![]() |
EVA TUVO UN SUEÑO Pacientemente recorrí mi alma, a trechos, según vivía, y un día en el lugar más recóndito, me encontré mirándome a mi misma y me supe diferente. Ahora, siento dentro de mí una nueva sangre, como si el caudal de mi río se agrandara, y en las orillas, mi exterior y mi interior, ¡en toda yo!, crecieran plantas. He cortado rosas llenas de luz de mi patio y en mis manos las siento prolongarse. Los jazmines que sujeto al pelo me han envuelto son su aroma aprisionante. Siento por mí, dentro de mí, la sensación que produce la ternura. ¡Siento una paz! Siento flores creciéndome en la nuca y alas en los brazos, mas no puedo volar.
...No dejaré que me cieguen las sombras que llenan de negro rincones del patio. ¡Quiero andar hasta la luz! (Los ojos del gato, dos cerillas amenazadoras en el rincón más oculto, me asustan) Pero una suave brisa mece mis hojas, las lanza al cielo y vuelo muy alto, allí donde el pájaro planea y el sol brilla:
De las orillas, de mi exterior y mi interior, ¡de toda yo!, he de cuidar las plantas. ¡Con cuánto esfuerzo me renuevo cada día con una nueva sangre! y el caudal de mi río, ¿ves?, se agranda.
Autora: Lucía Rojas Casado. (Primer premio del CERTAMEN LITERARIO 8 DE MARZO DÍA
INTERNACIONAL DE LA MUJER 1999,
|
|