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Romeria de Alharilla

Ntra. Sra. la Virgen de Alharilla
PATRONA DE PORCUNA
Esbozo para la historia
por Antonio Recuerda Burgos (Cronista oficial de la ciudad)

Capítulo I: Devoción mariana en Obulco

Hoy día está científicamente comprobada la existencia de un culto mariano en Hispania antes de la invasión musulmana del 711.

Arqueológicamente se prueba la existencia templos marianos como demuestran la basílica de Santa María de Mallorca de la segunda mitad del siglo V, la basílica de Santa María de Tarrasa del mismo siglo V, la de Santa María de Mérida del año 630, la de Santa María de Quintanilla de las Viñas del siglo VI y la de Santa María de Ibahernando, Cáceres, año 673. Y aunque se carezca de documentos escritos hasta el siglo XII, se mantiene la tradición de la milagrosa venida a Zaragoza de la Santísima Virgen y la de un templo edificado en su honor antes de la invasión musulmana.

Romeria

Ello nos lleva a considerar la existencia de un culto mariano dotado de mucha mayor solemnidad que el dedicado a los mártires. En el año 656 el X Concilio de Toledo ordenó que la solemnidad de la gloriosa Madre de Dios se celebrase en todas partes el mismo día y con igual honor.

Cabe a Porcuna el honor de haber encontrado en su suelo uno de los más antiguos testimonios de la existencia de este culto en España.

Corría el año de 1885, en la mañana del día 6 de febrero se produce el hundimiento de nuestras Casas Consistoriales, adosadas a una de las dos torres que sostenían el Arco de Nuestra Señora de los Remedios, sobre el cual se situaba la capilla del Ayuntamiento. Ante la ruina, que también amenazaba a dicho arco, el cabildo acordó su demolición y al desprender una placa de mármol, de 41 x 23 cm. , en la que estaba esculpida la Cruz de Calatrava, pudo comprobarse que en el reverso aparecía la siguiente inscripción:

RECONDIT[AE]
IN FVNDVM
VALLES SV
BVRBIO OBOL
CONENGE
CELLA S(an)C(t)E
MARIAE

Placa de marmol

Los estudios más recientes la traducen: ....... ocultas en el fundo Valles en el suburbio de Obulco, capilla de Santa María.

Según algunos autores la palabra reconditae suple la de reliquiae y "Hubner considera que el texto perdido puede reconstruirse con una fórmula como la de <haec sunt reliquiae sanctotum> o similar a la que seguirían los nombres". Ello lleva a que otros autores propongan como traducción completa la siguiente: Reliquias de los santos ....... guardadas en la capilla de Santa María, finca Valles, suburbio de Obulco.

Aureliano Fernández Guerra recoge tres versiones diferentes con distintos comentarios las cuales trasladamos a este trabajo:

" Al interpretar la inscripción disentimos el Sr. Rivera Romero, el Sr. Don Fidel Fita y yo. He aquí las tres diferentes versiones. La del Sr. Rivera Romero:

<Cela de Santa María reedificada para pasar a los valles del arrabal de Obulco>

El Sr. Fita sospecha que pudo haber sido el monumento pie de un altar; y faltarle la expresión de los huesos (ossa) de santos o reliquias (reliquiae) depositadas en el ara y mencionadas en otro epígrafe. Entiende, pues:

<Reliquias de Santos, recónditas en el camino de los Valles del arrabal de Obulco, monasterio de Santa María>.

Romeria 1935

Yo me inclino mucho a suponer que este mármol haya sido pedestal de muy rica o muy devota imagen, escondida en paraje seguro por los fieles, durante las expoliadoras y feroces incursiones y guerras de los Silingos desde 411 a 419, o de los otros Vándalos desde 420 a 425, saqueadores de iglesias y destructores de Cartagena y Sevilla. Oculta siglo y medio quizá, descubierta a deshora, y colocada en algún señalado templo de la ciudad, se grabó para memoria perpetua:

<La (imagen) escondida camino de los Valles, arrabal de Obulco, en el monasterio de Santa María>"

Posteriormente Fernández Guerra continúa: "Por consiguiente, ha de sernos lícito conjeturar que poseyera Obulco una efigie del Redentor o una imagen de su Madre Santísima, ya de preciado metal o ricamente alhajada, ya de madera, pero de gran veneración; y a la que pusiesen a buen recaudo en pobre monasterio personas advertidas, cuando la irrupción de los Bárbaros, ni más ni menos que cuando los Árabes se ocultaron en Guarrazar, junto a Guadamur, los tesoros del referido santuario toledano.

La forma de letra en la inscripción de Obulco, pertenece seguramente a los últimos años de la centuria VI. Y dada mi conjetura de haberse de relacionar el epígrafe con una imagen escondida a principios del siglo V, hay que inferir, o que la memoria del escondrijo se perdió, o que vino a transmitirse de unos monjes a otros, no hallando sazón oportuna de restituirla a su prístino estado hasta que en España tuvo paz y predominio la Iglesia de Dios, merced al católico Recaredo".

Diversos autores consideran que los caracteres paleográficos corresponden al siglo VI después de C., especialmente a sus últimos años, como aclara Fernández Guerra, por tanto esa es la fecha probatoria de la existencia del culto mariano en Porcuna, aunque si seguimos las conjeturas del autor había que retraerlo a principios del siglo V, casi doscientos años antes.

Romeria

La existencia de restos hispano-romanos y visigóticos en el término de Porcuna está suficientemente probada, siendo uno de los lugares privilegiados el llano de Alharilla y sus alrededores, donde en diversas ocasiones han sido hallados restos de canceles, placas de barro cocido con motivos decorativos y a escasa distancia del actual Santuario se documenta la existencia de una necrópolis visigótica. Por ello no tendría nada de extraño que en el mismo lugar en que hoy se asienta la aldea existiese en aquella época otro núcleo poblacional en que se situase una capilla o iglesia dedicada a la Madre de Dios con una venerada imagen y que una de sus aras fuese depósito de reliquias con una inscripción conmemorativa, en lo cual nos manifestamos de acuerdo con diferentes autores y diferimos de Fernández Guerra, en el sentido que la inscripción hace referencia a las reliquias y no al ocultamiento de la imagen. Ocultación que debió llevarse a cabo mucho después del propuesto por el trabajo del citado autor, con la invasión mahometana o posteriormente en alguna de las persecuciones de que fueron objeto los seguidores de la fe cristiana. Entonces es posible que se realizase la ocultación sirviendo como recipiente el propio cubo que formaba el ara del altar y de tapadera la piedra de mármol sobre la que apareció la inscripción, todo lo cual concuerda fielmente con la tradición que ha mantenido viva el pueblo de Porcuna y que transcribimos en el próximo capítulo.

 

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Actualizada el martes, 13 de agosto de 2002