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La contemporaneidad (el tránsito de la era Moderna a la Contemporánea) se abrió paso
en Bailén con el hecho histórico de su enfrentamiento a las tropas napoleónicas,
dirigidas por el general Dupont. Y hasta tal punto esto es así que la edad contemporánea
de Bailén estará asociada estrechamente tanto a lo acontecido realmente en el campo de
batalla contra el francés invasor cuanto a los mitos y símbolos que el calor de la misma
acabaron fraguándose. En este sentido, la figura del general Castaños, del general
Reding Bibereg, de San Martín que tanto protagonismo tuvo años después en la
independencia americana, o el símbolo de la resistencia popular representado en María
Bellido, no fueron sino claros ejemplos de una impronta que incluso -en el caso concreto
de los hechos referidos a María Bellido- quedaron plasmados para la posteridad en el
propio escudo de la ciudad de Bailén.
Corría el mes de julio del año 1808. En la primera quincena de este mes se preparaban
los ejércitos españoles, al mando del General Castaños, para luchar contra los
ejércitos franceses que habían invadido nuestro país. Se inicia así lo que había de
llamarse la batalla de Bailén.
Existe una mujer que es casi ignorada por la historia, pero que estuvo ligada a esta
guerra.
María Inés Juliana Bellido Vallejo, nuestra heroína, nació en Porcuna el día 28 de
enero de 1755, hija legítima del matrimonio contraído por Francisco Elías Bellido y
Catalina Vallejo ambos también vecinos de nuestro pueblo.
Su familia era de humilde condición, y numerosa, pues estaba formada por nueve hijos,
todos ellos nacidos y bautizados en Porcuna.
La partida de bautismo de nuestra heroína aparece inscrita al Folio 91, Libro XVII de
Bautismos de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Hubo algún tiempo en que la polémica se planteó al confundir a María Inés Juliana
con su hermana María Paula Bellido, de la que también se ha conseguido obtener la
inscripción de nacimiento (bautizada en la misma Parroquia de la Asunción en 24 de junio
de 1743). La fecha de este nacimiento nos lleva a comprender que no puede ser ésta
última la heroína, pues nacida sobre el 24 de junio de 1743, debería tener en el año
en que se produce la batalla, nada menos que 65 años, edad avanzada para poder
desempeñar los menesteres que la llevarían a la fama; y máxime en aquellos tiempos, en
que personas con esa edad eran prácticamente ancianos.
En la inscripción de nacimiento aparece como María Inés Juliana, pero se ha de
aclarar que una exhaustiva investigación llevada al efecto en los libros de bautismo en
la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de nuestro pueblo, en la que colaboró
intensamente nuestro paisano, el director Escolar don Francisco Peña Alcalá, nos hace no
ofrecer la menor duda en cuanto a la identificación de la heroína.
No se ha podido comprobar exactamente cuando comienza a ser llamada María a secas,
pero no es de extrañar este cambio de nombre, ya que en el siglo XIX era frecuente que
algunas personas que utilizaran durante su vida distintos nombres de aquel que se le puso
en la pila bautismal.
Es también sabido, con bastante garantía histórica, que nuestro personaje al llegar
a la edad casadera conoció en nuestro pueblo a un joven natural y vecino de Bailén, que
muy probablemente se había trasladado a Porcuna con intención de vender botijos, jarras,
macetas y otros artículos de barro y cerámica con que los naturales de aquella
población son tan dados en comerciar.
El caso es que María Bellido (apodada la Culiancha, por sus opulentas caderas)
contrajo matrimonio con Luis Domingo Cobo Muela, hijo éste de los vecinos de Bailén Luis
Domingo Cobo y Ana Manuela de la Muela. Contraído este enlace ambos trasladaron su
domicilio a la localidad de Bailén, concretamente a la calle Las Eras, hoy Juan
Sebastián Elcano.
En el libro 20 de Matrimonios y Velaciones, en su folio 27 del Archivo Parroquial
aparece la inscripción del tenor literal siguiente: " ... En la Villa de Porcuna
en catorce días del mes de octubre de mil setecientos ochenta y dos años, yo Don Manuel
Josef González Pbro, con licencia del Sr. Prior, habiendo precedido las amonestaciones,
que manda el Santo Concilio de Trento en tres continuos días festivos, "Inter
Misarum Solemnia", y de ellas no habiendo resultado impedimento alguno canónico,
Desposé por palabra de presente, que hicieron verdadero matrimonio "in facie
eclesiae" y así mismo belé según el Orden de Ntra. Santa Madre Yglesia a Luis
Domingo Covo, natural de la Villa de Baylén, viudo de Ysabel Antonia Cubero, y a María
Ynés Bellido, hija de Francisco Elías Bellido y de Catalina Ballejos, naturales de
esta villa, fueron padrinos el dicho Francisco Elías Bellido, y Manuela Aguilera, y
testigos Pedro de Quero, y Juan, y Antonio Bellido. Firmado el Plebistero Don Manuel Josef
González".
Identificado nuestro personaje y ya instalado el matrimonio en Bailén consta que
adquirieron bienes rústicos y urbanos, y que no hubieron hijos de su matrimonio.
Cuando al anochecer del día 18 de julio de 1808 el Pueblo de Bailén se ve envuelto en
las escaramuzas que anuncian la definitiva batalla, nuestra heroína, que habría de
formar parte de ella, cuenta con 53 años de edad.
Es lógico que desarrollándose el combate en las cercanías de Bailén los vecinos de
esta villa tomaran parte activa, desde su inicio, en la batalla. Los hombres se unieron
directamente a las tropas; los ancianos prestaron servicios de avituallamiento y sanidad,
y los niños y mujeres contribuyeron con el elemento que se hacía más necesario en el
campo de batalla, el agua.
Imaginemos el fragor del combate, las heridas que producen una insaciable sed, el
periodo en que se desarrolla, 18 y 19 de julio (con temperaturas de 40 ó 45 grados) y las
resecas llanuras y colinas del escenario de la batalla, y podremos llegar a la conclusión
de que el agua, y la sed por falta de ésta, son dos condicionantes que habían de jugar
un papel importantísimo en la lucha. El agua fue pues la auténtica pesadilla de las
tropas de uno y otro bando.
Don Benito Pérez Galdós, en su Episodio Nacional "Bailén", pone en boca de
uno de sus personajes: "Eran las seis de la mañana, y el calor principiaba a dejarse
sentir con mucha fuerza, sentíamos ya a la espalda aquel fuego que más tarde habría de
hacernos el efecto de tener por médula espinal una barra de metal fundido... Pero este
malestar era insignificante con otro que desde la mañana principió a atormentarnos, la
sed, que todo lo destruye, alma y cuerpo, infundiendo una rabia inútil para la guerra,
porque no se sacia matando".
Tal era la necesidad del agua, y tan primordial su obtención, que hubo momento en que
la lucha se concentró en la posesión de las fuentes de aprovisionamiento de ésta. Hemos
de concentrar nuestra atención en la posesión y defensa de la Noria de Don Lárazo o
"Noria del Sordo" que tan codiciada fue como por unos y otros.
Hecha esta semblanza de la batalla y uno de los principales elementos, entra ya en
escena nuestro personaje: María Bellido.
La misión de obtención, transporte y abastecimiento de esta agua tan necesaria,
correspondió principalmente a las mujeres y niños de la población, que con desprecio
del peligro tanto contribuyeron a la victoria de las tropas españolas.
Nuevamente Pérez Galdós en su ya citado "Bailén", escribe al respecto:
"... Es verdad que de Bailén salían en bandadas multitud de mujeres con cántaros
de agua para refrescarnos ... Más de una vez, aquellas valerosas mujeres se expusieron al
fuego, penetrando en sitios de mayor peligro, y llevando sus alcazarras a los artilleros
del centro".
¿No se perfila en este personaje de don Benito la intervención y actuación de
nuestra heroína?
Más concretamente, destaca el historiador Don Manuel López Pérez, tomando datos de
otras fuentes históricas, el auxilio oportuno que prestaron algunas heroicas mujeres, que
desentendiéndose de su sexo y de los riesgos, en el ardor combate y en pleno campo de
batalla dieron de beber a los soldados, destacando entre ellas una, llamada María
Bellido, que llegando hasta el puesto de mando y "dirigiéndose directamente al
General Reding, ofreció agua al General, y en el momento en que elevaba la vasija, una
bala rompió el cantarillo. La mujer no se inmutó. Recogió el tiesto donde había
quedado un poco de agua, y lo ofreció al General, que alabó su labor y ofreció
premiarla".
Este temple y valor, y la acción que realizó en riesgo de su vida, en pleno combate y
en lugar más abatido por la artillería enemiga, hizo de nuestra paisana una heroína
popular que pasó a la galería histórica de otras muchas que se inmortalizaron.
Pero lo más significativo de esta heroica mujer fue, que, tras la victoria de las
tropas españolas, pasó al más completo olvido. Tan es así que durante algún tiempo se
creyó que este personaje era producto de la imaginación popular, o la creación de unos
vencedores que necesitaban héroes para resaltar sus victorias.
Investigaciones posteriores han hecho a los historiadores llegar a la conclusión de
que María Bellido existió, que nació en Porcuna, que casó con Luis Domingo Cobo, y que
el hecho antes relatado es realmente un hecho histórico.
Tal vez el completo olvido en que cayó su gesta fue debido a su prematura muerte,
acaecida en 7 de marzo de 1809, unos ocho meses después de la batalla de Bailén.
Esta y otras circunstancias, como la muerte del propio General Teodoro Reding en
Tarragona en 23 de abril del mismo año 1809, motivaron la marginación y el olvido de
nuestra heroína.
Pero la historia jamás olvida a sus héroes.
Fue en 1862, cuando la Reina Isabel II, acompañada de su esposo Don Francisco de
Asís, proyectó realizar un viaje por tierras de Andalucía y Murcia. En 14 de septiembre
del referido año hizo su entrada triunfal en la Ciudad de Bailén la comitiva real,
continuando hasta Andújar para seguir por toda Andalucía.
A la vuelta del viaje, en 7 de octubre del mismo año, y de nuevo de tránsito por
Bailén, tras visitar muy especialmente el lugar en que años antes se había desarrollado
la famosa batalla, las autoridades de aquella localidad, obsequiaron a su Majestad con
"un rico estuche de palo de santo, que contenía una bandeja de plata y filigrana y
un cantarito de plata dorado a fuego, que sujetaba entre hojas de laurel una bala de
metralla". (Don Manuel López Pérez).
El diputado provincial y poeta de aquel lugar don Francisco Rentero, al hacer el
ofrecimiento, hizo a su Majestad una breve reseña del recuerdo histórico que encerraba
el símbolo que ofrecía. Relató una historia detallada del hecho realizado por María
Bellido, dando de beber a las tropas y al General Reding en medio de la lluvia de fuego y
balas. La bala que entregaba era la que partiendo de las filas francesas rompió el
cántaro de la heroína y que se conservó durante muchos años por María Josefa Malpesa,
sobrina de nuestro personaje, a cambio de la cual recibió ésta, de por vida, una
pensión de la Real Casa.
Pasados unos años la ciudad de Bailén quiso rendir tributo a la heroica mujer,
manteniendo vivo su recuerdo. Primero, dedicándole una calle que por el transcurso de los
años ha devenido en llamarse "La Carrera", donde según la tradición vivió y
falleció la protagonista de esta pequeña historia. En la fachada del inmueble que había
constituido su domicilio, se colocó una lápida con esta inscripción: "Los obreros
de Bailén a María Bellido, prototipo del valor y caridad en el centenario de su heroica
hazaña: 19 de julio de 1808-1908".
Todos estos recuerdos han desaparecido por el transcurso del tiempo, la labor de la
piqueta y la mano del hombre.
Persiste, aún, en la Plaza del General Castaños, una fuente monumental, coronada por
una estatua, que si bien simboliza la "España Victoriosa", el pueblo llano
mantiene sus sentir tradicional, y nada ni nadie puede hacerles cambiar de que este
monumento es la representación de nuestra popular heroína.
Fuentes:
* Colección "JAÉN, PUEBLOS Y CIUDADES:
BAILÉN", fascículo número 26, editado por el Diario Jaén 1997.
* Artículo firmado en Málaga por José María
Pulido Torres y publicado en el Programa de Festejos de la "Romería Alharilla
96", editado por la Cofradía de la Santísima Virgen de Alharilla, Porcuna
(Jaén)1996.
Más sobre
nuestra heroína
Vídeo sobre María Bellido de la serie "Andaluzas"
de Canal Sur TV, que tiene como protagonistas a mujeres de nuestra Comunidad.
Dirigida por el periodista Antonio Ramos Espejo, donde profundiza en las vidas
de mujeres andaluzas que han sido "protagonistas a su pesar", que han
sacrificado sus propias historias para convertirse en guardianas de la memoria.
El undécimo capítulo de la serie II del programa se titula "Un cántaro en la
batalla". Narra la historia de María Bellido , heroína por excelencia de uno de
los conflictos más importantes de la Historia de España, la Batalla de Bailén.
Emitido en CANAL SUR TV y ANDALUCÍA TELEVISIÓN el sábado 07/03/2009, a las 21:30
horas.
María Bellido en la Batalla de Bailén from bailenofilo on Vimeo.
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