Logo_animado

Logo

EN LA JAULA DE LOS LOCOS

RJNM a 27-03-2.020

 

Las noticias hoy en los medios de comunicación son terribles y no dan tregua, no nos permiten ningún optimismo; la realidad que observo me recuerda a uno de esos cuadros de El Bosco, me parece que un hambriento y ardiente infierno del Medievo se haya hecho presente de improviso traspuesto desde uno de sus lienzos hasta la realidad del megaexclusivo siglo XXI, esta Nueva Era de la deshumanización, del exterminio de la imaginación y de mil inquisiciones siempre dispuestas a mutilar toda disidencia. Me hubiera gustado escribir hoy un buen párrafo, sacarme de dentro aunque fueran simplemente unas líneas de consuelo, pero no puedo, por mucho que busco no encuentro nada, nada que merezca le pena ser escrito. No soy capaz ahora de imaginar que la ficción tenga ya un sentido, una utilidad práctica más allá que cualquier otra actividad del tipo rellenar sudokus o hacer sopas de letras. Éste es un momento cruel, demasiado doloroso para tantos inocentes que no soy capaz de concentrarme en nada, en ninguna actividad que suponga algún esfuerzo intelectual, soy como una pluma o una hoja removida por el viento, nada más que un ser ingrávido atrapado por un azar incontrolable, como todos en estos duros momentos en los que hasta un país intrascendente como éste tiene que asumir que aparezcan diariamente 8.000 nuevos casos de Covid-19 y mueran 800 personas... casi nada; esto no se puede soportar. Me gustaría aplaudir más fuerte aún por todas esas personas que lo están dando todo más allá del simple deber para intentar aplacar a ese demonio devora personas, me gustaría gritar con todas mis fuerzas ante el desánimo que siento por momentos, aunque no quisiera que me tomarán por loco, me gustaría que algún día cada uno de nosotros, cada persona, cada individuo tuviera un juicio justo respecto a lo que hizo estos días, un juicio del tipo egipcio y la balanza del Inframundo pesando a Maat la pluma de la Verdad, respecto a eso que cada uno hizo o no hizo, lo que calló o dijo sin pensar, y se tengan en cuenta las consecuencias de cada acto, aunque también el verdadero sacrificio que las personas hicieron, esa verdad interior que solo cada uno de nosotros sabe. Demasiada buena gente hay en el mundo, demasiados corazones solidarios y espíritus altruistas en manos de la tiranía de las frías estadísticas y de la cruel paranoia de un puñado de inconscientes... sin alma.

A pesar de todo no debemos hundirnos o caer en la desesperación y darle al enemigo la oportunidad de agarrarse a nuestros cuellos, de arrancar nuestras ilusiones de futuro, y eso haga que nos derrumbemos impotentes ante lo que está cayendo. Debemos evitar ser impacientes, vencer es cuestión de ser constantes, metódicos y ante todo consecuentes con nosotros mismos y con la realidad y las necesidades de las personas a las que queremos. Es momento de sacar fuerzas de donde apenas hay, darle ánimos a todo aquél que se mantiene en lucha en primera fila de combate contra la pandemia, o aunque sea en la segunda o en la tercera fila. Y como en otro formidable cuadro pintado por Peter Brueghel el Viejo, parecido al antes señalado de El Bosco y de época inmediatamente posterior, salga cada uno de nosotros con nuestros aliados espada en mano como Margarita la Loca, un vendaval sin freno, directa hacia las puertas del Infierno a destrozar a todos y cada uno de los diablos que pueblan el horizonte.

En ese combate nos veremos si quieres, somos una tropa heterogénea, sin duda, como lo son las personas en general, cada una con su capacidad particular para entender la realidad, para sentir, para imaginar el futuro, para afrontar los obstáculos tal y como vayan viniendo, para comprender que solo esa unión entre gente diversa colaborando como un todo, venciendo nuestros propios miedos podremos convertir este terrible proceso de soledad y dolor en un triunfo que quizá nos hará más fuertes.

Son las 19:59, me parece oír a lo lejos entre ráfagas de viento la canción Blow Wind Blow de Eric Clapton, y creo que me da fuerzas, se la dedico al virus y a todo aquello que deba quedar atrás.

 

Autor: Rafael Jesús Navas Millán.
Texto literario como reflexión sobre el coronavirus y aplicable a todo lo que está sucediendo en Porcuna o fuera

Volver
 


Página creada y mantenida por © M. Jalón
Actualizada el sábado, 04 de abril de 2020