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MANUEL RAMOS PARRA, "EL CHANCA"
Se fue un hombre coherente, comprometido, digno y justo

Manuel Ramos Parra, "El Chanca"

Manuel Ramos Parra, apodado cariñosamente “El Chanca”, nació en Porcuna el 15 de febrero de 1913 en el seno de una humilde familia de jornaleros. En su adolescencia quiso estudiar para ser sacerdote, pero para ayudar a su familia se fue a trabajar como peón al cortijo de Cayetano Ruiz en la cortijada de San Pantaleón. Ligado a esta familia de terratenientes siguió trabajando en el campo y en el pueblo hasta 1936.

Alrededor de sus veinte años a través de sus maestros Francisco Santiago y Pedro Madrid comenzó sus inquietudes sociales y políticas que le llevaron a afiliarse al Partido Socialista poco antes de la Guerra Civil, militancia que ha continuado hasta su muerte. En Agosto de 1936 se alistó voluntario, junto con otros quinientos porcuneros, en la milicia popular, socialista y comunista, que fue a defender Madrid al frente del Jarama, dentro de la 24 Brigada junto con otros dos batallones de voluntarios de Torredonjimeno y Alcaudete. En el Jarama murieron la mayoría de los de Porcuna defendiendo posiciones cercanas a Morata de Tajuña. Allí Manuel fue herido de un balazo, recuperándose de la herida en un hospital de campaña en Castellón. Pasó el resto de la Guerra en el Ejército de la República como acemilero y cartero hasta que fue capturado en la retirada final de los Llanos de Lérida tras la Batalla del Ebro, siendo retenido en un campo de concentración provisional en Miranda de Ebro del que pasó a un batallón de trabajadores forzados del Ejército Nacional donde trabajó cavando trincheras y como cocinero los últimos meses de guerra. Volvió a Porcuna, sin ser encausado por los tribunales de los vencedores, donde realizó varios trabajos, en la fabrica aceitera de Rafael Torres, como camarero en las bodas, en las obras de la Plaza de Abastos de la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones y en el acondicionamiento de las carreteras, para huir de la necesidad acuciante de los primeros años 40. Finalmente emigró con su familia a Badalona (Barcelona), instalándose en el barrio de Lloreda, donde ha trabajado, en la fábrica de electrodomésticos Bru, y vivido el resto de su larga vida, volviendo a Porcuna cada vez que podía.

Murió en Badalona el pasado 22 de marzo de 2006 a los 93 años, que vivió en plena lucidez, compromiso social y crítica para las cosas que no le parecían justas y correctas. Ha muerto una persona digna de servir de ejemplo de valores humanos para los que quedamos tras él. Sus hijos, sus amigos de ARQVIPO (Grupo de Arqueólogos e Investigadores de la Historia de Porcuna) y sus conciudadanos de Porcuna guardaremos de él la memoria de un hombre bueno, en todo el amplio sentido de la expresión. Sit tibi terra levis.

 

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Actualizada el domingo, 16 de abril de 2006