Armas:

• En campo de azur, siete estrellas de oro puestas en palo de a cuatro y una en punta. Bordura de gules, con siete calderas de oro. Algunos añaden otra segunda bordura de plata con la salutación angélica, en letras de azur: "Ave María gratia plena".
• En campo de oro, una letra "D", de oro, con unas flores de plata; bordura de plata, y, en letras de azur la salutacion angélica "Ave María gratia plena".
• La casa de Laredo (Cantabria) según Fray Francisco Lozano ostentó: Escudo partido: 1º, en campo de plata, cinco armiños, de sable, puestos en sotuer, y 2º, en campo de gules, tres fajas, de oro; bordura general de oro.
• Otros traen: En campo de azur, una cruz llana, de oro.

Las Crónicas antiguas citan a varios caballeros de este apellido que se destacaron por sus hazañas y actos de valor en la lucha contra los invasores árabes. Es muy posible que los antecedentes mas remotos, se remonten a la época del rey Pelayo y que el apellido Delgado venga de algún mote o apodo, hecho sumamente generalizado en los tiempos de referencia. 

    El tratadista Francisco Lozano dice sobre este apellido, Delgado, que en Santander gozaron de privilegios de los reyes Alfonso VII y Sancho II, añadiendo que la fama por sus hechos bélicos de los Caballeros Cosme Delgado y Ruy Delgado, así como Arthur Delgado, los hicieron ser considerados como azote de la morisca. Que los caballeros de este apellido se distinguieron por su dureza contra las huestes sarracenas, es evidente y basta con apear al cronista Mendoza que afirma que Baltasar Delgado, al hacer prisionero al moro Muza que pretendía asaltar Caspe, lo trató con crueldad, castigándolo fieramente.

    Otro personaje célebre de este apellido fue el doctor Francisco Delgado, Obispo de Lugo que se hizo famoso no sólo en el campo de la religión y las letras, sino también como hombre de armas en las que era sumamente diestro. De él se citan numerosos hechos en los que se comportó como esforzado guerrero.

    En la provincia de Santander hubo casas de este apellido en el valle de Toranzo en el lugar de Villaseril, en la ciudad de Santander y en la villa de Laredo, con lo que queda plenamente demostrado su origen santanderino. Y fue una de estas casas de Santander de donde partieron las líneas que primero pasaron a León y luego se extendieron por toda la Península.

    De la casa de Villaseril, procedió Francisco Delgado, que por los años 1561, se trasladó a Navalcarnero, provincia de Madrid, donde casó y dejó sucesores, que mas tarde se establecieron en Alcobendas, en Madrid y Toledo. En esta última provincia, y en la villa de Casarrubios del Monte, del partido judicial de Illescas, radicó una rama muy principal, apellidada Delgado Monroy.

    El apellido Delgado probó repetidas veces su nobleza en las Ordenes Militares de Santiago, Calatrava y Carlos III.