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El sueño de San Benito
 

 

(Este artículo se ha publicado en el programa de San Benito, pero hemos decidido insertarlo en el de la Virgen de Alharilla por el protagonismo que tiene Nuestra Patrona en el mismo.)


 

Durante la Procesión Magna, que tuvo lugar en Porcuna, con motivo de la Coronación Canónica Pontificia de la Virgen de Alharilla, en la visita que hizo a Nuestro Excelso Patrón San Benito, fuimos testigos de las palabras que le dirigió: “Benito, son muchas las veces, que he venido a Porcuna y siempre nos hemos encontrado. Como Madre amantísima, en unión de mi Divino Hijo, nos gustaría recibirte, como te mereces, en Alharilla, para ofrecerte nuestra bendita casa y pasar juntos un día rodeados de nuestros fieles devotos”.

Pasaban los días, pasaban los meses, pasaban los años y Nuestro Patrón no olvidaba la invitación que le hizo Nuestra Madre Celestial. De tanto y tanto pensar, una noche tuvo un sueño, que nos hemos atrevido a relatar.

 

<<El día amanece, en Porcuna, con un sol radiante, que quiere ser testigo de la jornada histórica que se va a vivir. Desde bien temprano, hay mucho ajetreo en la iglesia y alrededores de San Benito: Autoridades Religiosas y Civiles, Junta Directiva de la Cofradía, anderas, anderos, capataz, cofrades, devotos y vecinos de Porcuna acuden a la llamada de Nuestro Patrón.

Hay que tenerlo todo preparado, no dejar nada a la improvisación, porque San Benito tiene que ir y volver a Alharilla.

Crece el nerviosismo y la impaciencia entre todos los presentes. La campana empieza a repicar anunciando la inminente salida de San Benito. Se establecen los turnos, entre anderas y anderos, para hacer más llevadero el camino hasta Alharilla, todo el mundo quiere meter el hombro.

Nuestro Patrón, desde su pedestal, observa a sus fieles anderas que, a la voz del capataz, ocupan su privilegiado lugar para completar el primer tramo del recorrido.

Abre el cortejo el estandarte de la cofradía; detrás, la Banda de Cornetas y Tambores “Virgen de las Angustia”; San Benito, que ha salido a los sones del Himno Nacional, interpretado por la Banda de Música Municipal “Ciudad de Porcuna”, inicia su andadura rodeado de multitud de devotos que quieren acompañarlo. El ambiente es el de las grandes ocasiones festivas con gente, rebosante de fe y alegría, que no para de aplaudir y gritar: “¡Viva San Benito! ¡Viva el Patrón de Porcuna!”. También se entonan coplas, con la misma música de la tradicional “El Patrón de San Benito ha salido a la Cruz Blanca”, que suenan así:
 

“Nuestro Patrón San Benito
ha salido esta mañana
a buscar una Paloma
una Palomita Blanca.

 

ESTRIBILLO

¡Vamos San Benito!
¡Vamos caminando!
¡Vamos que la Virgen
te está esperando!”

 

Las calles de nuestro querido pueblo, adornadas para la ocasión, saludan con júbilo el paso de la alegre comitiva. Las campanas de nuestra parroquia anuncian que San Benito dirige sus pasos hacia la Cruz Blanca, donde se inicia el verdadero camino hasta Alharilla. En esta emblemática encrucijada, se realiza el primer cambio de anderas por anderos, y, tal como manda la tradición, se canta:

 

“El Patrón de San Benito
ha salido a la Cruz Blanca
 esperar una Paloma,
una Palomita Blanca.

 

¡Agua Virgen pura!
¡Agua Virgen Madre!
¡Agua Madre mía
no nos desampares!”


 

Después, se entona esta letra preparada al efecto:
 

“Al pasar de la Cruz Blanca,
se quedó muy extrañao
porque, de ese lugar,
él nunca había pasao.

 

¡Vamos San Benito!
¡Vamos caminando!
¡Vamos que la Virgen
te está esperando!”


 

Se reanuda la marcha aumentando la emoción y la alegría entre todos los acompañantes.

Desde su salida hasta llegar a Alharilla, los coros romeros “Alegría del Llano” y “Sentir Alharillero”, el grupo “Sones de la Campiña”, “Miércoles Flamencos” y demás cantaores porcuneros se alternan para alegrar, aún más, con sus canciones esta bonita jornada.

San Benito, lleno de júbilo, por primera vez en su historia, enfila sus pasos hacia Alharilla. ¡Qué alborozo siente subiendo la Cabra Mocha y bajando hasta el Humilladero, contemplar esos parajes repletos de olivos, que nunca había visto!

¡Qué largo se hace el recorrido por el Llano de Alharilla hasta llegar a los pies de nuestra Excelsa Patrona!

La campana del santuario pregona a toda la campiña la llegada de San Benito que, con gran recogimiento y fervor, hace su entrada en la iglesia mientras se le canta:

 

“Cuando estuvo ante la Virgen,
San Benito se turbó
y la Virgen de Alharilla,
al verlo, le sonrió.

 

¡Vamos San Benito,
que ya hemos llegao
y ante la Virgen
nos hemos postrao!”

 

La Virgen y su Divino Hijo no se creían lo que estaban viendo: ¡San Benito en Alharilla! Como Madre amantísima, la Virgen, en su nombre y en el de Jesús, se dirige a Nuestro Patrón: “¡Gracias, Benito, por visitarnos en nuestra bendita casa!” Hemos visto cumplido uno de nuestros grandes deseos: recibirte y ofrecerte esta humilde morada como Patrón y protector de Porcuna”.

A continuación, después de los vítores y aplausos de los fieles devotos de la Virgen de Alharilla y de San Benito, se celebra una solemne misa presidida por el Sr. Obispo de la Diócesis acompañado de nuestro párroco y demás sacerdotes de Porcuna, que no quieren perderse este acontecimiento histórico.

Acabada la ceremonia religiosa, seguida con fervor y devoción por multitud de fieles, tiene lugar un tiempo de confraternización y sana alegría reponiendo fuerzas para el regreso. El Llano de Alharilla se queda pequeño para acoger a tantos alharilleros y sambeniteros que no se cansan de cantar y vitorear a Nuestros Patrones juntos por vez primera.

Según lo previsto, a media tarde, llega el momento de la despedida. San Benito, apesadumbrado, se dirige a la Virgen: “¡Gracias, Madre mía, por haber hecho posible verte, acompañada de tu Divino Hijo, en tu casa de Alharilla! ¡Jamás olvidaré esta jornada y el recibimiento que habéis dispensado a este humilde siervo vuestro! Sólo me queda pediros que no abandonéis, ni olvidéis a estos fieles hijos y al pueblo de Porcuna”.

La Virgen, emocionada, pero con una sonrisa, le replica: “Benito, somos nosotros los que tenemos que agradecer tu visita. Muchos años llevábamos esperando este deseo, que hoy se cumple. Tanto mi Divino Hijo, como yo, estamos orgullosísimos de tenerte como hijo predilecto y pedimos, a Nuestro Padre Celestial, que sigas protegiendo a nuestro querido pueblo de Porcuna, que tanta devoción te profesa. Sabes que tienes abiertas las puertas de esta bendita casa para cuando quieras volver”.

Con el deber cumplido, San Benito inicia el camino de vuelta, mientras se escucha:

 

“¡Nuestro Patrón San Benito
contento vuelve a su casa
porque ha visto una Paloma,
una Palomita Blanca!

 

¡Vuelve San Benito!
¡Vuelve caminando!
¡Vuelve que Porcuna
te está esperando!”>>

Aquí acaba “El sueño de San Benito” que, ¡ojalá!, un día veamos hecho realidad.

Casto Herrador Martos

 

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