CELEBRACIONES
Para Andrés Salas Ortega
(30 de noviembre, día de San Andrés)
QUERIDO PAPÁ… Cuántas cosas son necesarias decir antes de que sea demasiado tarde, escucho tanta gente sufrir del recuerdo, del instante, no queriendo aceptar lo irreparable, lamentos, gritos, dolor,… sin ni siquiera ya escucharse, por eso hoy quiero escribir a mi papá que lo tengo hoy aquí y repara lo irreparable. Me enseñaste con amor a dar mis primeros pasos, a defenderme de la vida guiada por tus ejemplos. Es admirable tu labor, como padre, marido, amigo y hermano. He visto con gran orgullo como venciste la adversidad, superando los fracasos con entereza y optimismo. Tus bendiciones son mi fortaleza, tu enseñanza un estandarte, tu doctrina el decálogo que me impulsa en el camino; y donde quiera que vaya me cobijarán tus sentimientos, abrigándome de las inclemencias, al refugiarme en tu corazón. Eres mi ejemplo digno a seguir y haces honor a este popular refrán: “Padre es el que cría, no el que procrea, pues cualquiera hace un muchacho pero cualquiera no lo cría” Me despido de ti y de tus ojos que me leen, envidio a las letras que acabo de escribir porque es a ellas a quien ves. Y dicho todo esto, desearte que pases un feliz día al lado de los que te queremos. ¡FELIZ EN TU DÍA, PAPÁ! Julia
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