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EN BUSCA DE LOS SUEÑOS

Hoy quiero contar la historia de una mujer llena  de mucho dolor, esfuerzo y de mucho valor para llegar al día de hoy con unos valores que nadie podía imaginar.

Es joven pero a veces parece que tiene más edad, yo creo que es porque  la vida te hace ser mayor cuando ha sido más bien difícil.

Esta historia está llena de malos momentos y dificultades hasta llegar al día de hoy.

Aunque parece de película es una realidad, aunque sucedió hace años aún sigue pasando día a día y con bastante frecuencia más de lo que quisiéramos.

Esta mujer vivía en un país pobre lleno de discriminación hacia las mujeres, maltratadas en todos los aspectos físicamente y verbalmente, como si no valieran nada, solo para estar a la merced del hombre machista que hacían con las mujeres lo que querían y ellas tenían que aguantar todas las vejaciones que querían hacer con ellas.

Luz como la llamo yo, era una mujer  muy joven vivía con su familia en un ambiente muy pobre en la que la mujer no tenía derecho a progresar en la vida y no tener derecho a nada. Por muchas ilusiones o sueños que tuvieras todo era imposible conseguir.

Desde muy pequeña trabajo para poder ayudar en casa y su familia pudiera comer algo. Aunque ella muchos días apenas comía para que a ellos no les faltara, su familia era lo más importante para ella en esos momentos.

Una noche cuando volvía de trabajar cansada y agotada cuando cruzaba un callejón oscuro que todos los días al pasar por ahí siempre le daba miedo pero esa noche sintió escalofríos al cruzarlo y no sabía porque, quizás presentía algo que le iba a suceder.

Así sucedió justo cuando lo cruzaba un grupo de hombre la rodearon la insultaron y abusaron de ella se sintió humillada e impotente ante tanta maldad.

A raíz de ese suceso su vida cambio bastante, siempre iba con miedo a todos sitios, apenas hablaba con nadie y no tenía amigas con quien hablar, en una palabra se sentía sola. Su familia no se había enterado de nada de lo que le había sucedido y de lo que le pasaba, ellos solo sabían que tenían comida y era suficiente para ellos. Pero ella aspiraba a ser alguien en la vida a ser una mujer con sus derechos como cualquier ser humano fuera hombre o mujer a tener una vida llena de ilusiones a tener un hogar digno a un trabajo a una casa a ser una mujer libre.

Conforme pasaban las semanas sentía que su cuerpo no era el mismo que algo cambiaba en ella y que cada vez se ahogaba más en este mundo en el que vivía, necesitaba cambiar su vida.

Un día se dio cuenta que algo sucedía dentro de ella, era evidente estaba embarazada a consecuencia de la violación a la que fue sometida iba a ser madre sin saber quién era el padre. Algo tan bonito coso ser madre en ese momento le producía un inmenso dolor, no por ella, pero solo pensar lo que le esperaba en esas condiciones de vida que había en su país a su hijo o hija y ella no quería esa vida que ella vivía para su hija porque estaba segura que sería mujer.

Tenía un pensamiento metido en la cabeza que se estaba volviendo una obsesión que no la dejaba tranquila. Quería  huir, ya no solo por ella, si no por el ser que llevaba en su vientre que no tenía culpa de nada.

Una noche, después de mucho pensarlo, decidió que esa noche iba a ser su huida de ese mundo, costase lo que costase y con todas las dificultades que el destino le pusiera en su camino tenía que hacerlo, ya que su estado era bien avanzado, y como esperase más su bebe nacería en esa miseria que tenía por vida.

Era una noche extraña, fría y el silencio daba escalofríos, pero cogió solo un abrigo ya que no tenía nada más y huyo de su casa, no dijo nada, para que si nadie la entendería. Salió de la casa rumbo al puerto, haría lo que fuera por huir esa noche ya no había vuelta atrás. Llego al puerto temblorosa sabía que allí había gente que traficaba para llevar gente en pateras a España haría lo imposible para conseguir que la llevaran, total no perdía más de lo que ya había perdido.

Le costó bastante conseguir que la transportaran en un barco mísero y en malas condiciones sin ninguna seguridad para ella y más en su estado, pero no le importaba había que hacerlo la suerte ya estaba echada, solo pensó que DIOS las protegería a las dos.

Fueron días y noches largas y duras, creías que no resistiría le faltaban las fuerzas, pero a la misma vez se decía a si misma tienes que ser fuerte y resistir algún día te alegraras tu hija se lo merece.

Por fin llego a puerto español, aunque agotada y muy débil sentía que ya no podía más, entre sollozos y apenas poder articular palabra, pidió que la ayudaran que estaba embarazada que ella solo quería ser una mujer valorada, con derechos como cualquier ser humano, trabajar y tener una vida digna para ella y su bebe, porque en su país las maltrataban y humillaban a las mujeres solo por ser eso mujer y ella no quería eso para él bebe que esperaba. Lo pedía con angustia en su voz, les decía que no pensaran que por ser emigrante era mala persona y que no tenía derecho a nada, que no pensaran que todos los emigrantes eran malas personas, delincuentes o traficantes, porque era muy duro emigrar a un país, donde no conoces a nadie, renunciar a tu familia por muy humilde que fuera y huir sin saber lo que te esperaba, pero dentro de ella anhelaba que la vida le diera un poco de paz, sobre todo por el ser que llevaba en sus entrañas, que no se criara en el ambiente que ella había estado viviendo.

Luz se aferró al brazo de una persona que se acercó a ella para socorrerla, le dio una manta para calmarle el temblor de su cuerpo, le dijo que se calmase que la ayudaría en todo lo que pudiera.

Se la llevaron a un albergue, allí le dieron toda la ayuda necesaria, esta persona se dio cuenta que cuanto dolor y angustia había en el cuerpo de la joven LUZ.

La ayudo día a día a conseguir lo que tanto anhelaba, le ayudo a estudiar, le busco un trabajo. Poco a poco encontró el calor humano y el respeto que tanto deseaba, era tanto el deseo que tenía por demostrar sobre todo a ella misma que valía la pena todo el esfuerzo que había hecho. Llego a trabajar en una gran empresa, de la que hoy sus jefes se sienten orgullosos de tenerla trabajando. Ellos mismos la ayudaron cuando nació su bebe que como ella presintió desde el principio fue una niña, a la que llamo ESPERANZA como la mujer que la socorrió desde el primer momento que llego a tierra y nunca la abandono...

Luz hoy es una mujer feliz con los derechos y respeto como cualquier mujer sea de donde sea, orgullosa de su hija, y de haber luchado por su libertad, aun dejando atrás a miles de kilómetros a su familia y su país, como tantos emigrantes que vienen y que se van, aunque creamos que es fácil.

Yo cuando LUZ me contó su historia, sentí, que aunque han pasado muchos años de esta historia, se sigue repitiendo a diario. Lo mismo que muchos Españoles tuvieron que huir hace años al extranjero buscando o intentando buscar una vida mejor, dejando atrás sus raíces y sus familias, aun sabiendo que todas y todos no tendrían, ni tienen la misma suerte que LUZ, porque a veces sus vidas se quedan en el camino y no pueden realizar ni conseguir, SUEÑOS, RESPETO, PAZ  y sobretodo la LIBERTAD, que buscan.
 

Autora: Manoli Salas Toribio.
Narración participante en el Certamen Literario "8 de marzo" de 2020
organizado por la Asociación de Mujeres "Despertar femenino" de Porcuna

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Actualizada el miércoles, 13 de mayo de 2020