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Música latina
Músico autodidacta en la guitarra española. Su sueño siempre fue componer su
propia música y lo ha conseguido junto con la ayuda de José Luis Guillerna y
Carlos Sanz.
BIOGRAFÍA
Pedro José Aguirre Aibar, KEPA AGIRRE, nacido en Porcuna (Jaén), pero destetado,
crecido y residente en Vitoria, cursó estudios de Enseñanza Primaria en el
conservatorio de Música de esta capital, formando parte de la Escolanía del
centro y recibiendo, asimismo, clases de solfeo como todos sus condiscípulos.
De estos años jóvenes "recuerdo haber estado una sola vez en Porcuna, me llevaron mis padres cuando
yo tenía diez o doce años, el próximo 12 de marzo cumpliré cincuenta y tres,
pasado tanto tiempo apenas me acuerdo de La Casa de Piedra y poco más; he
frecuentado más Cazorla, donde aún tengo familia, también estuve un par de veces
en la sierra, en el Puntal de Ana María, allá conocí por única vez a mi abuelo
paterno José, yo tenía unos cinco años .Mi padre Francisco nació en Pozo Alcón y
mi madre Carmen y mi hermano Juan Manuel en Cazorla. Yo tenía 18 meses cuando mi
familia se estableció en Vitoria y aquí me casé
con Maite y tuvimos a nuestra hija Oihana".
Aunque dotado de un extraordinario oído y de un más que aceptable sentido del
ritmo y de la musicalidad, los vericuetos de la vida le conducen al campo del
trabajo puro y duro, pero no consiguen alejarle por completo de la música.
Autodidacta en el aprendizaje de la guitarra española, en los años 70 se
incorpora a un grupo musical con el que recorre media España, actuando en salas
de fiestas y verbenas como músico y vocalista, sobresaliendo particularmente en
sus excelentes interpretaciones de The Beatles.
Sobre esto comenta:
"En el aspecto musical, crecí bajo la influencia de los Beatles y de los grupos
de la época, aunque también escuchaba y me gustaba todo lo que se oía entonces
como Jorge Negrete, Joselito, Marisol, Dúo Dinámico, etc, etc., en aquel tiempo
compré mi primera guitarra y al poco me enrolé en un grupo musical, tocábamos en
verbenas y salas de fiesta, esto duró unos pocos años, y después de un largo
vacío, ya con casi cincuenta, resultó que un amigo de la familia, el cual
escribía poesía, relatos, novelas, etc., me retó a que pusiera música a unos
versos suyos, yo acepté y eso fue el comienzo de un trabajo en común,
fructífero, pero desinteresado y divertido; a todo esto, comentar que yo no
dependo económicamente de la música, muy al contrario, es una afición que me da
grandes satisfacciones pero muy pequeñas ganancias, yo trabajo en una empresa de troquelería y con ello cubro mis necesidades".
Pero la secreta pasión de Kepa
Aguirre siempre fue componer sus propias canciones. Disuelto el grupo musical a
comienzos de los 80, él trabaja oficialmente en una empresa industrial
vitoriana, pero sigue soñando con hacer su música. Y pasan los años... Por fin,
en mitad de la década de los 90, su amigo José Luis Guillerna le propone
musicalizar un largo poema suyo dedicado a un sobrino residente en Monterrey (Mexico).
Kepa acepta, y surge así la primera canción de ambiente mexicano, El gallo de
Monterrey. Satisfechos del resultado, músico y letrista se enfrascan en una
fructífera colaboración que llega hasta el momento presente, y que da como
resultado temas como El sargento primero, El canto del mezcalero, La maestra,
Heridas de amor, Clarín de batalla, Último tren a Durango, Águila y nopal, El
salteador de caminos o Sonrisas John. "Aunque no me tengo por un compositor
relevante, me gusta lo que hago y seguiré haciendo canciones, eso sí, con la
ayuda de mi ordenador, porque no dispongo de dinero suficiente para contratar
músicos humanos".
Fuentes:
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