comiendo, llamaron a la puerta: “Tío Benito, abra la puerta, que soy Conchi”. Al oírla, mi mujer dijo: “La mayordoma viene a darnos las gracias por el presente”. Efectivamente, nos agradeció un montón el detalle; pero, después, nos contó también el estropicio. ¡”Matás” se las teníamos “qu’haber” “llevao”! Por lo visto, la mujer había “dejao” la cochera, como los chorros del oro, “pa” estos días tan “señalaos”, y, al parecer, las gallinas, cuando se tomaron la confianza, ¡no veas cómo la pusieron de “cagás” y de plumas, porque estaban pelechando! Con las “volás” habían “tirao” los cuadros de la pared, habían “derramao” el agua, “l’habían” “picoteao” unas macetas “mu” bonitas… ¡Vamos que, recién “peiná”, se tuvo que poner a limpiarla y ordenarla otra vez! Mi mujer, “apurá” por lo “qu’estaba” oyendo, “s’ofreció” “p’ayudarle. “No se preocupe que ya está to arreglao” – le respondió Conchi. A mí no “me s’ocurrió” otra cosa que preguntarle por las gallinas. “Se las ha llevao con las suyas nuestro vecino ‘El Maleno’, el marío de Dª Isabel la Doctora”. ¡Con ése sí que tuve un buen atranque!

-          Tío Benito, con la buena gente que es el amigo Pepe, no me explico que tuviera problemas con él. ¿Qué pasó?

-          Como “t’he” dicho, la mayordoma, “pa” no devolvernos la gallinas porque estaba feo, se las llevó al vecino, que también cría en una casa que tiene “alquilá” al “lao” de donde vive nuestra amiga Lola Díaz.

-          Bueno, ahí, por lo menos, no harían el desastre de la cochera.

-          ¡Ni “muncho” menos! Pero ¿tú sabes el “cachondeico” que se trajo conmigo “El Maleno” cuando me vio por la calle?: “Tío Benito, ¡vaya gallinas ‘espeluznás’! ¡A ver si l’echa de comer, que las tenía ‘enmayás’! ¡Anda que no se les nota ya que s’acuestan con el buche lleno!”. ¡Qué malamente me sentó! Le repliqué: “¡Estarán ‘enmayás’, pero no me s’escapan por los corrales como a ti, qué tienes a to el vecindario soliviantao buscándolas! ¡Si no sabes tener gallinas, no las tengas! ¿No t’acuerdas del villancico que te cantaron el año pasao? Pues te lo voy a recordar: ‘Ha pasao la Nochebuena/ ha pasao la Navidad/ y ‘El Maleno’ la gallina/ no la ha podío encontrar”.  Nuestro amigo y vecino Francisco “Perrera”, que pasaba por allí, al vernos tan “acaloraos”, medió: “Tengamos la fiesta en paz, que no son fechas pa discutir, y menos entre vecinos. Ande, Tío Benito, dé la mano a Pepe, y aquí no ha pasao na”. La mano se la dí y quedamos como amigos; pero, cuando iba “pa” mi casa, pensaba: “¡Éste sabrá muncho de pintura y de medecina, pero de gallinas no tiene ni idea! ¡Y otra cosa, como su gallina se venga otra vez al corral, al puchero va!”.

-          Tío Benito, con tantos prolegómenos, todavía no me ha contado nada de lo que de verdad me interesa: la romería de 2016 que, como todos sabemos, ha sido un poco atípica debido a las condiciones meteorológicas adversas.

-          Tienes “toa” la razón; pero, a pesar de la lluvia, que vino “mu” bien, se celebraron “tos” los actos “pogramaos”. “Paece” mentira, pero las nubes respetaron los horarios porque se celebró la Romería Escolar, debutaron “Las Candelas”, “s’hizo” la Ofrenda de Flores, Inma echó su “fenomenal” pregón, el Paseo de Caballos transcurrió con normalidad, salíó y llegó la cofradía a “l’Arilla” y, “pa” rematar la faena, Nuestra Patrona “prosecionó” por El Llano aunque un poquito más rápido por miedo a la lluvia.

-          Así mismo me lo habían contado. De todo lo que me ha enumerado, lo único que desconozco es el tema de “Las Candelas”.

-          ¡Sí, hombre! Esto ha “sío” una idea de nuestro amigo Manuel Recuerda, el hijo de Antonio el del Ayuntamiento, que, con otros “aficionaos”, han “formao” otra peña que se llama “Porcuna dende mi caballo”. Pues bien, pidieron permiso al Ayuntamiento “pa” instalarse en La Redonda y, con las precauciones “nesezarias”, encender unos chiscos “pa” pasar un buen rato.

-          Digamos que fue una concentración de amantes del mundo ecuestre.

-          Efectivamente. Aunque yo no estuve, me contaron que, “pa” ser la primera vez, salió “to” “mu” bien: llevaron su “comía” y su “bebía”, y, por si fuera poco, los amigos de “Los Miércoles Flamencos” aportaron sus voces y sus guitarras “pa” pasar una “velá” agradable. Yo “m’alegró” un montón “d’estas” cosas porque lo que “nesecitamos” son ideas “pa” rellenar las vísperas romeras.

-          ¿Qué día se celebraron estas “Candelas”?

-          El miércoles, el mismo día de la Romería Escolar, que se tuvo que retrasar porque los nenes y los maestros habían “estao” celebrando un puente.

 

ROMERÍA ESCOLAR Y OFRENDA DE FLORES

 

-          Llegados a estos puntos, hábleme de cómo le fue la undécima Romería Escolar.

-          ¡”Mu” tranquilica!

-          ¡No me lo creo, con el culillo de mal asiento que está hecho!

-          ¡Pues créetelo! Es la primera que paso estos días sin salir de mi casa.

-          ¡Lo ataría su señora!

-          ¡Ni “atao”, ni “na”: los “encalaores! ¿No “t’he” dicho antes que mi mujer quería apañar la “fachá” con tiempo y “l’avisó” al “Nene” el Lunes Santo cuando iban con el Cristo de Medinaceli? ¡Ahí lo tienes, las vísperas! ¡Ni Romería Escolar, ni Ofrenda de Flores! No estuve, pero la mente no paraba: ahora habrán “llegao” Cayetano, con traje de corto y su sombrero “d’ala” ancha, y Conchi, “mu” guapa”, con traje de gitana; Librada, La Presidenta, en su último año como mandamás; Miguel Moreno, nuestro Alcalde; Sandra, la Concejala de Festejos, que, como “s’ha” “quedao” tan “delgá”, se le caen “tos” los trajes de gitana que tiene; la Presidenta de los Padres y Madres del Colegio; Rosarito Horcas, que debutaba como Directora del Centro, y una representación de la Banda de Cornetas y Tambores “Virgen de las Angustias”. También recordé el Salón de Actos llenico de gente “pa” escuchar el Pregón Infantil, “qu’este” año lo echaba Lucía de la Torre Roldán que, aunque es “mu” jovencilla, conociendo a su familia, seguro que lo haría “fenomenal”. Añoré un montón no ir en la  “cometida” que se forma “pa” juntarnos con las cofradías de la Guardería Infantil y del Colegio “Juan Carlos I” a su paso por La Carrera, “qu’estaría” “abarrotá” de gente “pa” ver a los jóvenes romeros camino de la Plazoleta donde, “dirigíos” por D. Jesús y Loli “La Maera”, rezarían y cantarían a la Virgen de “l’Arilla”.

-          Para no acudir, recuerda perfectamente todos los detalles de la Romería Escolar.

-          Pues, si quieres, también puedo darte relojina de la Ofrenda de Flores, que me la sé de memoria.

-          ¿No llovió esa noche?

-          Hizo fresquito, pero no cayó ni una gota. Me contaron que “to” salió “mu” bien. Cuando repicaron las campanas, “m’imaginé” a nuestro amigo Cayetano llevando el estandarte de la cofradía “pa” presidir el acto; Conchí, detrás con su buen ramo de flores; autoridades, familiares, amigos y romeros, sobre “to” infantiles, portando ramos “pa” formar el tapiz que rodearía el cuadro de Nuestra Patrona. ¡Cómo no, Esther Aguilera presentaría como ella sabe hacerlo! También los Coros Romeros “La Alegría del Llano” y “Sentir Alharillero” piropearían cantando a la Virgen de “l’Arilla”.

-          No me ha nombrado a los del Coro de la Hermandad.

-          ¡Es que no estuvieron! “M’enteré” que, después “ d’un” montón “d’años”, han “decidío” descansar por un tiempo. ¡Se lo tienen bien “merecío”! ¡La de buenas canciones que nos han “dejao”, y los raticos “qu’hemos” “pasao” con ellos! En cuantico los vea pienso felicitarlos y darles las gracias por estar al servicio de la cofradía durante casi treinta años. Mi “cuañao”, como es como es cuando lo supo, me dijo: “Benito, ésos ya han juntao bastante; ahora, que junten otros”:

-          Total, que le dieron la encerrona durante esas dos noches. Tampoco le vendría mal porque, de esa manera, estaría descansado para las siguientes jornadas.

-          ¡Qué va! ¿Tú sabes cómo nos dejaron la casa de cosas los “encalaores”? “El Nene”, como es tan amigo de los mayordomos, no hacía más que decirme: “Tío Benito, como tengo qu’irme trempano, usted s’encarga de recoger y enjuagar los roíllos y las brochas”. Por otro “lao”, mi mujer, como es tan “repolpusera”, “s’empeñó” en limpiar también el espejo, “qu’han” puesto en la “fachá” “pa” los coches. “Benito, quítale esas gotillas de pintura, no sea que molesten a los conductores, haya un accidente y nos echen la culpa”. Aquí me tienes como “Pinito del Oro” jugándome el tipo “montao” en una escalera, con un trapo “mojao” en Volvone y otro “pa” secar. Después de “to”, pillé un raspazo porque, por “muncho” que le daba, siempre le quedaban ramalazos. “¡Como no está en lo qu’está, qué guarreao lo va a dejar! ¡Benito, esmérate,  por si vienen los de Canal 45, qu’esté curioso!”. Cuando pasaron mis vecinos Antonio “El Pavero” y Palmi, su mujer, “mu” elegantes, “pa” la Ofrenda de Flores, me dijeron: “Tío Benito, ¡ni que fueran ustedes los mayordomos! ¡Madre mía cómo esta dejando el espejo! ¡Si se lo hubiera dicho a Miguel, l’habría mandao gente del paro y s’habría ahorrao ese trabajo! Por otro lao, se va a perder la convidá que van a dar Conchi y Cayetano”.

-          Tampoco está mal que, de vez en cuando, se pierda alguna; porque le pasa como al perejil: está en todas las comidas. Si no estuvo en la Romería Escolar ni en la Ofrenda de Flores, ¿qué pasó con el pregón?

 

VIERNES POR LA MAÑANA

 

-          ¡Ves tú, a eso sí acudimos; aunque, hasta que llego la tarde, tuvimos un viernes un poquito “ajetreao”. “Pa” empezar, mi mujer había “pedío” hora “pa” peinarse “ase” “La Marta”. ¡A las siete la mañana “qu’iba” “pa” la calle San José! “Benito, me voy porque me dijo la peluquera que me fuera trempanico, que luego hay muncha gente” – me soliviantó cuando estaba soñando que “m’habían” ”subío” la paga un montón, era el mayordomo de “l’Arilla” y el espejo de la “fachá” lo habían “quitao”.

-          ¿Cómo acabó su sueño?

-          ¡Con un codazo que “m’arreó” mi parienta “pa” espavilarme! “Benito, me paece qu’estás soñando otra vez con ‘La Terelu Campos’, porque tienes una carica amena que no se pué aguantar. ¡Anda, levántate, termina de recoger las cosas y pon las banderas en los balcones, qu’ha dicho ‘Sindi’ que va a llover!”.

-          ¿Quién es ese personaje?

-          ¡Si “to” es del móvil! Resulta que, el jueves, se presentó mi sobrina Sara y, como es de Madrid, me dijo “mu” fina: “Tito Benito, la romería va a ser de agua”. “¡Ya lo sabes tú!” – le repliqué. “¡Tito, que me lo ha dicho ‘Sindí’!” – insistió. “Pero ¿quién es esa señora o señorita tan sabeora? – acabé. “M’explicó” que preguntaba al móvil: “’Sindi’, ¿qué tiempo hará para Alharilla?”. Y “Sindi” contestaba: “Va a llover”. Como “l’insistió” unas cuantas veces, “La Sindi” se mosqueó y, con “muncho” genio replicó:” ¡Va llover a cántaros!”. ¡Anda que s’equivocó “La Sindi”! ¡No cayó agua ni “na” el viernes! De “toas” maneras, como estuve a cubierto, no me mojé. ¡Con el ratico tan bueno que pasamos “ase” mi vecino Antonio “El Pavero”,  la que me liaron después!

-          ¿Qué le sucedió el viernes por la mañana?

-          Resulta que se presentó Antonio y me propuso: “Tío Benito, como el día está así y las mujeres están toas en la peluquería, ¿qué le paece si avisamos a los vecinos, nos llevamos unas cervezas y un vinico con sus aperitivos a mi casa, y celebramos la mayordomía de Conchi y Cayetano?”. “Antonio, es que mi mujer m’ha dicho que recoja lo que dejaron los encalaores y ponga las banderas en los balcones” – le contesté. “Por eso, no se preocupe, luego venimos y lo arreglamos entre tos” – insistió “El Pavero”. ¡Ay, si no tenía “qu’haberle” hecho caso!

-          ¡Ya está lamentándose otra vez! ¡Cuénteme!

-          “Na”, se lo dijimos a Juan “El Morenico”, a Daniel “El Monjito”, a Antonio Torres, a Vidal “El Chirivito”, a Juan Antonio el de La Paloma, a Antonio el “marío” de Dolores “La Pacharquita”, a Francisco “Perrera” y José Yébenes el Cabrero, que a sus noventa y seis años también quiso juntarse.

-          No creo que acudieran todos.

-          ¡Tardaron en presentarse con su “bebía” y su “peacico” de jamón, queso, lomo, chorizo, morcilla, bacalao, tomates…! ¡Vivan las calles Yerro, Garrotes, Gallos y Paulino Molina! ¡Vivan las calles con arte!

-          Lo suyo hubiera sido vitorear a la Virgen de Alharilla y a los mayordomos. ¿Por qué presume tanto de su barrio?

-           Mira, empezamos suavicos; pero, cuando nos habíamos “tomao” unas copicas, “El Chirivito” cogió su guitarra y, cantando flamenquito de “Los Chichos”, ¡no veas que recital nos dio! Después, Antonio “El Pavero” “s’arrancó” por fandangos.

A mis vecinos les canto
este fandango valiente,
a mis vecinos les canto,
porque, aparte de vecinos,
“tos” son “mu” buena gente.

 Con una copica de vino
“tos” los presentes brindamos,
con una copica de vino,
por los Hermanos Mayores
que son Conchi y Cayetano.

 Domingo de romería,
los romeros al Llano vamos,
domingo de romería,
y a la Virgen de Alharilla
le cantamos y le rezamos.
 

 -          Ustedes cumplieron con el refrán “a mal tiempo, buena cara”.

-          ¡”Pa” cara la que “me se” puso cuando me pilló mi mujer poniendo las banderas!

-          Recuerdo que ése fue uno de los encargos que le dio su señora antes de marcharse a la peluquería.

-          Eso era lo primerico “qu’iba”  a hacer, pero a ver quién le decía que no a Antonio. ¡Si no tenía “qu’haberlo” “probao”!

-          ¿Qué no tenía que haber tomado?

-          ¡El vinico que llevaron! Como ya no bebo “na”, “na” más que “guarrerías” “d’esas” sin “alcohol”, cuando “El Morenico” fue a llenarme la copa, le dije que no quería. “¡Tío Benito, a usted no le pega que l’echen el toro al corral! Ya mismo estamos brindando por la Virgen de l’Arilla, los mayordomos y los buenos vecinos! ¡Además, por la víspera se conoce el santo! ¡Me cago en la caracola!” – me chilló el bueno de Juan.

-          Compruebo que ha bajado mucho el listón; porque, si no recuerdo mal, usted era de los romeros flamencos capaz de aguantar carros y carretas.

-          Si lo malo no fue esa copica; sino que, luego, llenó Daniel; más tarde, Torres… ¡Hasta José Yébenes convidó!

-          Supongo que sus vecinos le ayudarían a poner las banderas en los balcones.

-          ¡Cállate, que “me s’había” ido de la cabeza! Cuando se lo dije, me propuso “El Chirivito”: “No se preocupe que ya mismo vamos y las ponemos entre tos”.  Como estaba lloviendo “muncho”, “pa” que no dejaran “pisás” en la casa, les comenté: “Voy yo solo y vosotros, dende la calle, me dirigéis pa ponerlas derechicas”.

-          Tampoco tiene tanto trabajo colocar unas banderas.

-          ¡No, pero, si está lloviendo y el canalón te cae justo en la cabeza, ya me dirás! Mira, fue salir al balcón con la bandera “d’España”, y aquí tienes a la tropa cantando el Himno Nacional: “¡Chinda, Chinda…!”. ¡Hasta “El Morenico” cogió la herramienta “d’apoyarse”: “¡Presenten marras a la bandera! ¡Me cago en la caracola!”.  Como pude, la puse y cogí la “d’Andalucía”. ¡Con ésa sí que montamos un número!

-          Después de la anterior, ya me espero cualquier cosa.

-          Cuando ya la tenía “colgá”, asomó mi mujer por la esquina de “La Paloma” y, al verme en el balcón y los otros cantando “¡La bandera blanca y verde…!”, no se pudo aguantar: “¡Ay, Virgen mía d’Alarilla, que no puede ir una a ningún lao! ¡Pa qué le diría yo na! ¡Si tos los años me monta algún espectáculo! ¡Anda, Benito, bájate y despídete de los vecinos, que ya mismo subo y la pongo derecha! ¿No t’has dao cuenta que l’has puesto p’abajo?”. ¡Cuando reparé, Hércules y los leones estaban “jarruñando” en el balcón “pa” no caerse!

-          Ése fue un fallo de los gordos.

-          Yo estaría mal, pero ¿qué me dices de los ayudantes que “m’apañé”? “Pa” más cachondeico, saltó Francisco “Perrera”: “¡Tío Benito, le paece a Sandra, la concejala, cuando tira balones dende el balcón del Ayuntamiento el día de los Reyes Magos! ¡Bájese que ya mismo rematamos la faena con un ‘Puerto d’Indias’”! ¡No me dio tiempo a contestar! “¡Éste ya no hace más el indio hoy! ¡Ahora tendrá que secarse, porque paece un pollico dapeseta con el pelico chorreando! ¡Veremos si no tengo que ir sola al pregón! ¡Que sus divirtáis y gastéis poco!” – dando un portazo, dejó a los vecinos con la palabra en la boca. “¡Ya mismo t’estás quitando la ropa, que vas a pillar una pulmonía!” – me pidió con la dulzura que la caracteriza. Como con el remojón “me s’había” “pasao” el efecto del vinico, “me s’ocurrió” decirle: “¡Qué bien t’ha peinao hoy Marta! ¡Seguro que t’ha lavao la cabeza Alberto el de Gabino, que tiene unas manos que no se paecen en na a las del padre!”. “¡Pues tú tenías que ir también a que t’echaran la permanente en los cuatro pelos que tienes!” – me replicó, muertecita de risa, viendo el aspecto que tenía con la cabeza “mojá”, “encogiico” y tiritando de frío. “Asómate a la puerta no sea que Hércules y los leones vayan ya por la calle Los Garrotes” – le pedí antes de sentarme delante del chisco “pa” calentarme.

-          Dirá lo que quiera pero, en el fondo, su señora lo quiere más de lo que aparenta y siempre acaba perdonando sus “travesuras”. Malamente se le presentó la tarde para acudir al pregón.

-          Mi mujer, “qu’había” hecho pepitoria, me dijo: “Benito, te voy a sacar un poquito caldo con una “almondiguita”, y verás como t’entonas”. “Desganao”, porque tenía el cuerpo “cortao”, me lo tomé y, como estaba “estragao”, me sentó “mu” bien.

 

PREGÓN

 

-          Al final, se recuperó y, a la hora prevista, estaría en el “María Bellido” dispuesto a escuchar el pregón de Inma Peláez Burgos.

-          ¡No corras tanto, porque, con la ropa, también tuvimos un buen atranque!

-          Pero bueno, ¿no me ha dicho que su señora fue a la modista?

-          Sí, si ella estaba hecha un cromo; pero yo, cuando quise ponerme el traje, que llevé cuando fui padrino de mi hija la mayor, no “m’abrochaba” ni el pantalón, ni el chaleco, ni la camisa. Encima, tenía la culpa de “to”: “¡Benito, si es que comes muncho! ¡Si es que ta quedao una vida mu buena! ¡Cudiao con el culo pollo que tiene en el cuello! ¡A ver, encoge un poquillo la barriga!”. “¿No decías que con un clavel en la solapa s’arreglaba to?” – le contesté “encoraginao”.

-          ¿Cómo se las arregló?

-          Encogiendo la barriga y sin respirar pude abrocharme el pantalón y el chaleco. Mi parienta “m’avisó” con cachondeico: “Benito, ten cudiao con el que te se ponga de frente, no sea que lo entuertes d’un botonazo”. Ves tú, lo de la camisa “s’arregló” mejor porque me dejé el botón “desabrochao”. “¡Ay, que vas más bonito qu’un San Luis! ¡Así me gusta mi Benito, el más garrampón después del mayordomo! ¡Qué primoroso es pa mis ojos!” – me decía “pa” contentarme. Yo maquinaba: “Si esto es de pie, ya veremos cuando diga a sentarme”.

-          ¡Bien que presumiría con su señora del brazo! ¡Seguro que le echarían más de un piropo!

-          ¡Hombre, es qu’ella” es bastante mejor que yo y, “encuantico” “s’arregla” un poco, se le nota un montón!

-          ¿Cómo estuvo el pregón?

-          Respetando los demás, el “d’este” año ha “sío” el más bonito que “s’ha” “echao” a la Virgen de “l’Arilla”. ¡Qué “peazo” pregón se cuajó la hija de mis vecinos Joaquín Peláez y Amparito Burgos!

-          Como por aquí pasa mucha gente, todos los comentarios coinciden con el suyo.

-          Inma nos dejó con la boca abierta con las cosas tan bonitas y tan “cencillas” que dijo de Nuestra Patrona, de nuestra romería, de su familia, de sus amigos y de “tos” los romeros de “l’Arilla”. Tampoco “s’olvidó” de su tita Juana a la que dedicó un recuerdo especial. Con el pregón tan bonito que “s’había” “presentao” y ¡qué fatiguitas estaba pasando entre el traje  y José Daniel Heredia!

-          Lo del atuendo no me extraña; pero ¿qué le sucedió con el bueno de José Daniel?

-          Como no cantaba el Coro de la Hermandad, era el primer año “qu’estaba” viendo el pregón “dende” abajo, porque los años anteriores lo había visto “dende” el escenario, y “pacía” que tenía azogue levantándose y sentándose. ¡Me tenía “mareao” moviéndose “d’un” “lao” “pa” otro! Mi suerte fue que no tiene la cabeza “mu” gorda y pude ver algo. Se lo tuve que decir: “¡Cucha tú, que porque fueras andero mayor en los traslados, no vas a hacer lo que quieras!”. Cuando “s’arrodeó” y vio lo “colorao” “qu’estaba”, me replicó: “No se preocupe, Tío Benito, que ya no me muevo más. Relájese, que le va a dar algo, porque paece un pimiento morrón”. ¡Qué rato le dio también a Anita Pilar la del “Vivi”, que la tenía al “lao”! Mi mujer “m’advirtió”: “Benito, tranquilízate, no sea que, con la inritación, te se salte algún botón”.

-          En resumidas cuentas, Conchi y Cayetano pueden presumir de pregonera.

-          ¡Y “tos”! ¡Qué “panzá” de llorar se pegaron sus padres escuchando a su Inma!

-          Por lo que me cuenta, la pregonera se explayó bien.

-          El caso es que no fue “mu” largo porque duró lo justo. ¡“Enfíjaté” cómo estaría saliendo de bonito que, “p’alargarlo” un poquito más, se fue la luz!

-          ¡No me diga que se quedaron a oscuras!

-          ¡Sí señor!

-          ¿Qué hicieron en ese tiempo?

-          El Coro “La Alegría del Llano”, “qu’ha” “cogío” el relevo del de la Hermandad, empezó a cantar. ¡Cucha tú, qué sonó mejor que con luz!

-          Entonces, cuando volvió el fluido eléctrico, se acabó el pregón.

-          ¡No corras tanto! Por si la pregonera no había “tenío” bastante, su hijo Luis, que tiene la misma voz de su “agüela” Amparito, le dedicó una copla “acompañao” a la guitarra por Javi “Pimiento”, el hijo de mi primo Manolo. ¡Qué cosas más bonitas pudo decir a su madre que, con lo guapa “qu’iba”, “s’estropeó” un poquillo al llorar “emocioná”! Otra “qu’está” bien de piquito es Conchi, la mayordoma, que cogió el micrófono “pa” dar las gracias a Inma por su pregón y ¡vaya letra “menúa” que tiene! Ves tú, Cayetano  tiene “qu’aprender” de su amigo Jaime “El Vaquero” porque, cuando le preguntaba algo Mari Carmen Gómez, la de Canal 45, siempre respondía: “Eso, que lo diga mi mujer”.

-          Al parecer, su amigo “Romerito” cerró el acto entonando la “Salve Rociera” con su gaita y su tambor.

-          Eso está “mu” bien, pero a “ca” cosa hay que darle lo suyo. ¡A ver cuándo escuchamos una “Salve Alharillera”! Seré un “pesao”; pero, siempre que puedo, animo a los artistas del pueblo a ver si son capaces de sacar entre “tos” una copla que recoja las cosas de Nuestra Patrona, de Porcuna, de nuestra romería y de nuestra gente sin “nesecidad” de tener “qu’acudir” a Almonte y a la Blanca Paloma.

-          ¿Qué hicieron al finalizar el acto?

-          Lo primerico, ponerme de pie ¡porque estaba “pa” reventar, y eso que “m’había” “desabrochao” el botón del pantalón! Quise hacer lo mismo con el chaleco, pero mi parienta “m’advirtió”: “Benito, aguanta un poquillo, le damos la enhorabuena a la pregonera y nos vamos. Van a ser cinco minutos”. ¡Sí, sí, cinco minutos: casi una hora haciendo cola hasta que pudimos dar un par de besos a Inma, a Luis Carlos, a Amparito, a Joaquín, a Conchi, a Cayetano, a Antonio Burgos, a Manolita…!

-          ¿Y todos esos besos repartió usted?

-          ¡”Pa” eso son “mu” buenos amigos y “mu” buenos vecinos! Al verme, “tos” con la misma cantinela: “Tío Benito, está un poquillo colorao, ¿no tendrá la tensión alta?”. “No, es qu’estao quitando la yerba del corral, y m’ha dao muncho el sol” – les replicaba “pa” no darles relojina de los “poblemas” del traje.

-          Supongo que, después, iría a Alharilla para saludar a la Virgen y echar un ratico.

-          Efectivamente, pero eso no es ya lo “qu’era”; porque, entre el tiempo “qu’hacía” y los controles de la Guardia Civil, qué poquillo ambiente había en El Llano. Nos llevó mi yerno, pero con prisas: “Vemos a la Virgen y volvemos rápido, porque hemos quedao con los amigos en la cochera del ‘Reventón’, y no queremos llegar con los aperitivos floreaos”. Así que, después de rezar a la Virgen, dándole las gracias por otra romería más y pedirle por “tos” y por “to”, antes de las doce estaba con el pijama y las alpargatas de paño. ¡”Qu’agustico” me quedé cuando me quité el chaleco, la camisa y los pantalones! Eso referí a mi mujer: “¡Esto es mejor qu’hartate de comer y de beber en el salón de los mayordomos!”. “Pa” colmo, cuando estaba “acostao”, se presentó con una botella “d’agua” calentica y me la puso en los pies. “Cuidaremos al rey de la casa, no sea que se resfríe y no podamos ir a l’Arilla. Anda Benito, reza ‘Cuatro esquinitas tiene mi cama…’, sueña con los angelitos y deja  en paz a la Terelu Campos” – “m’aconsejó” remetiendo bien la ropa de cama “pa” que no me desarropara.

-          Con unas cosas y con otras, ¡vaya encerronas que le dieron! ¿Tuvo más suerte el sábado?

 

SÁBADO POR LA MAÑANA

 

-          A medias. ¡”Menúa” discusión tuvimos en La Baranda!

-          ¡Pues sí que comenzó bien el día! ¿Qué ocurrió?

-          ¡“Na”, que la gente quiere saber de “to”! Resulta que, como había “llovío” tanto, en “l’arena” “qu’habían” “echao” en La Carrera, “s’hicieron” unos “arroyaeros” que “pacían” “La Pasá el Balate”. Entonces, los del Ayuntamiento pensaron darle un arreglo con una grada “enganchá” a un coche.

-          Hombre, a mi parecer, era el remedio más adecuado.

-          Sí, pero ahí es donde empezó el debate, porque yo decía que tenían “qu’haberle” “enganchao” un mulo; Manuel Julián “El Pavero”, que tenían que darle dos “pasás”; Sixto “Gamboas”, que lo suyo era un “rastrón” de ramón; Juan Pedro “Batato”, que si los ganchos “p’arriba”; “El Maestro Juan”, que si había “qu’hacerlo” a lo ancho… Al final, se presentó Luis Ángel “Pacurro” con un travesero de catre “pa” ponérselo a la grada. Cuando acabaron “toas” las maniobras, mi amigo Tomás “Majano” dijo: “¡Esto s’ha quedao cernío!”.

-          Con tantos  medios técnicos nuestra calle principal quedaría en perfecto estado de revista.

-          “Enfíjate”, pasó por allí Miguel Moreno que, al ver el trabajo “terminao”, se “l’ocurrió” decir: “Esto lo pillo yo antes de ser Alcalde y lo planto d’estaquitas”.

-          Por lo que me está contando, no llovió el sábado por la mañana.

-          ¡Ni en “to” el día! Guarreó un poco, pero no cayeron ni tres litros. Ves tú, el viernes sí cumplió bien con veinticuatro litrejos.

-          Con tanta discusión, no se daría su habitual vueltecita por Alharilla.

-          Pues sí, porque pasaron por allí Juan Manuel “El Nene” y “El Ricis” y, como saben que me “yerve” la sangre y, conforme pasan los años, me “paezco” más a Frasquito “Cojones”, “m’invitaron”: “Ande, Tío Benito, véngase con nosotros y nos echa una mano pa preparar el salón de los mayordomos; porque pa comer munchos, pero pa trabajar, pocos”.

-          Me parece estupendo que, de vez en cuando, lo busquen también para arrimar el hombro, que todo no va a ser comer y beber gratis.

-          ¡Eso sí que no! Lo que pasa, es que uno va teniendo una edad y ya, con cualquier cosilla, me vengo abajo. Mis compañeros me lo decían después: “¡Vaya ayudante que nos hemos buscao; si lo llegamos a saber, lo habríamos  dejao en La Baranda!”.

-          O sea, que, en vez de colaborar, lo que hizo fue entorpecer.

-          Más o menos, pero también hice su apaño.

-          ¿Cómo encontró El Llano después de la lluvia caída?

-          ¡”Menúo” cambio habían “dao” los olivos! ¡Qué color “plateao” más bonito tenían! Como estaba “to” chorreando, no había “naide” montando casetas en medio de los olivos, una había en “El Humillaero”. “El Nene” me comentó: “Tío Benito, este año va a ser una romería de naves y cocheras. No se distraiga muncho saludando a la Virgen y a su Divino Hijo, qu’hay muncha tarea”. Así que nos fuimos “p’al” salón. ¡Yo no sabía lo “dispostón” “qu’es” el hijo de mis amigos Juanillo “Lauva” y Mari “La Machacá”! ¡La madre que lo parió, qué manera de repartir tarea! ¡Ya, porque no se va a la mili, si no  a éste lo hacían cabo furriel!

-          Pues Carmen, su mujer, dice que en su casa parece que está escayolado y no tiene giro para nada.

-          Estaban allí José María “Gallico”, Luis Carlos Morente, Jalón, José el del Jilo y Paco el de María la de los Güevos, ¡Tardo en repartir trabajo! Cállate que, cuando vi a Luis Carlos, como su mujer había “sío” la pregonera y llevaba un “vestío” de gitana precioso, pensé: “¡Qué mal repartío está el mundo: ella gastándose los dineros en ropa; el, trabajando p’arrimar un jornal a su casa!”.

-          Con tanta gente, siendo el mayor, le dispensarían el trabajo.

-          ¡Menúo regaño me llevé! “Tío Benito, aquí se viene a trabajar, no a cascar!” – “m’advirtió” “El Nene” cuando empecé a saludar a uno y a otro.

-          ¿Qué tarea le encomendaron?

-          José María “Gallico” “m’endiñó” una fregona con un mocho que pesaba más “qu’una” vaca en brazos: “¡Despacico y buena letra: dende aquella punta hasta ésta!”. Yo, que siempre había dicho “qu’el” salón era “mu” chico, ese día “pacía” un campo “fúrbol”.

-          Eso no sería obstáculo para usted que estaba entrenado del encalo de su casa.

-          Sí, pero ¿no “t’acuerdas” de lo de las banderas?

-          ¿Qué tienen que ver ahora los emblemas de España y de Andalucía?

-          Pues, que, cuando iba por la mitad, como las ventanas estaban abiertas, “pa” que se secara antes el suelo, y había corriente, me resentí del enfriamiento que pillé en el balcón y, al estrujar la fregona, me dio un “crujío” la cintura. ¡Me quedé “pillao”! “¡Tío Benito, déjese de bromas, que no estamos ahora p’hacer ‘maniquinsales’” – “m’avisó” “El Ricis” cuando me vio “parao”.

-          Espere porque no entiendo lo de “maniquinsales”.

-          ¡Sí, hombre, eso que te quedas quieto y “t’hacen” un retrato!

-          Tío Benito, eso se llama “mannequi challenge”, y se ha puesto de moda para grabar vídeos de cualquier evento.

-          Bueno, el caso es que no me podía menear. “¡Le paece usted a Fray Escoba, na más que con fregona! ¡Ande y dese prisa que le queda un roalillo” – “m’animó el hermano mayor de la mayordoma. Yo cabilaba: “¡Cualquiera dice na a estos con lo salvajones que son!”. Al final, el nieto de mi amigo Benito Jalón, que “m’aprecia” “muncho”, se percató: “Deje, que lo acabo yo”. Cuando “s’enteró” Juan Manuel de lo que me pasaba, se”l’ocurrió”: “No se preocupe, váyase a la cocina con José y Paco y ayude en lo que pueda”. Ves tú, esa misión fue bastante mejor.

-          Si estaba tan dolorido, poco podría hacer.

-          ¡Qué bien me porté!

-          ¿Qué tarea le encomendaron los amigos José y Paco?

-          Como habían “cocío” gambas, me trajeron un platico: “Tío Benito, pruébelas a ver si están bien de sal”.

-          Seguro que, con ese trabajo, no le dolió nada.

-          ¡No te creas; porque estaban “friyendo” flamenquines y violetes y, como soy tan buen “trabajaor”, cuando me trajeron la prueba no soplé y me quemé la lengua! “¡Rápido, una copica de vino pa pasalo!” – gritó el de María la de los Güevos.

-          ¡Qué mérito el suyo! Ahora entiendo lo importante que resultó su aportación.

-          Tú te ríes, pero tuve que controlar cómo trinchaban jamones y quesos. “¡Tío Benito, a ver si le coge esta lancha de jamón en la boca pa cortarlas toas iguales! Esta cuñica de queso ¿tiene la medía exacta?” – “m’achuchaban” los cocineros. Ves tú, el lomo “embuchao” me costó más trabajo porque tengo la boca “mu” chiquitilla. Cuando vino “El Nene” a dar una vuelta y me vio con los carrillos llenos y más “colorao” “qu’un” pimiento morrón, me lo agradeció: “Si no llega a ser por usted, no acabamos. Dese una vueltecita por El Llano, que le dé el aire, qu’es mu bueno pa sus achaques”.

-          Tan dolorido como estaba, ¿cómo se las arregló?

-          Cuando me despedí de mis compañeros de fatigas, como cojeaba un poquillo, me jipó José María: “¡Tío Benito, venga que le voy a dar una friega en el lao que va a ser mano de santo!”. Yo no sé si sería de santo pero, en el “peazo” mano, que tiene “El Gallico”,  “s’echó” un chorreón de manzanilla y me la restregó bien en el cachete: “¡Joé, Tío Benito, si tiene un culo que paece un cigarrón! ¡Pa terminar voy a nesecitar un par de botellas!”.  Como “s’empleó” tan a fondo, “m’acordé”: “Cómo tenga los mismos modos con su mujer, ‘La Churra’, ¡qué contentita la tendrá!”.

-          ¿Le hizo efecto el tratamiento casero?

-          ¡Ya lo creo! Pero, como “toas” las “medecinas”, tuvo sus contras.

-          ¡No me diga que el caldo de Sanlúcar de Barrameda también estaba contraindicado para sus males!

-          El vino, no; pero, por donde pasaba, dejaba rastro. El colmo fue cuando llegué a mi casa y mi mujer “m’echó” el viento: “Benito, no me dirás que hoy no lo has probao. ¡Ay, qu’el día menos pensao le da un subión la tensión y me lo traen peor qu’está! ¡Como te quedes pa un carrico de roedas, te tiro por los ‘Cantones de Balbina’?”. Viendo que “s’embalaba”, se lo expliqué: “Mujer, que to ha sio porque José María, el hermano de Conchi, m’ha dao una friega con vino pa quitarme el dolor de la cintura”. ¡Hasta me tuve que bajar los calzoncillos pa demostrárselo! “No sé si t’habrá hecho efecto el tratamiento, pero traes dos moratones en los cachetes que te van a durar hasta la Feria Real. Cuando vea al ‘doctor’, le diré, qu’otra vez, t’apriete más, a ver si d’esa manera te se quitan las ganas de salir solo” – remató mi parienta ya más suavica.

 

PASEO DE CABALLOS

 

-          Con esa enfermedad tan grave, me imagino que se quedaría en casa y no vería el Paseo de Caballos.

-          ¡”Qu’equivocao” estás! Cuando lo del “Doctor Gallico” “m’hizo” efecto, “me s’aplacó” el dolor y, a las cinco y media, avisé: “¡Los flamencos nos vamos a La Carrera pa ver los caballos; si alguien quiere acompañarme, ahora está a tiempo!”. Replicó mi parienta: “Benito, espera, que ya mismo me visto, me doy un peinaron y nos vamos. Además, ahora no se puede ir de cualquier manera, porque te ven en Canal 45 y luego te critican”.

-          Me parece perfecto el detalle que tuvo con su señora.

-          ¡”Enfíjate” cómo iríamos que, cuando pasamos por la puerta de Francisco “Perrera”, “qu’estaba” “asomao” en un antepecho, “m’avisó”: “¡Tío Benito, no la lleve tan apretá que le va a salir sarpullío en el brazo!”.

-          Tampoco puedo creerme que estuviera toda la tarde agarrado al brazo de su señora.

-          La culpa fue “d’ella” porque, en cuantico llegamos a la puerta del “Pastelerito”, empezó a mandar: “Benito, como hay tanta gente y me pueden despeinar, tráeme unas torticas d’almendra, un socialista y un cucurucho. Pero no tardes muncho”.

-          Para complacerla volvería enseguida con los pasteles.

-          Esa era “m’intención”, pero ¿tú sabes cómo se pone aquello “tos” los sábados de romería? Como había delante un montón de nenacos “d’esos” que, como están “mu” bien “comíos” y poco “trabajaos”, son más grandes que las madre que los parió, pensaba: “Benito, como s’acaben las torticas d’almendra y no haya pa la parienta, prepárate”. Mira por donde, estaba allí Felipe Serrano, el de San Lorenzo”, “qu’al” verme pasar fatigas, “s’ofreció”: “Como domino un poco más qu’usted, dígame lo que quiere y se lo pido a Luis, que me está diciendo que sólo le quedan tres torticas d’almendra”. “¡Vale, por lo menos las vamos a probar!” – le repliqué. Sí, sí, torticas. ¡Ni catarlas!

-          Si se las sirvieron, cómo no las probaron.

-          Porque al “arrodearme” estaban allí mis amigos Antonio “Pamblanco”, José María Moreno y Ricardo “El Picaor”, “qu’al” verme con las torticas en un plato, saltaron: “¡Qué detalle, Tío Benito, una pa ca uno!”. Ni me dio tiempo a replicar, cuando quise darme cuenta ya las tenían en la boca. “¡Qué ricas! ¡No ponga esa cara, qu’estamos de romería! ¡Tómese con nosotros este cubata qu’hemos pedío pa Manuel ‘El Aguaor’ y no ha venío”! ¡Vamos a brindar por la Virgen de l’Arilla!” – propuso “El Pamblanco”. “Si es que las torticas eran pa mi mujer, que m’está esperando en la puerta. Además, yo no bebo d’esas cosas” – respondí. Pero insistió José María: “¡Un día es un día! ¡Que no se diga de los romeros flamencos como usted! ¡Vamos, que se va a asustar a estas alturas de su señora!”.

-          Veo que se le complicaron las cosas.

-          ¡Tú no lo sabes bien!

-          ¿Saldría a decir a su señora que se habían acabado sus pasteles preferidos?

-          No, lo “qu’hice” fue que, como pude, “m’acerqué” a la barra y, cuando me vio Luis me dijo que sólo quedaban dos cucuruchos. Así que, me los lió en un papel “pa” que no me pasara como con las torticas. Como te puedes imaginar, a mi mujer le faltó tiempo: “Benito, ¿has estao haciendo tú las torticas? No, si ya veo qu’has aprovechao pa jarabearte. ¡Ay, que no la puede hacer limpia! ¡Como tiene atranque con to el mundo!”. No “m’aguanté”: “¡Pues el año que viene, lo vamos a hacer al revés: tú entras, y yo me quedo en la puerta!”.

-          En esta ocasión tenía usted toda la razón.

-          Pero ahí no acabó la cosa porque, después, también tuve la culpa de “to”.

-          ¿De qué fue el culpable?

-          “Na”, “qu’al” abrir el papel y ver los cucuruchos, saltó: “Benito, justo los que menos me gustan. Bueno, haremos un esfuerzo”. ¡Si lo que tenía “qu’haber” hecho era no llevarle “na”, porque los dichosos pasteles trajeron reate!

-          ¡No me diga que le sentaron mal a su señora!

-          ¡Qué va”! Lo que pasó fue “qu’el” relleno estaba un poquillo blando y, al darle el primer “bocao”, ¡no veas cómo se puso la pechera de crema! “¡Ay, si yo lo que quería eran torticas! ¡Como se para con to el mundo! ¡Qué lástima de camisa, con el dineral que m’ha costao! ¡Ay, que voy a tener que ir a mi casa a cambiarme!” –se quejaba amargamente mi parienta.

-          Con este incidente, se le acabaría el Paseo de Caballos, porque acompañaría a su esposa.

-          No, porque se tiró un detalle: “Benito, como yo sé que te gusta esto, quédate, que vuelvo ya mismo. ¡Pero no te muevas d’aquí!” – “m’advirtió. “Vete tranquila, que no me meneo hasta que vengas” – le respondí “mu” resuelto.

-          De esa manera, pudo ver el espectáculo que todos los sábados de romería se celebra en nuestra calle principal.

-          ¡Cómo lo sabes! La pena es que no puedo darte “munchos” detalles porque la mayoría son jóvenes y no los conozco. Lo que sí está claro, es que, “ca” vez, hay más caballos y más carruajes. Pasó por allí mi amigo Benjamín “Botines” y le tuve que llamar “l’atención”: “¡Adiós, que dende que sales en Canal Sur, no t’hablas con naide!”. “Perdone, Tío Benito, pero yo no m’hablo con pelustranes como usted” – me replicó “mu” guasón. Además, “m’estuvo” contando que “l’han” propuesto hacer un “pograma”, como el de Bertín Osborne, que se llamará “En tu albardonería o en la mía”.

-          Con lo de su señora y lo de su amigo Benjamín, todavía no me ha contado nada de esa tarde.

-          Como no había caído una gota “dende”, y “l’arena” “l’habían””dejao” “cernía”, La Carrera estaba espectacular con doble función: en las aceras y en la “calzá”. ¡Qué cantidad de gente dispuesta a presenciar el desfile de caballos y carruajes! Conforme pasan los años, hay más participantes entre gente del pueblo y forasteros.

-          Como es lógico, Conchi y Cayetano harían acto de presencia.

-          ¡Qué cosas tienes! A las siete y media en punto se presentaron con su buen coche de caballos. ¡Qué guapa iba la mayordoma, y qué garrampón el marío! Además iban chochicos viendo que, a pesar de los pronósticos, el tiempo estaba respetando.

-          Supongo que, “Los Gallicos”, con lo amantes que son del mundo ecuestre, se harían notar.

-          José María, Nicolás, Miguel Ángel y Ana Carmen desfilaron con sus familias en coches de caballos. Entre “tos”, el “qu’iba” con la babica caída era el mayor con su nieto Alex “tomao”. Se pone más ancho que largo cuando preguntas al nieto el nombre de los mulos, y responde: “¡’Benito’ y ‘Porrua’!”. La “qu’iba” espectacular “d’amazona” era Rosa, la hija de Nicolás y Tere.  ¡”Qu’estilazo” a caballo! Tampoco se quedaron atrás, montando de la misma manera, “Mariusi”, la hija de Miguel “Triguero” y Luisa, la mujer de Marcial el de Los Caldereros. ¡Qué elegantes resultaron!

-          Tío Benito, ahora que nombra a las amazonas, ¿cómo es que no vuelven las jamugas a nuestra romería?

-          Esa es otra tradición que se perdió en Porcuna y no “s’ha” “recuperao”. “Muncha” gente habla de lo mismo, pero “naide” da un paso al frente. Esto es como “to”, hasta que uno se decida. ¡Cállate, que pasó por allí el “encalaor” Juan Manuel con Carmen, su mujer; Noelia, su hija, y Alberto el de Gabino en su buen coche de caballos. ¡Vaya familia con arte! Eso le grité: “¡Con razón querías cobrar el mismo día el encalo pa pagar el carruaje!”.

-          ¿Hubo muchos caballos?

-          ¡”Munchísimos”! Te lo repito, entre los del pueblo y los forasteros, “ca” año hay más. Allí tenías a “Los Victorianos”, más fijos “qu’un” melonar en “Las Hoyas”, acompañando a los mayordomos. También Diego “El Habichuelo” presumió con su caballo demostrando buena doma. Otro, “qu’iba” criando el arbolico, era Emiliano Recuerda con su Emiliano “montao” en su caballo.”Éste, porque l’ha salío a su agüelo Germán” – “m’aclaró” mi amigo Benito Luis “El Punto”, “qu’estaba” a mi “lao” y me daba relojina.

-          Entonces, todo el espectáculo transcurrió sin incidentes.

-          A las ocho cayeron unas chispillas, pero “d’allí” no pasó. Ves tú, de lo que nos tenemos que sentir más satisfechos es que, a pesar de los caballos y carruajes “qu’acuden”, no pasa “na” “d’importancia”. En esta romería “s’ha” “demostrao” que, “ca” vez, hay más romeros que cambian el caballo por el enganche “pa” ir “toa” la familia. Eso me comentó Benito Luis: “Tío Benito, ¿por qué no compra un cochecico para pasear a su señora y estar toa la romería al lao d’ella?”. “¡Hombre, si yo fuera un ‘Hormigo Cabezón’,  a lo mejor lo hacía; pero, con la paga que me da Rajoy, no tengo ni pa un pony!” – le respondí.

-          Hablando de su mujer, ¿no volvió?

-          “M’extrañaba” “muncho” que no hubiera “regresao”.Así que, me despedí de mi compañero y me fui en su busca.

-          Llegaría, la recogería y vuelta a empezar.

-          ¡Qué va! Cuando llegué, me la encontré con la bata “guatiné”, “sentá” en la mesa estufa viendo el pregón por Canal 45. “Benito, como sólo tengo otro hato nuevo, he decidío quedarme, no sea que me lo enzucie y no tenga na pa mañana. Tú puedes hacer lo que quieras; pero, me paece, que ya está bien por hoy”.

-          ¿Qué hizo usted?

-          Pues quedarme, porque tú sabes que yo no doy un paso sin ella. De “toas” maneras no nos aburrimos.

-          Supongo que prepararían sus aperitivos y su vinico para celebrar la romería en casa. ¡Seguro que acabó cantando sus fandanguillos!

-          ¡No señor, porque se presentó mi hija la mayor a dejarnos los niños y acabé de Keilor Navas!

-          ¡No me diga que imitó al portero del Real Madrid!

-          ¡Ésa es otra: yo, del Atlético de Madrid; mis nietos, del Real! Ahora que, por ellos, “s’hace” lo “qu’haga” falta. ¡Quién “m’iba” a decir “qu’acabaría” el Paseo de Caballos” como mis amigos “Mosimosi” y “Cascarilla”, los mejores porteros del “fúrbol” de Porcuna. Mi nieto el mayor, Javier, es más formalete y se quedó con la “agüela” leyendo las poesías “qu’habían” escrito los compañeros de los colegios a Nuestra Patrona; pero, el más chico, Jaime, cogió una pelota: “¡Agüelo, tú eres Keilor Navas y yo soy Cristiano Rooonaldo! ¡A ver si paras ésta!”. ¡Mira, con lo “menuillo” “qu’es”, “m’endiñó” un pelotazo en “toa” la cara que me la puso como un tomate! No “m’había” “recuperao”, cuando “Rooonaldo” ya “m’estaba” gritando: “¡Agüelo, ahora te toca hacer una rabona como yo!”. Traté “d’imitarlo”, pero, como hay “qu’hacer” esas cosas con los pies, “trompecé” y ¡qué costalazo pegué! Mi mujer, “qu’oyó” el porrazo, “m’advirtió”: “Benito, ten cudiao con Jaime, que tú eres capaz de lesionarlo”. Con la caída me resentí de la cintura y, como cojeaba al levantarme, “m’avisó” “Rooonaldo”: “¡Agüelo, bebe agua que todavía queda la prórroga!”. Agua, no; pero sí aproveché “pa” dar un buen trinque a la botella de vino. Me pasó como a los “futbolistas” cuando beben agua milagrosa, “m’entoné” y volví a la portería pensando: “¡S’acabaron los goles de Cristiano!”.   ¡Hasta la palmera, “qu’echaba” el amigo Sánchez en los fuegos de”l’Arilla”, vi con el pelotazo que “m’arreó” “Rooonaldo” en el

-          otro carrillo! Como me quejaba, se presentó “l’agüela” que, al verme las dos chapetas “colorás” y oliendo a vino, remató la faena: “¡Ay, si este hombre ni respeta al nieto pa beber! ¡Benito, habrá sio bastante, porque tienes la cara que te va a saltar la sangre! ¡Anda, deja d’entrenar no sea que te llame Del Bosque pa la selección!”.

-          Por lo que me cuenta, compruebo que tuvo una noche más movidita que si hubiera ido a Alharilla a escuchar la Salve y ver los fuegos artificiales.

-          ¡Cómo lo sabes! Cuando “m’acosté”, llegó mi mujer, “qu’en” el fondo me quiere “muncho”, con un  bote del “Tío el Bigote”: “Benito, como no está de guardia el ‘Doctor Gallico’, bájate los calzoncillos que te voy a dar una friega pa que mañana estés en forma p’al día que t’espera”.

  

DOMINGO DE ROMERÍA EN PORCUNA Y CAMINO

 

-          Poco a poco vamos llegando al final. ¿Cómo se presentó el día grande de 

nuestra romería?

-          ¡Cayendo chuzos de punto! ¡Cómo llovía a las siete de la mañana!

“M’asomé” al corral y “”menúa” “proseción” tenían “montá” los caracoles! Enseguida “m’acordé” de Conchi y Cayetano con lo “ilusionaos” “qu’estaban” y qué día se les presentó. De “toas” maneras, cuando “m’acerqué” a su casa, allí tenías al mayordomo gritando. “¡Agua, Virgen mía d’Alarilla!”.

-          Poco ambiente habría con esas condiciones meteorológicas.

-          ¡Qué te crees tú eso! En la cochera había un montón de mujeres: Palmi, Inma Peláez, doña Isabel  la Doctora, Mari Carmen la nieta de Paulita, Ana Mari Nieto, Librada la Presidenta, María Estrella la Macarena, Olaya…, “toas” “mu” guapas con su traje de gitana. Además, las vecinas: Antoñita, Rocío, Escolástica, Dolores, Manoli, Rosa, Mari Carmen, Marta…, que, aunque no iban “vestías” de gitana, también estaban bien guapas.

-          Tío Benito, sólo me ha nombrado a parte de las mujeres que acudieron a la casa de los mayordomos a pesar de la lluvia.

-          ¡Si te “paece” te nombro a Manolín “Veleta”, a Manolo Cobo, a Santi el Punto, “El Mode”, Pepe Cerveza…, con lo feos que son! Ves tú, el único que se salva es Manolín “El Bonito” por el apodo que tiene.

-          Me habla de la infantería, pero ¿no acudió la caballería?

-          Poquita, pero hubo valientes que se presentaron con sus buenos impermeables “p’acompañar” a los mayordomos; porque, según “El Mode”, aunque diluviara, saldría la cofradía.

-          ¿Conoció a alguno de estos intrépidos jinetes?

-          ¡Hombre, quién no conoce a Manuel y Emiliano Recuerda, al “Sastre”, a Francisco Antonio Moreno, Enrique Lanagrán, al hijo de Manolín el Hornerico, a Salvador Gallo…! Por cierto, también “l’echaron” valor Rosa, la sobrina de Conchi, y Mariusi, la hija de Miguel “Triguero”. Cuando la cofradía se puso en marcha, irían unos veinte caballos. Nicolás, el hijo de los mayordomos, tenía “prepará” su montura “pa” recoger el estandarte en la parroquia.

-          Con esa mañana, “Los Caminantes” no harían acto de presencia.

-          María Estrella, con su estandarte, y Olaya fueron de las primericas que se presentaron. Lo de Olaya tiene “muncho” mérito, porque  la mujer estaba recién “operá” de los pies y, a pesar “d’eso”, llegó a “l’Arilla” andando. En total, diez valientes hicieron su recorrido habitual.

-          ¡Qué tristes estarían los mayordomos viendo el panorama!

-          No se les notó en “na”; porque Conchi, con lo guapa “qu’iba” con su traje de gitana, y Cayetano, “mu” garrampón son su sombrero “d’ala” ancha, no paraban de gritar: “¡Viva la Virgen d’Alarilla! ¡Viva la Patrona de Porcuna!”.

-          Con sus dolencias, la lluvia y el frío, se quedaría en casita viendo Canal 45.

-          ¡No te lo crees ni tú! Con mi “mellada”, mis estadales, mi gorra, mi buena faja, bien “abrigao”, mis buenas botas, mi chubasquero y mi paraguas acompañé a “to” lo “qu’hubo” “qu’acompañar”. No te lo creerás; pero, fue ponerse en marcha la cofradía, y “escampó”. Eso sí, La Carrera estaba totalmente “embarrá” y llena de charcos. ¡Cómo se pusieron los de la Banda Municipal y los de las Angustias que llevaban el traje de bonito! Cuando vi a “Margu”, con el “peazo” pito que lleva, pensé: “Como le dé por llover, ése es capaz d’ahogarse con el agua que recoja el instrumento”.

-          Por lo visto, nuestro Alcalde sufrió u pequeño percance y cayó del caballo.

-          Cosa rara en él; porque, como sabes, es un experto jinete. Es preciso “qu’el” animal, al ver a los del “jurao” “metíos” debajo del toldo de “La Píldora”, “s’asombró”, pegó un “esfarotón” y cayó. La gente, como es tan “exagerá”, hasta decía “qu’había” “sío” un “atentao” “yijadista”, “d’esos” de los moros. Yo no la vi, pero me contaron que Gloria, su mujer, al enterarse, iba gritando por el Arco la Plaza: “¡Ay, si le pasa algo a Miguel, yo me mato!”. Gracias a Dios y a la Virgen de “L’Arilla” “to” quedó en un susto. Como no había “pasao” “na”, dijo D. Antonio Recuerda a D. Juanín Cobo, “qu’estaban” en el “jurao”: “Juan, creo qu’a Miguel le vamos a dar el primer premio a la mejor caída”.

-          Poco público acudiría a presenciar el desfile de la cofradía.

-          Como siempre, La Carrera estaba “abarrotá”. La gente había “cambiao” el sombrero de paja y el abanico del año “pasao” por ropa “d’abrigo” y paraguas. El “qu’iba” conduciendo el carruaje con chaqueta, corbata y sombrero “d’ala” ancha, como “s’hiciera” un día de sol,  era Iban el de La Paloma, que llevaba a su “lao” a Luismi, el hijo de Jaime el Vaquero, que, con lo chiquitillo “qu’es”, ¡qué arte tiene!

-          Aparte de poquitos caballistas y caminantes, ¿hubo más acompañamiento?

-          Mariano la Rosa y su gente, como ya es costumbre, se presentaron con otra carroza preciosa. ¡Qué trabajazo y qué mérito! Él iba “mu” “agustico” en la “gabina” del tractor con “to” “cerrao” y la calefacción puesta; pero las mujeres con sus “vestíos” de gitana, con la mañana “qu’hacía”, iban “pa” pillar una pulmonía. No es malo que llevaban unas sombrillas de papel y eso les resguardaba bastante. ¡Hasta “l’Arilla” llegaron cantando y dando vivas a Nuestra Patrona! Decía Juani Gallego, la mujer del tractorista: “¡A mal tiempo, buena cara!”. Además “d’esta” carroza, también desfilaron más vehículos acompañando a los mayordomos. Al “qu’eché” de menos fue a Francisco Partal, el anterior director de la Banda Municipal. ¡Qué mañanas de romería se le presentaban con su alergia al caballo! ¡La de veces que se le cayó al suelo la varica de dirigir con los estornudos que daba! Los últimos años la llevaba “atá” a la muñeca “pa” que no se le cayera.

-          Y usted, ¿se fue con Los Caminantes o con “Almendrica”?

-          Te lo repito: mientras el cuerpo aguante, pienso ir andando.

-          Este año saldrían a más parte.

-          Doce, entre valientes y “valientas”. Como siempre, María Estrella la Macarena fue la que marcó el ritmo. Por mayoría, se decidió ir por “La Cabra Mocha” en vez de por “La Trocha”. Como “t’he” dicho antes, nuestra amiga Olaya tuvo más mérito que “tos” porque, a pesar de estar recién “operá” de los pies, aguantó “to” el camino. Otro que “s’ha” hecho caminante es Luis, el hijo de José Ángel Cobo, que, siendo del mundo del caballo, lleva varias romerías acompañándonos hasta “l’Arilla”. Por cierto, no cayó ni una gota hasta llegar al Llano. ¡Qué detalle se tiraron los mayordomos en “Los Tres Calixtos”!

-          Seguro que los recogieron y les ahorraron parte del recorrido.

-          ¡Ni “muncho” menos! Allí tenías a Rafalito Anera con una buena olla y un buen cazo repartiendo tacicas de caldo calentico con una almóndiga. ¡Cómo “s’entonó” el cuerpo! ¡Cogimos un “tole tole” que, si no nos paran en “El Humillaero”, habríamos  “llegao” al “Moraire” sin poner los pies en el suelo!

-          Tuvieron suerte de no lloverles durante el camino.

 

EN EL LLANO, MISA Y PROCESIÓN

 

-          Cuando llegamos al Llano, se desquitó. ¡Qué chapetón cayó! Como llovía tanto, me metí en la caseta que tenía mi amigo “Pachi” vendiendo paraguas, juguetes…

-          No conozco a ese amigo que me nombra.

-          Yo tampoco lo conocía; pero, como se le presentó mucha clientela “pa” los paraguas, le dije que si quería que “l’echara” una mano. Así “qu’aquí” me tienes imitando a ”Pachi”: “¡Barato, ‘toro’ barato! ¡Po sinco l’euro, no cae agua ensima! ¡Barato, barato!”.

-          Compruebo que se adaptó rápidamente al papel de vendedor ambulante.

-          Cuando se quedó la cosa tranquila, nos presentamos y me dijo “qu’era” de Senegal y que tenía cuatro mujeres. “¡Pachi, tú si que tienes mérito, porque yo tengo una y no puedo con ella!”. El hombre, como “m’entendió” “mu” bien, no hacía “na” más que reír y “m’asustó”: “Si Tío Benito se de mi paí, tene, po lo meno, sei eposa”. Cuando me lo dijo pensé: “¡No es malo que nacites en Porcuna, Benito!”.

-          Total, como apañó casquera y protección se quedó con su amigo “Pachí”.

-          Estuve hasta “qu’acabó” la misa “d’Arjona”, “pa” oír la de Porcuna. Por cierto, empezó con “muncho“ retraso porque los arjoneros tardaron lo suyo. Así que, me despedí de mi amigo, que me dio un abrazo, y “m’invitó”: “Tío Benito, si i a Senegá, preguntá po mí”.

-          Me contaron que, en esta ocasión, la misa fue un tanto especial, ¿cuál fue el motivo?

-          Como ya es costumbre, D. Jesús y D. Luis Juárez fueron los “encagaos” de decirla. Aunque un poquillo ronco, el párroco echó un discurso “mu” bonito hablando de la Virgen, de los romeros y de los anderos. Al final, dio las gracias a Librada, la Presidenta, por los años “qu’ha” “estao” al frente de la cofradía y las cosas que “s’habían” hecho durante ese tiempo, sobre “to” la Coronación de la Virgen y los traslados. “Mu” “emocioná”, llorando, contestó agradeciendo a Nuestra Patrona, a los de su Junta Directiva y a “to” el pueblo de Porcuna la ayuda “recibía” “p’hacer” mejor su tarea. ¡”Qu’aplauso” se llevó de “tos” los presentes! Otro, que “s’hartó” de llorar fue Juanito “El Tapicero” en el coro, mientras “La Alegría del Llano” cantaba la misa.

-          Es cierto, porque El Coro de la Hermandad ha decidido tomarse un año sabático para volver con más ganas y deleitarnos con sus canciones.

-          A éstos, como te dije antes, también hay que felicitarlos porque, durante más de veinte años, ¡la de coplas bonitas que han “cantao” y los raticos tan buenos que nos han hecho pasar! “D’alguna”  manera, han “entrao” a formar parte de nuestra romería

-          ¿Cómo se desenvolvieron los de “La Alegría del Llano”?

-          ¡”Mu” requetebién! Piensa que llevan también más de veinte años cantando a la Virgen y a nuestro pueblo. Por si fuera poco, tuvieron un buen rodaje durante los traslados porque no “s’hartaron” de cantar por donde pasamos. Si a esto le unes la devoción que tienen a Nuestra Patrona, te puedes hacer una idea de cómo cantaron durante la misa. El único que desentonó fue Juanito. ¡”Menúo” regaño “l’echó” su mujer, “qu’estaba” delante “d’el”!: “Juanito, haz el favor de no llorar más porque, entre lo que m’ha llovio fuera y los lagrimones que m’están cayendo, voy a terminar empapá!”. Sin embargo, el “qu’estaba” con una risica “d’oreja” a oreja, al terminar la misa, era Benito “Jinojo”. Su “cuñao” Pablo “El Magrillo” nos lo aclaró “to”: Tío Benito, es que tiene a un hijo y a una hija en el coro, y son dos jornales qu’entran en su casa. ¡La suerte es qu’han salío a ‘Los Cocinicas’ cantando!”.

-          No sé si serán ciertos los rumores, pero me dijeron que se lució en el salón de los mayordomos.

-          ¡Qué lengua más mala tiene la gente!

-          Parece que fue cierto. ¿Qué sucedió?

-          “Na”, que fuimos a tomarnos una copica con los mayordomos y estaban allí mis amigos Victoriano “Callao” y Gabino con sus mujeres, Geno y Leli, bien guapas con sus “vestíos” gitanas cortillos.

-          ¿No estaba su ahijado Alberto?

-          ¡Ése es el que me quiere más que “tos”! Como está tan fuerte, ¡me pegó un abrazo “chillao” que por poquito me rompe las costillas y me deja “señalá” la “mellada” en el pecho! Al final, casi le regaño por no avisarme.

-          ¿Qué hizo el bueno de Alberto para que tuviera que reprenderlo?

-          Yo notaba que, mientras me tomaba una copica, él no hacía “na” más que mirarme y reírse. Resulta que, como había “dejao” de llover, me quité el chubasquero, lo doblé y lo metí en su bolsica. “Pa” poder barajar con las dos manos, lo dejé encima de la mesa y fui a saludar a los mayordomos que, con el ambientazo “qu’había”, no paraban de recibir felicitaciones. Después de darles la enhorabuena, volví y noté “qu’había” muchas risicas. Al pronto, no reparé; pero, cuando cogí la bolsa del chubasquero, noté que lo habían “sacao” y lo habían “llenao” de “coqletas”, “empanaillas”, papas rellenas, flamenquines, gambas…Cuando estaba mirándola saltó Gabino: “¡Cayetano, el Tío Benito no tiene bastante con lo que come y bebe, sino que se lleva también pa toa la semana!”. ¡”Qu’apuro” me dio al pronto porque “to” el mundo se quedó mirando! Mi suerte fue que llegó Conchi y “m’echó” un capotazo: “¡No haga caso, Tío Benito: usted tire p’alante y que l’aproveche!”.

-          ¡No me diga que volvió con la bolsa llena de tapas y aperitivos!

-          Pensándolo bien, me la tenía “qu’haber” “llevao”, pero ¡cualquiera, con los guasones que tenía a mi “lao”! Mi “ahijao” Alberto se partía de risa: “¡Qu’abra la bolsa! ¡Qu’abra la bolsa!”. Asi que, con dolor de mi corazón, dejé la carga en sus platos. Después del mal rato, dije a mi mujer: “¡Vámonos, qu’éstos no nos ven más hasta el año que viene por lo menos!”. La Virgen, como es tan milagrosa, recompensó el sofoco “pasao”.

-          O sea que, antes de la procesión, tuvo tiempo de recuperarse.

-          ¡Sí señor! ¡”Qu’agustico” estuvimos en la caseta “Vista Alegre” con nuestros amigos Manolín “El Bonito”, Mari Ángeles, Manuel Zumaquero, Sole la nieta de Aquilino, Paco Recuerda y su mujer…

-          Con el día que hacía, ¿dónde estaba ubicada esa caseta? Es la primera vez que la he oído nombrar.

-          Y puede que sea la última; porque, “pa” resguardarse de la lluvia, estaban debajo de los balcones “d’ese” edificio que se llama “Segundo Domingo de Mayo”. ¡Poco bien “qu’estaban” allí en “to” el ambiente, sin barro, con su mesa, sus sillas, sus neveras, sus buenos aperitivos fríos y calientes…¡Ah, y su cartel “Caseta VISTA ALEGRE”!

-          Sus amigos del carnaval los atenderían de maravilla. Conociéndolo, seguro que cayó más de una tapita calentita.

-          ¡Mira, habían “llevao” un infernillo, “d’esos” de la bombona azul, y yo no he visto más rendimiento que le sacan. “¡Tío Benito, espere que ya mismo les preparo unos gambones a la plancha, mientras se toman un caldico calentico!” – dijo Manolín. Fue visto y no visto, porque le dio tiro al infernillo, y ya estábamos “liaos” con el marisco. “Ahora va a ser un choricico a la plancha”. ¡Qué chorizo más rico nos comimos en un verbo! “Pa terminar, unas chuletitas de cordero” – remató el cocinero. Ves tú, lo “qu’estuvo” peor fue el líquido; porque, como éstos no beben, “m’endiñaron” una morena con un “deico” de vino y una cuarta de Coca Cola. “Por si los civiles le ponen el globo, así no lo multan” – se justificó “El Bonito”. Cuando ya nos íbamos, después de darles las gracias por “to”, saltó Zumaquero: “Tío Benito, nos vamos a comer un peacico de gallina en leche, unos pionos y unos pestiños, gentileza de Conchita la de Siete Votos, qu’es mi mama!”. ¡Qué pasteles! “¡A esto le pega un café calentico! – propuso Mari Ángeles -. Además recordando nuestros buenos tiempos de carnaval y, como estamos de romería, vamos a cantar ‘La Morena’”.

-          Me extrañaba que acabara el día sin entonar alguna coplilla.

-          ¡Qué satisfechos abandonamos “Vista Alegre”!

-          Sería con el tiempo justo de la procesión.

-          ¡Cómo lo sabes! Entre la misa, “qu’acabó” “mu” tarde, y la copica que te tomas, enseguida dan las cinco y no te da tiempo de “na”. De “toas” maneras, lo más importante es acompañar a Nuestra Patrona y allí estábamos puntuales “pa” verla salir un año más.

-          ¿No llovió a esa hora?

-          ¡Qué va! Durante “to” el día, los comentarios fueron de si saldría o no la “proseción”. Prepararon un buen plástico y, aunque hubo varios amagos, “to” transcurrió con normalidad. Eso sí, un poquito más rápida “pa” no tentar la suerte. ¡Qué tarde más buena hizo! ¡Lo mismo “qu’el” año “pasao” que, por poquito nos asfixiamos, con el calorín! A las cinco en punto, con la campana repicando, los cohetes sonando y el himno nacional “interpretao” por la Banda de la Virgen de las Angustias, a hombros de sus anderos, salió por la puerta de su bendita casa Nuestra Patrona con su Divino Hijo en brazos. “¡Viva la Virgen de l’Arilla! ¡Viva la Patrona de Porcuna! ¡Viva la Reina de la Campiña!...”. Entre vivas y aplausos, otra vez estaba con nosotros y, como buenos hijos dispuestos a acompañarla por El Llano hasta “El Humillaero” y vuelta a casa.

  

NOTA ACLARATORIA: A estas alturas de nuestro relato, interrumpimos la narración porque, nuestro amigo Francisquito, requirió nuestra presencia en el estudio, que Canal 45 había montado en el patio de la cofradía, para entrevistarnos y comentar algunos aspectos de nuestra romería. Con dolor de corazón, porque es la primera vez, desde hace un montón de años, no acompañamos a la Santísima Virgen de Alharilla en su habitual recorrido. Nos dijeron que sería cuestión de diez minutos; pero, cuando nos incorporamos al desfile procesional la Virgen iba ya por la Casa de Arjona.

Al no poder recabar información para completar esta colaboración, pensamos que, como cada uno tenemos nuestras vivencias personales, recordémoslas para rellenar este espacio.

Sí tuvimos tiempo de ver el regreso de la Virgen a su casa, así como el acierto de despedirla en la lonja de la iglesia para prevenir posibles accidentes y por motivos de seguridad.

Como pudimos disfrutarla poco tiempo, se nos agolparon los recuerdos y las emociones y acabamos gritando muy fuerte

 

¡Viva la Virgen de Alharilla!
¡Viva la Patrona de Porcuna!
¡Viva Nuestra Madre!

 

Casto

 

Publicado en el programa de festejos oficial de la Romería de Alharilla 2017, editado por la Cofradía de la Santísima Virgen de Alharilla.

Volver 


Página creada y mantenida por © M. Jalón